El sucrense Yusef Schugair Dueri (37) nació en una familia de emprendedores. Este inversionista cree que el gusto por los negocios lo lleva en la sangre por sus raíces palestinas. Cuando tenía 19 años su padre falleció, por lo que a temprana edad tuvo que involucrarse en la empresa familiar. “Sabía que la clave del éxito no solo era contar con el capital, sino también capacitarme. Por eso estudié Administración de Empresas e hice una maestría en Harvard”, explicó. Inquieto e intrépido como el deporte que lo apasiona (hipismo), desde Schuga Motors maneja diferentes negocios: venta y alquiler de vehículos usados y nuevos, alquiler de inmuebles, panadería y distribución de productos Arcor. Fue presidente de la Federación de Empresarios de Chuquisaca y de la Cámara de Industria y Comercio de ese departamento.
—¿Fue difícil asumir el negocio familiar siendo tan joven?
La empresa tiene 25 años de operaciones en el mercado. Mi padre empezó con la venta de motorizados y la empresa se denominaba Auto Cambio, luego fue Toyo Shop Automotors (por la representación de Toyota) y ahora es Schuga Motors. Además, teníamos hamburguesería, panadería, alquiler de vehículos y distribución de productos Arcor en Sucre.
Sin embargo, no hubo problemas con mis hermanas (tres) porque yo trabajo en lo mío, ellas no se involucran.
En mi caso, complementé la venta y alquiler de vehículos con otras áreas, como el taller de mecánica y chaperío.
—¿Es una ventaja crecer en una empresa familiar?
Sí, la empresa familiar ayuda cuando hay confianza y profesionalismo. Luego de la universidad pude aplicar ideas innovadoras para que el
negocio crezca.
—Son negocios diferentes ¿prefiere diversificar la inversión para reducir el riesgo?
Sí. Como dicen, hay que poner los huevos en varias canastas. Tenemos una gama de negocios en la empresa familiar. En los últimos años incursionamos en la construcción, entonces hacemos urbanizaciones y luego alquilamos. Nos resultó interesante incursionar en
el negocio de inmuebles.
Además, cuento con una venta de vehículos nuevos y usados en Santa Cruz y también alquilo inmuebles en esa ciudad, considero que fue un acierto invertir en la capital cruceña. Otro de los negocios es una panadería en Potosí.
— ¿Vende inmuebles?
No, prefiero alquilarlos.
—¿Cuántos trabajadores están a su cargo?
Son 60, entre directos e indirectos, porque los chapistas y algunos técnicos son temporales.
—¿Cómo le fue en 2012? ¿registraron un crecimiento?
Sí, crecimos un 20% con respecto a 2011 en la venta de vehículos; sin embargo, en la comercialización de los productos Arcor se mantienen las cifras, porque debemos competir con el contrabando.
—¿Qué planes tiene para este año?
Este año me gustaría incursionar en el mercado externo, quizás hacer inversiones en Perú, Chile y Brasil, abrir empresas dedicadas al alquiler de vehículos e inmuebles.
— Ud. ha sido dirigente empresarial ¿cómo está la economía chuquisaqueña?
Lamentablemente no hay mucha inversión por la recesión económica que se registra en la región. Vemos que hay inversión pública en la construcción de caminos, varios proyectos y desarrollo, pero lo demás se frenó un poco.
—¿Se frenó la inversión privada? ¿a qué se debe?
Sí, el financiamiento empresarial es nulo y se evidencia una recesión económica. Los frenos se dieron por dos razones: la inseguridad jurídica en las inversiones, provocada por la nacionalización de la fábrica de cemento Fancesa, y la otra es la caída en la exportación de los productos agrícolas, generada por una reducción en la producción de cerveza y chocolates. Considero que la población estudiantil es la que salva de alguna manera la economía.
—Sin embargo, Sucre tiene potencial...
Sí, Sucre tiene la ventaja competitiva de tener un consumo masivo y la desventaja de no tener mucha expansión y desarrollo productivo. Necesitamos seguridad jurídica para las inversiones, descuento en las patentes y buscar que el aparato productivo tenga un buen desarrollo porque hay un gran potencial
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