Con miras a producir más de mil litros de leche diarios, José (nombre ficticio) invirtió al menos 500 mil dólares en el montaje de una granja lechera, pero su único comprador es la Planta Industrializadora de Leche, PIL, que solo le compra 800.
Él, al igual que otra media docena de productores considerados “los más grandes de Cochabamba”, invirtieron un ingente capital en granjas lecheras, sin imaginar que el departamento atravesaría por una etapa de estocamiento del producto. El año pasado, para mejorar sus ingresos, los lecheros pidieron a la PIL que les incremente de 3.70 bolivianos a 4 bolivianos el litro de leche cruda, pero la empresa no aceptó señalando que tiene almacenados al menos 150 mil litros de leche y que el producto no se vende lo suficiente por falta de consumo y que por eso pusieron limitaciones a la compra de leche cruda.
Según la estatal Pro Leche, el consumo llega, hasta hoy, a 54.5 litros por año, pero, según información de nutricionistas, una persona debería consumir 150 litros.
En Cochabamba hay más de mil personas que se dedican a esta actividad, según el registro de la Federación de Productores de Leche, Feprolec.
De los mil, siete son grandes productores con una inversión aproximada de 500 mil dólares cada uno. Los restantes 993 lecheros tienen una inversión menor y producen entre 20 a 100 litros al día. Los productores quisieran aumentar su actividad porque las ganancias que les deja, “apenas les alcanza para subsistir”.
SITUACIÓN Un recorrido por la zona lechera del departamento, como La Maica y Pucarita, permitió constatar que más del 60 por ciento de los productores invirtió su capital en maquinaria ordeñadora. Y el porcentaje restante está en implementación.
Algunos productores, los más grandes sobre todo, incluso adquirieron ejemplares de vacas Holstein, “una raza vacuna procedente de la región frisosajona (Frisia y Holanda del Norte, en Alemania y los Países Bajos, respectivamente), que destaca por su alta producción de leche, carne y su buena adaptabilidad”, refiere el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España.
Pero, todo ese patrimonio está a punto de convertirse en un “elefante blanco”, pues cuesta mucho mantenerlo. El presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche de Cochabamba (Feprolec), Jazmani Medrano, señala que cerca del 70 por ciento de los ingresos económicos que se genera se destina al mantenimiento de la granja.
GASTOS Según Medrano, los lecheros tienen por lo menos tres tipos de gastos diferentes al día.
Por un lado, invierten en la alimentación de los animales. Cada vaca consume 16 kilogramos de alimento seco al día que, en muchos casos, se compra de Santa Cruz. Atender la salud de las vacas tiene su precio.
Otro gasto es el pago de servicios básicos y la cancelación de sueldos a la gente que ayuda en el ordeñamiento y la alimentación de los animales.
Todos estos gastos deben ser cubiertos con los 3.70 bolivianos que PIL les paga por cada litro de leche a los productores. El año pasado pidieron incremento a cuatro bolivianos, pero fue rechazada la propuesta. Ahora, los lecheros no buscan elevar el precio del producto, pero sí los niveles de producción.
“A veces me pregunto si hice bien en invertir en esto”, asevera José, mientras acaricia a una Holstein.
Los precios incentivan la producción dice la empresa
En el marco de los conflictos por almacenamiento de leche, que se avivaron el año pasado en el departamento de Cochabamba, el gerente de la Planta Industrializadora de Leche (PIL), Pablo Vallejo, indicó que el precio que se paga por cada litro crudo en Bolivia es muy expectable y está generando más producción.
Presentó un cuadro comparativo con otros países de la región, donde se evidencia que Bolivia es el que mejor paga a los productores por cada litro de leche cruda.
Expresado en dólares, cada productor boliviano vende a 0.496 dólares el litro (3.70 bolivianos). La misma cantidad cuesta 0.260 dólares en Uruguay, indica el informe presentado por Vallejo.
“Con estas condiciones, y tal como se advirtió en su momento, tanto a las autoridades pertinentes como a la dirigencia de los Productores de Leche, el sector tiene un precio muy expectable que está incentivando la producción de leche, en la cuenca de Cochabamba”, agregó.
RIESGO En vista de que la leche es más barata en países vecinos, los centros de abasto y supermercados están colmados de derivados de la leche importados, observó.
La procedencia es, sobre todo, de Argentina, Paraguay, Brasil y Chile.
SUGERENCIAS Al respecto, la Federación Departamental de Productores de Leche de Cochabamba (Feprolec) sugirió al menos cuatro medidas para mejorar la situación de los productores.
Pidió al Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural que desarrolle estrategias publicitarias para fomentar el consumo de leche en la población boliviana.
Solicitó que más productos lácteos sean introducidos al desayuno escolar. Apuntan a que los militares e incluso los policías reciban el producto en su dotación de víveres.
Finalmente, esperan que el Gobierno pueda conseguir mercados internacionales para la comercialización de leche en polvo.
El Gobierno les prometió reunirse este mes, pero no fueron convocados.
Los que invierten más ganan mejor en el sector
Los grandes productores lecheros pueden llegar a ganar 26.649 bolivianos al mes, en tanto que el pequeño productor, 660 bolivianos.
La Planta Industrializadora de Leche (PIL) paga por cada litro de leche 3.70 bolivianos. Los lecheros afirman que el 70 por ciento de ese dinero va al pago de deudas y gastos de operación. El restante 30 por ciento es la ganancia. En base a ese dato, se calcula que para los grandes productores, los réditos pueden alcanzar a 26.640 bolivianos al mes. Los que entregan 20 litros al día, 666 bolivianos. Quienes venden 100 litros a la PIL reciben 3.330 bolivianos de ganancia, los que producen 400, perciben 13.320 bolivianos.
EL TRABAJO La jornada de un lechero en Pucarita inicia al promediar las cuatro de la madrugada.
A partir de esa hora, los lecheros empiezan a ordeñar a sus vacas, de acuerdo a la cantidad que tengan.
Los lecheros pequeños son aquellos que producen entre 20 a 100 litros de leche diarios. Los medianos generan entre 101 y 300 litros y los grandes más de mil litros, según la clasificación que maneja la Federación Departamental de Productores de Leche de Cochabamba (Feprolec).
Tras el ordeñamiento, los lecheros trasladan su producto a uno de los 480 puntos de acopio que hay en el departamento. A diario, los carros de la Planta Industrializadora de Leche se movilizan.
El presidente de Feprolec, Jazmani Medrano, dice que, pese al estocamiento, el producto se recoge en su integridad. “Nos siguen comprando la misma cantidad”.
No obstante, productores menores, que prefirieron guardar su identidad, dicen que el carro de la PIL a veces se pasa de largo. Entonces, optan por elaborar algún derivado para que el producto “no se eche a perder”.
La mayoría hace quesillo, pero el precio en el mercado no les permite recuperar el costo de producción de la leche cruda.
RUTINA Tras entregar la leche, los productores dan de comer a sus animales, en base a criterios profesionales, en algunos casos.
Hay ciertos productores, los grandes más que todo, que invierten en alimentos que estimulan la producción lechera.
Otros se limitan a alimentar a sus animales con plantas cultivadas por ellos, como la chala.
Lo cierto es que uno puede darse cuenta si la alimentación es adecuada o no cuando la vaca alumbra por vez primera.
Lo normal es que una vaca produzca más de 18 litros de leche diarios, que deben ser ordeñados cada 12 horas. Hay algunos ejemplares que producen hasta 30 litros al día.
Si una vaca produce menos de ese estándar, es una inversión a fondo perdido, señalan los productores, y entonces va al matadero.
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