martes, 24 de septiembre de 2013

Santa Cruz, la tierra prometida

Según el censo de 1950, el departamento de Santa Cruz no llegaba a 300 mil habitantes y la capital tenía menos de 50.000 ciudadanos. Sesenta y dos años después, los resultados del censo 2012 dan cuenta de que la población cruceña creció a casi 2,7 millones de habitantes, de los que 1,5 millones viven en el área urbana.
Pese a la fuerte migración al exterior de los últimos años, el explosivo crecimiento poblacional en Santa Cruz es la constatación crítica y objetiva de que el modelo productivo cruceño resultó tan exitoso que provocó una fuerte migración interna y un alto desarrollo gracias a su condición de "polo de atracción”.

Santa Cruz en cifras
Después de bastante tiempo de un crecimiento promedio del 3%, el Producto Interno Bruto (PIB) de Santa Cruz volvió a crecer al ritmo de las "tasas asiáticas” gracias a su pujante sector agroproductivo y agroexportador, base de la economía cruceña alrededor de la cual se generó una maraña de actividades secundarias y terciarias, que reconfiguraron el PIB regional.
Hoy casi el 50% de este PIB se debe a la contribución del sector terciario, una vasta economía de servicios de toda índole, además del comercio que, sin aquella actividad motora primaria, no tendría razón de ser.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB de Bolivia creció 5,17% en 2011, una destacable expansión de la producción de bienes y servicios en todo el país -considerando que una vez más se ubicó sobre la media regional latinoamericana- pero el PIB cruceño llegó a un 5,7%.
Este esfuerzo fue coronado en 2012, pues mientras el PIB boliviano subió un 5,18%, el de Santa Cruz creció en 8,6%.
La economía de Santa Cruz tiene un fortísimo basamento en la actividad productiva privada, principalmente agropecuaria, agroindustrial y forestal, con una fuerte orientación al mercado externo, lo que le permite crecer mucho más de lo que el tamaño del mercado interno le permitiría.
Si bien es cierto que la tasa de expansión de su economía se vio disminuida por los resabios de la crisis mundial y el freno que se impuso desde el Estado a la exportación de alimentos, el buen ambiente del mercado externo y cierta flexibilización en las restricciones a la exportación ayudaron a mejorar el crecimiento y, con ello, a que Bolivia también pueda crecer más.
El cruceño, tanto el nacido en Santa Cruz como el que emigró desde Bolivia o el exterior, encuentra en la región una suerte de "tierra prometida” y opta como filosofía de vida la "libertad de hacer” y de "ser.
Esto porque el modelo productivo cruceño pasa a conjugar una virtuosa combinación de las aspiraciones del "capitalismo” y del "socialismo”.
La orientación al mercado, abasteciendo primero el mercado interno, sustituyendo importaciones, y después exportando grandes excedentes a los mercados internacionales, se sustentó históricamente con el desarrollo "pari passu” del "cooperativismo” a partir de entidades de derecho privado prestadoras de servicios públicos creadas sobre la base del "esfuerzo asociativo”, tal el caso de la CRE, COTAS y Saguapac, que llenaron el vacío dejado por el Estado en tareas como brindar servicios básicos.
A la par de otra destacada entidad, como el Comité de Obras Públicas, que se encargó de la construcción de caminos y pavimento, la Corporación Regional de Desarrollo de Santa Cruz aportó con una planificación orientadora e indicativa, con la gestación de empresas e iniciativas productivas.
De tal manera que lo hecho hasta ahora por Santa Cruz en cuanto a desarrollo tiene su correlato en el empuje de la iniciativa privada, muy bien apuntalada por cámaras sectoriales que con gran visión y esfuerzo hicieron y hacen lo suyo.
La economía del departamento de Santa Cruz resulta vital para la economía de Bolivia y las estadísticas son más que elocuentes.
Según datos del INE, Santa Cruz aumentó a un 28,3% su aporte al PIB del país durante 2012, destacándolo aún más como el principal aportante a la economía, superando a La Paz (25,4%), Cochabamba (14,3%), Tarija (13,6%), Potosí (5,4%), Oruro (5%), Chuquisaca (4,6%), Beni (2,5%) y Pando (0,9%).
Respecto del PIB agropecuario, el reciente dato conocido indica que la región aporta con el 42%. Según la Cámara Agropecuaria del Oriente, el aporte del departamento a la seguridad y soberanía alimentaria del país es destacable: el 70% de los alimentos que consume Bolivia es generado en la región oriental.
Así las cosas, Santa Cruz es de lejos el nuevo "granero de Bolivia” y alimenta al mundo con sus campos de soya, girasol, azúcar, frijol y maíz, entre otros.
En la actualidad genera el 30% de la producción de carne bovina; participa con un 45% en la producción de carne de pollo; 65% en la producción de huevos; 72% en maíz; 76% en trigo; 83% en arroz; 86% en caña de azúcar, y prácticamente con el 100% en la producción de oleaginosas.
Esto se logró con la expansión de la frontera agrícola en el oriente desde 1,23 millones de hectáreas en 2000 hasta 2,38 millones en 2012, equivaliendo a un 74% de la superficie total cultivada en Bolivia, con una expansión del 94%.
Gracias a ello la producción de alimentos en Santa Cruz pasó de 6,37 millones de toneladas a 12,94 millones entre 2000 y 2012, aportando al total nacional con un 89% en términos de volumen, con una expansión relativa del 103% en cuanto al incremento del quantum de alimentos logrado durante dicho lapso.

Exportaciones e importaciones
La región aporta con el 26% al valor global de las exportaciones bolivianas, y es líder indiscutible en exportaciones no tradicionales (agropecuarias, agroindustriales, forestales, manufactureras, artesanales) con el 65% de aporte, principalmente gracias a sus agroexportaciones, a las que en términos de volumen aporta con más del 90% del total.
Según el INE, las ventas externas del departamento en 2012 marcaron un nuevo récord con 3.002 millones de dólares -colocándose como el segundo de mayor aporte luego de Tarija, que apuesta fuertemente a los recursos naturales no renovables como el gas natural. De los 3.002 millones de dólares exportados por Santa Cruz, 1.383 millones correspondieron a las ventas no tradicionales.
En materia de importaciones, Santa Cruz compró al mundo 3.754 millones de dólares en 2012, ubicándose como el departamento por el cual se viabilizó la mayor cantidad de importación y de nacionalización de mercadería.
Un elemento para destacar del desarrollo cruceño es su sostenibilidad. A diferencia de otros departamentos, la economía es diversificada y menos dependiente del vaivén de los precios de las materias primas.

Vienen días mejores para Santa Cruz. Su pujanza y determinación, su visión de empresa y de progreso y la inclaudicable determinación de sus instituciones por forjar un mejor departamento y un mejor país son la garantía para que ello ocurra.

Gary Antonio Rodríguez A.
Economista, gerente general
del IBCE

"El cruceño, tanto el nacido en Santa Cruz como el que emigró desde Bolivia o el exterior, encuentra en la región una suerte de ‘tierra prometida’”.

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