Luego de conocerse a través de la prensa el Decreto Supremo No. 1802 del 20 de noviembre de 2013 que, bajo el denominativo de “Esfuerzo por Bolivia”, dispone el pago de un doble aguinaldo cuando el crecimiento anual del Producto Interno Bruto supere el 4,5%, el sector industrial del país manifestó la imposibilidad de pago y solicitó la suspensión de la medida.
La disposición que aprueba el doble aguinaldo fue de completo y absoluto rechazo por el sector industrial, puesto que ha sido asumida por el Gobierno sin mediar el más mínimo intento de consulta y de búsqueda de consenso con el sector privado, indica una nota de prensa del sector.
Los industriales consideran, a su vez, que la medida no fomenta la industrialización manufacturera en el país, y por el contrario incentiva las actividades informales.
Según la Cámara Nacional de Industrias (CNI), esta nueva medida replica acciones unilaterales, como el control de precios o la prohibición de exportaciones, que en el pasado reciente ya han causado enormes dificultades a la empresa privada que se ve arrastrada al cumplimiento de obligaciones y sometida a restricciones que coartan su crecimiento y llenan de incertidumbre su futuro.
"La medida asumida no sólo es política sino que, además, es demagógica, no simplemente porque se asume en una etapa pre-eleccionaria, tratando de comprar simpatías y asegurar votos, sino también porque con base en un escenario económico presuntamente favorable y absolutamente coyuntural, genera derechos que, en lo sucesivo, se transformarán en cargas laborales que encarecerán la mano de obra y, una vez más, penalizarán a los pocos actores formales de una economía en la que, la informalidad y la competencia desleal, transforman a todo aquel que se aventura a hacer empresa privada en un sujeto expuesto al azar", señaló la CNI.
Explicar numéricamente en detalle el impacto económico que esta inconsulta medida tiene para la empresa privada, enfatizando en su falta de oportunidad y los riesgos a los que expone a quienes no se encuentren en las posibilidades económicas de cumplirla, posiblemente solo desviaría el debate del tema de fondo, el cual es la absoluta miopía del Gobierno que, de forma completamente simplista, asume que el crecimiento de la economía baja en cascada de forma igualitaria y abarca a todas las unidades productivas, dejando de ver, muy convenientemente, realidades que son tremendamente distintas y en las cuales están comprometidos esfuerzos, patrimonios y esperanzas que no se guían por simples promedios.
Se llama a la medida asumida “Esfuerzo por Bolivia” y el sector industrial se pregunta ¿dónde está el esfuerzo, que también por el país, el Gobierno debería hacer frenando el contrabando, luchando contra la corrupción y asegurando reglas de juego estables que no hagan del emprendimiento privado un juego sin un resultado medianamente predecible?
"Quisiéramos creer que posiciones como la que expresamos servirán para llamar a la reflexión y a la enmienda de lo que consideramos un error de serias proporciones. Lamentablemente, los antecedentes no parecen avalar nuestras expectativas. Queda claro, en todo caso, que la responsabilidad de las consecuencias que se vayan a enfrentar será de quienes generan cantos de sirena y de quienes, irreflexivamente, los escuchan", agrega la institución gremial industrial.
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