lunes, 17 de junio de 2013

Ingesta de leche per cápita pasó de 28 a 43 litros



La evolución de este hábito de consumo se produjo en seis años

En seis años, el consumo anual de leche por persona en Bolivia pasó de 28,1 a cerca de 43. La primera cifra fue una aproximación que hizo en 2007 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Hoy, ProBolivia (entidad desconcentrada que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo y promueve la productividad) cifra en 42,8 litros la cantidad.

Ante la falta de datos sobre el consumo de leche, ProBolivia y el Instituto Nacional de Estadística (INE) organizaron la información sobre la base de los registros existentes para tener una “cifra propia”, subrayó el director de la agencia gubernamental que apoya al sector productivo, Óscar Alcaraz.

“Hemos construido una cifra de consumo per cápita. Está en 42,8 litros de leche por persona. Es un cálculo actual, el anterior (28,1 litros) era una estimación de la FAO realizada en 2007. Esta cifra se construyó con base en los datos que nos llegan de las empresas, es la producción industrial nacional que se complementa con la producción no industrial, la del área rural y la información de importación de leche, principalmente de leche en polvo. Todo esto se dividió sobre el número de la población boliviana (10,3 millones de habitantes)”.

En gran parte de los países de la región predominan sistemas de producción de leche de doble propósito, con esquemas productivos familiares, en los que resulta prácticamente imposible medir la cantidad de leche producida, porque no hay una entrega medible a circuitos formales, sino que una parte no menor se destina a consumo propio, de los animales o la familia, cruda o procesada.

“Este tema se profundiza un poco más adelante, cuando se discuten cuestiones de interpretación respecto de la leche total en comparación con la leche formal, o procesada por la industria”, precisa el informe Sobre la situación de la lechería en América Latina y el Caribe 2011, de la FAO y el FEPALE.

Nutripil. Alcaraz indicó que durante las conversaciones con los representantes de las industrias lácteas, establecieron que el consumo de leche en el campo se topaba con problemas; una solución es Nutripil.

“En el área rural no hay mucho consumo de leche y si a un niño se le da mayor cantidad de este alimento después de mucho tiempo, le puede provocar malestares estomacales”, explicó.

Para llegar a esta población nació Nutripil, en dos presentaciones de 830 ml, a Bs 4 la blanca y Bs 4,50 la chocolatada, deslactosadas con adición de vitaminas. ProBolivia evaluará el impacto de la penetración en el campo.


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