"Hace poco, un grupo de importadores se asoció para comprar un centro
comercial en la Montenegro de San Miguel. Pagaron seis millones de
dólares al contado”, afirma un corredor de bienes raíces de la zona Sur
que prefiere guardar su nombre en reserva.
La empresa en la que trabaja tiene más de 20 años en el mercado de los
bienes raíces y en su cartera de clientes destacan "grandes”
importadores de sanitarios, herramientas, telas, lámparas y luminarias,
que tienen sus negocios en las calles más comerciales de la ciudad de La
Paz: Gran Poder, Eloy Salmón, Huyustus, Isaac Tamayo y otras.
"En los últimos años, muchos comerciantes grandes vinieron a invertir su
capital en la zona Sur en inmuebles y pagan en efectivo. Compran las
casitas de San Miguel, que oscilan entre 200 y 400 mil dólares, para
construir edificios con tiendas”, señala otro agente de bienes raíces.
"Una comerciante que vende sanitarios en la calle Santa Cruz compró una
casa en la calle 10 de Calacoto. La dividió en tiendas, que alquila, y
ella vive en la residencia. Su hermano adquirió otra casa que está
frente a la iglesia San Miguel”, añade.
El subalcalde de la zona Sur, Carlos Urquizo, explica que esta explosión
de inversiones representa la expansión de la "exitosa burguesía aymara ”
dedicada al comercio, que vio en la zona Sur posibilidades de
expansión.
"Es una orientación y expansión de sus negocios hacia el sur. Todo es
resultado de la presión del mercado. Estamos ante un fenómeno de
traslación y sucesión, que es normal”, afirma.
Añade que para quien es exitoso, no hay límites para crecer. "Si
económicamente eres una persona exitosa en cualquier rubro y en un
determinado lugar, lo siguiente que haces es expandir tu negocio a un
mercado más grande y de mayor nivel adquisitivo. Una vez que generas
excedentes, mejoras tus condiciones de vida y te trasladas a un lugar
con mejor clima y mejores servicios, como la zona Sur”, subraya.
Urquizo sostiene que esta expansión no puede medirse en términos
espaciales ni estructurales, porque la Subalcaldía no segmenta la
propiedad de inmuebles y comercios de la zona Sur por el origen de sus
propietarios. "El fenómeno es estrictamente perceptivo”, afirma.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales de la zona Sur,
Facundo Hurtado, confirma esa percepción: "Conocemos y vemos desde hace
más de 10 años fuertes inversiones de comerciantes que compraron
(antes) propiedades en las zonas del Gran Poder y Buenos Aires”. Todo
comenzó con grupos que llegaron a la zona Sur para alquilar en grupo
locales comerciales de ropa, cosméticos y otros artículos.
En 2013, el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB)
publicó el trabajo "Hacer plata sin planta, el desborde de los
comerciantes populares en Bolivia”, en el que hace referencia al
movimiento. "Ya desde algunos años, hemos empezado a ver un tipo de
inversión en vivienda en el corazón de la zona Sur por parte de
comerciantes populares. Algunos compran terrenos para revender viviendas
y otros para habitar”, dice el documento.
El trabajo muestra una entrevista realizada a Jaime Marca, quien
"después de haber consultado con un yatiri, ha comprado una casa en
Achumani con el propósito de trasladarse allí con su familia. Sin
embargo, después de seis meses, la ha revendido, con una ganancia de
20.000 dólares”.
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