El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, Guillermo Pou Munt, dijo que la industria requiere en primera instancia innovación para lograr mayores índices de productividad.
Señaló que en la actualidad la industria no puede alcanzar ese objetivo, debido a que encara temas salariales, así como problemas de tamaño y rendimiento. Apuntó que un país que no innova no va a ningún lado.
“La productividad industrial tiene tres elementos principales a superar”, dijo el representante de los exportadores en el I Foro de la Cámara Nacional de Industria: el aspecto tecnológico, la innovación y capacitación de recursos humanos.
Consideró que en el tema de la innovación no hay una política pública relacionada con la renovación de equipo e importación de tecnología; y explicó que el sector privado no trabaja de forma activa en este ámbito, y que la universidad tampoco participa con un enfoque productivo y de desarrollo.
“La universidad produce profesionales, pero no empresarios o gente creativa e involucrada con el desarrollo nacional”, reflexionó.
Debido a esos factores adversos, Bolivia ocupa casi el último lugar en Índice Mundial de Innovación 2015, cuyo estudio es elaborado por la Universidad Cornell, el Insead y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
El país se encuentra entre los peores posicionados de América del Sur: Venezuela (0,06), Ecuador (0,16) y Bolivia (0,26), mientras que Chile y Perú destacan en la región latinoamericana.
TAMAÑO
También señala que las empresas en el país son pequeñas y no hay incentivos para que estas crezcan y se desarrollen. Sostiene que el mayor número de empresas son unipersonales, que no generan valor agregado.
Aunque estudios nacionales e internacionales indican que las pequeñas y medianas empresas generan un 80 por ciento del empleo, pero precario.
De acuerdo a datos presentados por Pou Munt, 1 de cada 10 empresas tiene más de 20 empleados; 9 de cada 10 empresas tienen menos de 5 empleados; y 8 de cada 10 empresas tienen un empleado.
En el mismo evento, el director de la Escuela de Producción y Competitividad de la Universidad, Gonzalo Chávez, reflexionó sobre el tamaño de la economía y de las empresas, y dijo que se debe trabajar para desarrollar los emprendimientos económicos, para que crezcan.
Y para ello es importante el conocimiento. El economista apunta a la innovación de las ideas, con el objetivo de pasar de una nación que sólo apunta a la industrialización de los recursos naturales, a la industrialización para los recursos naturales.
Es decir, plantea que la industrialización que lleva adelante la actual administración, como convertir los minerales a lingotes, no es suficiente, sino que se debe ingresar a generar mayor valor agregado: productos.
Por ejemplo, en el campo de la minera proyecta diseñar software para este sector y paralelamente avanzar en la transformación de los minerales hasta llegar a productos que apoyen la labor de los mismos trabajadores.
Alertó que Bolivia va perdiendo la diversificación productiva, y menciona a los textiles, cuyo sector no tiene mercados y ni una política de apoyo de parte de las autoridades, ante la invasión de prendas asiáticas.
Ante ese panorama, el economista señala que el país permanece a la periferia del espacio de productos de la región. Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú ingresaron a la transformación de la materia prima en productos específicos.
Por su parte, Johannes Dobinger, representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), señaló, en el foro, que hay muchas oportunidades para la industria, en especial para aquellas que tienen ideas.
OBSTÁCULOS Y VENTAJAS
Por su parte, el expresidente del Banco Central de Bolivia, Juan Antonio Morales, señaló, en el foro, que antes de hablar del desarrollo de la industria, primero se debe investigar dónde están los cuellos de botella, luego identificarlos y resolverlos.
Hay bajos retornos sociales y esto estaría ligado a la falta de capital humano, o más bien a la poca valoración que el país da a su capital humano, reflexionó.
Uno de los cuellos de botella ya identificado por los exportadores, así como por las industrias, grandes y pequeñas, es la burocracia, y “el vuélvase mañana”. La infinidad de trámites y las obligaciones fiscales son tareas que el Gobierno tiene por adelante.
Otro cuello de botella identificado sería el alto costo laboral que implica un freno a nuevas contrataciones y a iniciativas empresariales.
CRECIMIENTO
Chávez señala que la acumulación y utilización del conocimiento productivo llevan a la diversificación y al crecimiento. “Mientras mejor posicionado se está en el espacio de productos, más fácil se avanza”, señaló en su presentación.
También sostiene que los conglomerados tienen la capacidad de ser la fuente de la diversificación, así como pueden proveer demanda final, capacidad organizativa y gerencial, capital y contactos. “Pero también pueden ser monopolistas en mercados no transables”, advirtió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario