En su nuevo informe global de sustentabilidad, la compañía comparte que ha logrado impactar a más de 25 millones de personas en el mundo. En América Latina, ha contribuido a mejorar la vida de 1,7 millones de vidas con programas sociales ejecutados en 2020.
Kimberly-Clark celebra los avances hacia los objetivos de impacto social establecidos en su Plan de Sustentabilidad para 2030. El resultado, publicado en su reciente edición del informe anual de sustentabilidad, refleja el trabajo de la compañía por contribuir a la sociedad, mediante donaciones y la fabricación de productos esenciales; más aún, en este desafiante escenario pandémico. En el documento, la empresa reafirma su compromiso de afrontar los retos sociales y ambientales, para mejorar la calidad de vida y el bienestar de mil millones de personas en comunidades vulnerables del mundo para 2030.
En 2020, la cantidad de vidas que Kimberly-Clark impactó de forma positiva, en América Latina, creció un 350% en comparación con 2019, mediante diferentes programas sociales como Un Abrazo para Cada Bebé, la iniciativa Ella Puede o Baños Cambian Vidas; este último proyecto, desde 2015, ha contribuido a que más de 23.100 bolivianos accedan a condiciones básicas de higiene y salubridad con baños, educación sanitaria y agua potable.
Las acciones de la compañía, en alianza con ONG como Plan International, Cruz Roja y Bancos de Alimentos, beneficiaron a 1,7 millones de personas entre 2019 y 2020, incluidos profesionales de salud de primera línea y comunidades vulnerables de la región. Además, para aportar a mitigar los efectos del COVID-19, la empresa donó un total de 11 millones de unidades de productos - papel higiénico, pañales y productos para la higiene femenina – que, en dinero, equivale a una contribución de US$ 1 millón.
Cerca de su 150º aniversario, Kimberly-Clark sigue dedicada a liderar al mundo en lo que es esencial para una vida mejor. “Nos mueve el compromiso de mejorar las comunidades en las que trabajamos y vivimos. Aunque todavía enfrentemos un escenario sin precedentes con el COVID-19, estamos enfocados en generar un impacto positivo en la región, de manera acelerada en los próximos años”, señaló Gonzalo Uribe, Presidente de Kimberly-Clark en América Latina, región donde se han beneficiado más de 3,5 millones de personas desde el 2015.
En 2020, la compañía publicó sus nuevos objetivos y pilares de Sustentabilidad de cara a 2030 y, desde entonces, ha acelerado la promoción de ideas e iniciativas innovadoras para generar cambios a largo plazo, con un efecto duradero y con la menor huella ambiental posible. Los objetivos de impacto social establecidos por Kimberly-Clark para los próximos diez años tienen los siguientes objetivos: contribuir a la salud y bienestar de la sociedad en diferentes etapas de la vida; desafiar los estigmas relacionados con la menstruación, garantizar el acceso a la educación; apoyar el progreso de las niñas y las mujeres, además de promover un mundo con libre acceso al agua potable y saneamiento. La empresa se enfoca en cumplir estas metas a través de iniciativas de valor compartido e innovación en sus marcas.
“El mundo está cambiando rápidamente y para lograr la escala de impacto positivo que buscamos, debemos alinear nuestro negocio con lo que la sociedad realmente necesita en este momento. Contribuimos a un mundo mejor cuando rompemos las barreras y creamos oportunidades en línea con el propósito de nuestras marcas y productos”, agrega Uribe.
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