La gente no estaba acostumbrada a beber agua embotellada. Consumía agua hervida o directamente de la pila. Como pionero en este rubro, el exprefecto y exparlamentario Felipe Carvajal reconoce que le costó abrir un mercado en Sucre.
¿Quién no probó agua embotellada Cajamarca alguna vez? Es la primera empresa que se introdujo en este rubro en Sucre y está vigente en el mercado desde hace 16 años, a pesar de que la competencia se ha incrementado en la última década.
Juan Felipe Carvajal Padilla, mecánico industrial de profesión, exprefecto de Chuquisaca, exsenador suplente, exdiputado y empresario por naturaleza, cuenta con una planta de producción de licores, es socio de la Sociedad Industrial Camargo y gerente propietario de Agua Natural Cajamarca.
Los orígenes
En 1999, cuando Carvajal cumplía una función política representando a Chuquisaca, viajaba continuamente a la sede del Gobierno y en ese ínterin observó que en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba se consumía agua embotellada de 20 litros. Entonces pensó: ¿Por qué no hacer esto en Sucre? Y sin mayores preámbulos inició el emprendimiento.
Decidió embotellar el agua de los manantiales de Cajamarca, ya que un estudio arrojó que de todos los afluentes que había en la ciudad, los de ese lugar distante 30 kilómetros al noroeste de Sucre, eran con el PH más bajo.
Buscó el asesoramiento de un ingeniero experto en el tema, quien le aconsejó viajar a la Argentina, considerada como pionera y el mejor referente a nivel sudamericano sobre el tratamiento de aguas. También se puso en contacto con la empresa productora de bienes y servicios exportables FRUSSO máquinas embotelladoras SRL, para que se encargue de la instalación de los equipos en la planta embotelladora de Agua Cajamarca.
En la compra del terreno en Qhara Punku, la construcción del tinglado, la compra e instalación de los equipos, el pago a la empresa asesora y otros, se invirtieron unos 250 mil dólares.
Un mercado difícil
Sin embargo, la gente en Sucre no estaba acostumbrada a beber agua embotellada. Consumía agua hervida o directamente de la pila. Como pionero en este rubro, Carvajal reconoce que le costó mucho abrir un mercado en la ciudad. Tuvo que visitar todas las instituciones públicas y privadas en procura de convencerlas de la importancia del consumo de agua para la salud y demostrar que su producto era sano y garantizado.
“Tuve que prestar todos los equipos, bases y botellones, perdí mucho económicamente porque por entonces no se comercializaban en Bolivia, fueron importados de la Argentina de donde traje un container entero. Contraté promotores de venta, incluso recibí la crítica de algunas personas que me decían: ¡Cómo vas a vender el agua!”.
La consolidación del producto le costó unos dos años; pero siempre tuvo fe en que funcionaría, aun consciente de que no iba a rentar mucho. Durante seis años fue la única embotelladora y llegó vender agua incluso a Potosí por algún tiempo.
Actualmente hay 16 embotelladoras de agua que comercializan sus productos en Sucre. La competencia es grande; aun así, Cajamarca tiene una clientela consolidada desde hace años, sobre todo entre las instituciones y hospitales porque “saben que tienen agua garantizada, que cumple con todos los requisitos exigidos por el SENASAG”, dice el emprendedor a CAPITALES.
La fortaleza de Agua Natural Cajamarca radica en el origen del líquido elemento, considerado a nivel nacional uno de los mejores porque tiene cero sodio y bajo PH, factores muy importantes para la buena salud. Incluso algunos médicos la recetan a sus pacientes. “Se le hace un tratamiento de filtración y bacteriológico; cuanto más natural el agua es mejor”, finaliza Carvajal.
El proceso de Agua Cajamarca
- Desde los manantiales de Cajamarca hasta la planta embotelladora ubicada en Qhara Punku, las aguas recorren unos 23 kilómetros.
- Allí se recibe el agua en dos tanques de fibra de vidrio y plástico.
- El agua pasa por dos filtros: uno de arena y cuarzo y otro de cuarzo y carbón activo.
- De inmediato la purifican con iones de plata, sistema UB y ozonización.
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