Bellavista Oveja Tomé, la empresa textilera más antigua de Chile, cerrará debido a dificultades financieras después de 142 años de existencia, según informaron el lunes sus ejecutivos.
El presidente de la compañía, Miguel Otero, señaló que pese a que negociaba un crédito con el BancoEstado para seguir en operación, la deserción de importantes clientes, entre ellos la cadena estadounidense Brooks Brothers que compraba el 20% de la producción de la industria, hizo inviable la continuidad.
La situación de la empresa, que principalmente fabricaba telas para trajes, supone un duro golpe para la localidad de Tomé, a unos 520 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Bío Bío, donde se halla la planta y en la que viven sus 800 trabajadores.
Hace algunas semanas, al anunciarse la quiebra de la firma, los trabajadores y sus familias protagonizaron manifestaciones en demanda de que el Estado inyectara recursos para salvar su fuente laboral. La incertidumbre se mantuvo hasta el pasado viernes, cuando el banco estatal aceptó otorgar un crédito por $us 12 millones. A esos recursos se sumarían otros $us 15 millones aportados por los accionistas de la empresa, lo que permitiría el alzamiento de la quiebra.
Sin embargo, el lunes, visiblemente afectado, Otero indicó que pese al crédito que se estaba negociando, la incertidumbre provocada en sus principales clientes determinó que el directorio no encontrara propuestas viables para la continuidad de Bellavista. Santiago, EFE
El presidente de la compañía, Miguel Otero, señaló que pese a que negociaba un crédito con el BancoEstado para seguir en operación, la deserción de importantes clientes, entre ellos la cadena estadounidense Brooks Brothers que compraba el 20% de la producción de la industria, hizo inviable la continuidad.
La situación de la empresa, que principalmente fabricaba telas para trajes, supone un duro golpe para la localidad de Tomé, a unos 520 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Bío Bío, donde se halla la planta y en la que viven sus 800 trabajadores.
Hace algunas semanas, al anunciarse la quiebra de la firma, los trabajadores y sus familias protagonizaron manifestaciones en demanda de que el Estado inyectara recursos para salvar su fuente laboral. La incertidumbre se mantuvo hasta el pasado viernes, cuando el banco estatal aceptó otorgar un crédito por $us 12 millones. A esos recursos se sumarían otros $us 15 millones aportados por los accionistas de la empresa, lo que permitiría el alzamiento de la quiebra.
Sin embargo, el lunes, visiblemente afectado, Otero indicó que pese al crédito que se estaba negociando, la incertidumbre provocada en sus principales clientes determinó que el directorio no encontrara propuestas viables para la continuidad de Bellavista. Santiago, EFE
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