El dilatado proceso de adhesión plena de Bolivia al Mercosur superará en la Cumbre de Brasilia un trámite más y podría concluir a fin de año, aunque empresarios bolivianos mantienen sus dudas sobre si eso les beneficiará.
El presidente boliviano, Evo Morales, confirmó ayer que asistirá a la cumbre del Mercosur el próximo viernes, después de realizar una visita oficial de dos días a Argentina.
El viceministro boliviano de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara, explicó a EFE que Bolivia suscribirá otra vez en Brasilia un protocolo de adhesión al grupo como ya lo hizo en 2012, pero el documento esta vez sí llevará la firma de Paraguay.
Los parlamentos de Brasil, Paraguay y Bolivia deberán aprobar después ese protocolo como en su momento hicieron los de Argentina, Uruguay y Venezuela con el primero, que se firmó hace tres años cuando los paraguayos habían quedado fuera del bloque como castigo por la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia de su país.
"Si todo va a buen ritmo, yo creo que a partir de enero del próximo año ya podríamos empezar como miembros plenos y vigentes del Mercosur", agregó Endara.
Explicó que con los otros países se trabajó "intensamente" para lograr el consenso que permitió tener el nuevo protocolo de adhesión para Bolivia y que básicamente es similar al de 2012 en cuanto a los derechos y las obligaciones que tiene para sumarse al bloque.
TRÁMITE Desde 1996 Bolivia es un socio comercial del Mercosur, pero tramita desde hace tres años su integración plena al grupo.
Si los parlamentos paraguayo, brasileño y boliviano ratifican el protocolo este año, su vigencia correrá desde 2016 y Bolivia tendrá otros cuatro años para adherirse a las 3 mil normas del bloque.
Bolivia y el Mercosur ya han logrado una desgravación arancelaria plena, que permite la libre circulación de productos.
DUDAS La expectativa positiva del Gobierno ha sido cuestionada por el privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), la principal entidad de asesoramiento a los exportadores del país.
El gerente del IBCE, Gary Rodríguez, dijo que una preocupación del sector es que cuando avance la Unión Aduanera del bloque Bolivia subirá sus aranceles para terceros, lo que hará que el país dependa sobre todo de la producción de Argentina y Brasil.
Asimismo, según Rodríguez, Bolivia puede tener problemas por la "camisa de fuerza" que supondrá el hecho de que no puede negociar con terceros por su lado, sin tomar en cuenta al Mercosur.
Finalmente, agregó, el proceso de armonización de las normas de Bolivia con las del Mercosur implicará, a su juicio, una renuncia a su soberanía para tomar decisiones económicas.
"Este ingreso de Bolivia al Mercosur tiene más ribetes de carácter político antes que razones comerciales o económicas", dijo.
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