“El marcado interno nos ha salvado”. Esa es la frase con la que el vicepresidente Álvaro García resumió la importancia del consumo interno para mantener el crecimiento económico en estos años y proyectó que se apostará a esa fórmula hasta el 2021, porque a partir de entonces el nuevo motor estará asentado en la industrialización de las materias primas.
Hasta el 2021 está proyectado sacar de la extrema pobreza a 1,6 millones de personas con un efecto directo en la dinamización de la economía. “La clave, sacar a la gente de la extrema pobreza, teníamos casi a 50% de la población, es lo que ha mejorado la dinámica de la economía porque la gente consume más”, explicó en una entrevista en la mred Uno.
García hizo un repaso de la situación económica y destacó que, pese a la crisis en la que su sumió la región, Bolivia mantuvo una tendencia de crecimiento. Dijo que el haber sacado a 1,6 millones de personas de la extrema pobreza contribuyó en ese cometido, pero además una política asentada y combinada de los pilares de crecimiento, redistribución e inclusión.
Los precios del petróleo bajaron a sus niveles mínimos con la consiguiente disminución de ingresos nacionales y su efecto en las regiones, municipios y universidades. Bolivia asienta actualmente la mayor parte de sus ingresos en la producción y exportación de hidrocarburos, pero para el 2021 se apunta a cambiar esa matriz.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mantiene la proyección de crecimiento para Bolivia de 4%, mientras que la previsión para la región es de 1,1 % tras dos años de contracción. Las expectativas de crecimiento fueron dadas gracias a un contexto internacional que muestra mejores expectativas.
La industrialización del gas, del litio y la exportación de energía eléctrica serán, a partir del 2021, el motor de la economía, aseguró García.
“Calculamos reducir la extrema pobreza hasta el 2021 y desde entonces ya tiene que funcionar otro motor, ya no va a ser tanto el mercado interno, ahorita tenemos combustible vía mercado interno hasta el 2021, desde el 2021 para delante tiene que haber otro motor, la industrialización del gas, litio y la exportación de energía eléctrica”, insistió.
La Agenda 2025, justamente, que alienta el Gobierno tiene entre sus objetivos eliminar la extrema pobreza y apostar por a la industrialización de los recurso naturales. De hecho está en próximos planes la inauguración de la planta de urea y amoniaco que permitirá la exportación de fertilizantes con la industrialización del gas.
"Hasta el 2021 tenemos que tener otras fuentes de ingresos que nos permitan crecer entre 5% a 6%", proyectó
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