Privados ven riesgos en competitividad, empleo e inversión

La noticia cae como un balde de agua fría. Así, el presidente de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro), Freddy Suárez, desaprobó la propuesta de un incremento del 6% al Salario Mínimo Nacional (SMN) y un 5% al haber básico formulada por el Ministerio de Economía a la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB).

Para Suárez, la oferta de un ajuste en la proporción presentada por el Gobierno es un golpe bajo para el aparato productivo agropecuario del país que todavía afronta las turbulencias de la aguda sequía de 2016.

De concretarse la propuesta del Ministerio de Economía, Suárez cree que las fuentes de empleo y el crecimiento sectorial en la presente gestión están comprometidos. “La actividad agropecuaria en el país es frágil y vulnerable a los efectos climatológicos, esas variables no están siendo consideradas”, dijo.

Sector exportador
Desde la perspectiva del presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Wilfredo Rojo, si bien los rangos presentados por el Gobierno están dentro de lo racional y parecen poco para los trabajadores son perjudiciales para el sector privado y en particular, para el sector exportador, que sobre sus espaldas carga un 38% de pérdida de competitividad por el congelamiento del tipo de cambio y los aumentos salariales que no guardan relación con la productividad de la fuerza laboral de las empresas.
En ese marco, Rojo cree que el ajuste salarial debe ser definido entre empresarios y trabajadores sobre la base de productividad y utilidades por la venta en el mercado interno y externo.

A decir de Rojo, cualquier aumento no solo compromete el empleo sino que abre la probabilidad de aumento en los costos de la producción.

Empresariado cruceño
El enfoque del sector empresarial cruceño es también crítico. Para el presidente de la Federación Departamental de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, la oferta del Gobierno es alta y reducirá las posibilidades de crecimiento del empleo, las inversiones planeadas por las empresas y la competitividad sectorial. Cree que en las negociaciones deben participar los empresarios.

Crecimiento económico
El último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE) da cuenta de que el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia registró una tasa de crecimiento de un 4,3% en 2016.
Se detalló que las entidades financieras, seguros, bienes inmuebles y servicios crecieron un 7,8%, construcción (7,8%); industria manufacturera (6,2%), transporte y almacenamiento (6,0%) y electricidad, gas y agua (5,3%)