La violencia contra la mujer (VcM) es muy costosa para la sociedad porque afecta a la productividad, hoy representa el 11,6% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y en Bolivia simboliza el 6,5% de su PIB, de acuerdo a una última medición realizada por la GIZ a 30 empresas nacionales y que reveló que por este problema éstas pierden casi 2 mil millones de dólares al año y 52 millones de días laborales, tomando en cuenta a la totalidad de sus funcionarios. En el mismo periodo este problema provoca también la pérdida laboral de 183.534 trabajadores.
Consciente de esta situación, INTI – a través de su área de Talento Humano- invirtió y adoptó un modelo de gestión equitativa para prevenir la violencia de género, el mismo que le está permitiendo aumentar el compromiso organizacional, reducir costos, disminuir el conflicto vida personal-laboral, optimizar su cadena de valor, identificar nuevas necesidades y cuotas de mercado e incrementar el valor percibido por su clientela.
Resultados tangibles
“En los últimos 18 meses el índice de violencia contra la mujer en INTI bajó en un 7%, cuando en Perú –en 15 años y con una millonaria inversión– este indicador apenas bajó un 2%”, subrayó el doctor Arístides Vara, experto internacional en equidad empresarial y especialista en costos de la violencia, quien asesoró en el Programa Empresa Segura.
Revisando los resultados obtenidos hasta la fecha, luego de la aplicación del programa, se observa que en INTI el personal afectado por la violencia contra la mujer se redujo en un 6%, en los últimos 12 meses; los agresores disminuyeron en 9% y las agredidas en 2,6%.
Entre el 2015 y el 2017 el personal que subestimaba la VcM bajó en un 33,3%, el promedio de incidentes de esta índole en los hogares de los trabajadores bajó en 25.8% y los incidentes en el trabajo disminuyeron en un 22%.
El último año, los días perdidos a consecuencia de la VcM de parte de los agresores bajó en un 8% en la empresa y de las agredidas se redujo en 37,6%, por lo que el total de días perdidos disminuyó en 20,7%. En este contexto la productividad global perdida en Droguería INTI bajó en 20,6%, incidiendo en una mejora de su rentabilidad.
Líderes y colaboradores de INTI saben que la violencia contra la mujer no tiene sólo consecuencias económicas sino que trasciende a niveles más profundos porque refuerza otras formas de violencia, daña y desintegra a las familias e impide que las mujeres se realicen de manera personal y profesional, por lo que está consciente de que todavía le falta bastante por avanzar.
Comparte y asesora
Hoy INTI es la primera empresa en Bolivia en implantar el modelo de gestión para prevenir la VcM, por lo que desea compartir su experiencia e incentivar a otras compañías bolivianas a seguir este camino. En este propósito comenzó reuniones para transmitir sus experiencias a distintas empresas y también a estudiantes universitarios, puesto que de estas instituciones saldrán los líderes del mañana, que deben tomar en cuenta estos aspectos.
“INTI no se quedará sólo con la transmisión de su experiencia, también ofrecemos asesoramiento para que otras empresas puedan aplicar este tipo de programas de no violencia contra la mujer y equidad de género. Con este propósito estaremos organizando continuamente varios encuentros”, adelantó Schilling.
Hemos aprendido que la prevención de VcM es rentable y un proceso de cambio a largo plazo, que la alta gerencia y la estructura gerencial son clave para el éxito de este modelo, y que la gestión equitativa es el contexto que asegura la eficacia, añadió.
Actualmente en INTI existen mujeres en cargos directivos, los salarios son los mismos por cargo según la escala salarial independientemente del género. De los más de 1000 Colaboradores, casi el 50% son mujeres y el otro 50% varones.
Programa Empresa Segura
El programa partió con la identificación y control de los patrones de gestión inequitativa en el entendido de que para lograr eficacia en el proyecto de VcM es fundamental el compromiso y cambio de actitud de las gerencias y direcciones de la empresa, antes que aplicar políticas y acciones de prevención y atención con sus colaboradores. Este contempla tres escenarios de intervención: prevención, atención y sanción.
En prevención se implementan talleres de capacitación vivenciales, campañas internas de sensibilización. Además de atención psicológica y legal a las víctimas.
Siendo que la responsabilidad es de todos, INTI realiza talleres de masculinidades con el propósito de generar conciencia sobre el comportamiento violento hacia las mujeres y aplica pautas para prevenir y controlar las actitudes y acciones de VcM. Al momento, 461 varones fueron capacitados.
Brinda inducción a los nuevos trabajadores, para que conozcan el código de ética que incluye la no violencia hacia la mujer, la equidad de género y el respeto mutuo.
INTI también cuenta con la certificación SIPPASE que cumple con la Ley 348 y que establece que una persona no debe tener antecedentes de violencia ejercida contra una mujer o cualquier miembro de su familia, siendo el mismo un requisito para acceder a un cargo público. INTI es la primera empresa en Bolivia en contar con esta certificación. ///
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