El empresariado cruceño proyectó que la meta de inversión conjunta entre el sector público y el privado debe lograr $us 59 mil millones hasta el año 2025 con la finalidad de alcanzar los objetivos referidos al desarrollo agrícola, industrialización, transporte, energía, generación de empleo, servicios básicos, erradicación de la extrema pobreza, entre otros.
En una entrevista con Cambio, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Gabriel Dabdoub, señaló que del total de la meta de inversión, $us 24 mil millones deberán corresponder al sector privado y el resto ser responsabilidad del sector nacional, departamental y municipal.
De acuerdo con la proyección de Dabdoub, la meta de inversión para desarrollar el sector agropecuario y agroindustrial, y de este modo garantizar la seguridad alimentaria, alcanza a $us 13 mil millones.
Sin embargo, el grueso de la inversión público-privada de más de $us 40 mil millones debería estar destinado a la infraestructura vial (carreteras y ferrocarriles), energía (gas, electricidad, petróleo) y riego, en cadenas de transporte, además de almacenamiento.
Dabdoub dijo que ello permitirá llegar a una producción anual “de 45 millones de toneladas de alimentos que garantizarán con holgura el mercado interno e incorporarán a Bolivia en el mercado alimentario mundial”.
El Gobierno nacional proyectó la Agenda Patriótica 2025 para fijar varias metas de desarrollo en distintos sectores, como la industrialización de los hidrocarburos y minerales, seguridad alimentaria, cobertura total de servicios básicos, como agua potable, erradicación de la extrema pobreza, integración vial, eliminación del déficit habitacional y otros.
Más crédito productivo sin afectar a la banca
La Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz sostiene que es necesaria la otorgación de más créditos si se busca dar un verdadero salto productivo nacional, pero también señala que el acceso a más financiamiento de recursos económicos debe ser cuidadoso y sin afectar a la estabilidad de la banca.
“Entonces, el debate es cómo eliminar trabas sin afectar la estabilidad de la banca, que es también un patrimonio del desarrollo”, manifestó el presidente de la institución privada cruceña, Gabriel Dabdoub.
De acuerdo con el análisis del representante empresarial, por un lado los productores afirman que tienen dificultades en acceder a los créditos, por su parte, la banca debe ser cuidadosa al otorgar financiamientos.
El Gobierno nacional promulgó el 9 de julio de 2014 el Decreto Supremo 2055, que fija las nuevas tasas de interés para el sector productivo y que reduce a máximos de 11,5% para las microempresas, 7% para la pequeña empresa y 6% para la mediana y empresa grande. Esta norma también establece una tasa mínima de 2% para los ahorros y de 0,18% a 4,10% para los depósitos a plazo fijo.
En este marco del desarrollo productivo nacional, Dabdoub destacó la implementación de la Ley de Inversiones, que resultó del consenso entre los distintos actores productivos y el Gobierno, aunque remarcó que aún queda una tarea pendiente referida a la falta de las reglamentaciones para la norma.
De acuerdo con el Gobierno, la Ley de Inversiones, entre otros aspectos, incorpora incentivos para las empresas que cumplan con el país.
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