"Tienen buen olfato para comprar y como tienen el dinero en mano, cierran el negocio inmediatamente”, afirma José R., agente de bienes raíces.
Así grafica cómo los comerciantes que avanzan en la zona Sur realizan la compra de inmuebles al contado, lo que más de una vez "hizo caer la venta”.
"Un importador quería comprar una casa de más de 300 mil dólares. El día del pago llegó con el dinero en un bolsón, pero la propietaria quería un depósito bancario. El señor insistió en pagar al contado, como la dueña no aceptó, el negocio se cayó”, recuerda José R.
Sin embargo, hay quienes no se hacen problema por el cash.
El subalcalde Carlos Urquizo sostiene que "incluso los antiguos vecinos que quieren mantener el carácter y el estilo residencial de San Miguel” ceden ante el dinero contante y sonante.
Lo mismo ocurre en La Florida, Achumani, Aranjuez o Irpavi, donde estos inversores tienen puesto el ojo.
"Les ponen medio millón de dólares por su propiedad, por la que hace unos años pagaron 25.000 o 20.000 dólares, y suelen cambiar de opinión. La presión del mercado se impone”, dice Urquizo.
Otra característica de estos comerciantes a la hora de hacer negocios es evitar a los intermediarios, las inmobiliarias.
"Identifican la propiedad por el periódico. Hacen el contacto con la inmobiliaria, se la hacen mostrar y dicen que lo pensarán, pero buscan al propietario, se reúnen con él, le muestran el dinero y compran al contado. Así la inmobiliaria queda fuera”, cuenta José R.
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