El embajador de España en Bolivia, Ángel Vásquez, de visita en esta ciudad junto al cuerpo diplomático de la Unión Europea (UE) que organizó varios eventos para celebrar el Día de Europa, afirmó que el futuro de las inversiones en Bolivia depende de las características de la ley de arbitraje y es algo que los inversores extranjeros están esperando “expectantes”.
LT: ¿Bolivia está en el mapa de inversiones de España para este año?
Ángel Vásquez (AV): No le puedo contestar con tanta precisión, lo que sí le puedo decir es que Bolivia está en el mapa de inversiones españolas puesto que el primer inversor extranjero en Bolivia es España. No es una cosa que se pueda medir año por año, unos años hay más otros años hay menos, pero son importantes.
También le diré que el inversor español y el inversor internacional (en general), cuando se habla de Bolivia, se da cuenta de que es un país que está en un momento de expansión económica, que tiene muchos sectores que necesitan desarrollarse, que los planes del Gobierno son también muy ambiciosos en ese terreno y que el mensaje político que el Gobierno envía es que se necesitan inversores extranjeros, eso es una cosa muy positiva.
Pero al mismo tiempo hay muchas incertidumbres todavía que conviene disipar. Hace apenas un año se aprobó la famosa Ley de Inversiones, que fue objeto de muchísimo debate en el parlamento, de consulta con actores sociales directamente involucrados. La ley, siempre puede ser mejor, tiene algunos peros que se han puesto de manifiesto, incluso los propios bolivianos así lo reconocen. Creo que, hace poco, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia manifestó que quizás la ley podría ser más ambiciosa; pero hay una nueva ley que el inversor extranjero está esperando que es la ley de arbitraje. Las inversiones extranjeras pueden ocasionar un litigio, puede haber una diferencia y saber cuál será el sistema para dirimir esos conflictos es una cosa muy importante y prueba de esa importancia es que esa famosa ley de arbitraje todavía no ha podido ver la luz y que está siendo objeto de debate en el ámbito parlamentario. Entonces, la comunidad empresarial en general está un poco expectante a ver cómo se resuelve esa cuestión, porque el futuro de las inversiones extranjeras en Bolivia dependerá, en gran medida, de si esa ley establece un sistema justo, equitativo, neutral, ágil, eficaz para resolver las diferencias que puedan surgir.
LT: ¿Cuáles son los atractivos, las potencialidades que ven las empresas españolas en Bolivia?
AV: La principal inversión española en Bolivia son los hidrocarburos, es el motor de la economía nacional. Tenemos aquí operando a Repsol con una posición estratégica muy importante en el país y que, además, ha desarrollado una relación óptima con el Gobierno.
Fuera de ese campo hay muchas empresas españolas trabajando en Bolivia, por ejemplo de ingeniería, también al calor de la inversión en hidrocarburos; también hay otras trabajando en obras públicas, el Gobierno construye carreteras, líneas férreas, puentes; está Maxam que trabaja con explosivos, un buen campo en Bolivia que es un país minero.
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