domingo, 23 de septiembre de 2012

La industria cerámica apunta a consolidar la exportación

Perú, Chile, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia y Venezuela son algunos de los países a los que llegan los productos de la industria cerámica boliviana, que luego de asegurar el abastecimiento del mercado nacional se proyecta al exterior en medio de una permanente competencia por consolidar el liderazgo a través de la innovación y diversificación de productos.

El “boom” de la construcción, ocurrido en los últimos años, hizo que la demanda de cerámica tuviera también un incremento en el mercado interno, ya que las tasas de crecimiento se han mantenido positivas desde 2004 a la fecha con un promedio de 8,3 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La construcción ha participado del PIB nacional en un promedio de 2,5 por ciento en los últimos 10 años. A esto se suman las estimaciones sobre el crecimiento de la economía en el país, que indican una proyección para este año de 5,52 por ciento de acuerdo al Presupuesto General del Estado (PGE) presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

Este comportamiento estable de la economía nacional permitió también que los objetivos de la industria de la cerámica, en cuanto a exportación, se puedan consolidar y ampliar.

Según datos preliminares proporcionados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), basados en estadísticas del INE, de 2011 a 2012 la exportación de productos de cerámica para la construcción se incrementó en 16 por ciento, es decir de 37.860 a 45.065 kilogramos, equivalentes a más de 3,4 millones de dólares en 2012 respecto a los 3,1 millones de dólares en 2011.

Como ejemplo de ese crecimiento, la gerente general de Cerámica Boliviana Ltda. (Cerabol), Sandra Bruno de Ferra señala que analiza ampliar exportaciones a Chile y Brasil. Cerabol ya llega con sus productos a Uruguay y Perú.

Por su parte, el gerente general de Cerámica Coboce, Julio Munguía, concuerda con que hay un crecimiento evidente del rubro, a nivel nacional, en los últimos 10 años y que se ha logrado “consolidar la presencia del producto nacional en todo el país, en un porcentaje mayor con relación a las importaciones; pero también desarrollar productos de alta calidad que hoy en día están a la altura de los productos brasileros, españoles o italianos, entre otros”.

Coboce ha consolidado nichos de mercados en todo el sur de Perú y Lima, norte de Chile, Ecuador y EEUU, con la proyección a mediano plazo de expandirse a mercados de Uruguay, Paraguay y Colombia.

Sin embargo, cuidar el abastecimiento del mercado interno sigue siendo la premisa de estas industrias que aún destinan el mayor porcentaje de su producción a este objetivo.

“Actualmente contamos con una capacidad de producción de 9,6 millones de metros cuadrados anuales, de los cuales el 15 por ciento está destinado a la exportación”, afirma el gerente general de la Fábrica Boliviana de Cerámica (Faboce), Ricardo Auzza, cuyos productos llegan a Chile, Perú, los países de ultramar y, recientemente, a Paraguay y Uruguay.

Batalla por el liderazgo

El incremento de la capacidad productiva, la diversificación, incorporación de tecnología y afianzamiento de las exportaciones podrían resumir, en este momento, los aspectos en los cuales compiten las industrias de cerámica en el país.

Faboce apuesta por la consolidación de un “triángulo productivo” con la inauguración, en días pasados, de una nueva planta en Tarija que con tecnología italiana y mano de obra boliviana se unirá a Cochabamba y Santa Cruz para alcanzar una producción de 800.000 metros cuadrados al mes, con la característica de poder cambiar de productos con rapidez. A esto se suma la línea Matisse para revestimiento y pisos.

Por su parte, Coboce incorpora la teja prensada y esmaltada de diferentes colores, un producto calificado por sus ejecutivos como innovador y de alta calidad.

Asimismo, Cerabol realizó una inversión de más de 7 millones de dólares inaugurando el año pasado “Rafaela”, una segunda planta que le permitió triplicar su producción llegando a los 240.000 metros cuadrados al mes.

PERCEPCIONES

Ricardo Auzza

Gerente general de Faboce

“El mercado nacional va a seguir creciendo porque hoy en día el desarrollo de las regiones es política de Estado; la autonomía de las municipalidades genera crecimiento e inversiones y, claro, todos esos sectores requieren de nuestros productos”.



Sandra Bruno de Ferra

Gerente general de Cerabol

“El movimiento económico influye en gran manera para el desarrollo de la construcción, gracias al cual las empresas nacionales hemos apostado y realizado importantes inversiones”.



Julio Munguía

Gerente general de Coboce

“(Para) ser sostenibles a largo plazo deben encararse proyectos de crecimiento de nuestra capacidad productiva (mayores volúmenes), que nos permitan bajar los costos de producción y, por ende, ser competitivos en estos nichos de mercado. Además es importante mencionar el apoyo del Gobierno con políticas económicas que garanticen las exportaciones”.



OPINIÓN

“Se importa 10

veces más de lo

que se exporta”



Gary Rodríguez A., Gerente General IBCE

Nunca jamás se había visto en Bolivia un frenesí constructor como el actual, fruto de varios factores como el increíble momento para la economía boliviana, favorecida por los altos precios para sus exportaciones (más de 9.000 millones de dólares en 2011); las remesas de nuestros compatriotas desde el exterior (1.000 millones anuales); el incremento del gasto y la inversión pública; las bajas tasas de interés y facilidades en la banca, y el dinero de una economía subterránea que impactó en una suerte de “fiebre inmobiliaria”.

Muchos se beneficiaron (las empresas constructoras, albañiles, carpinteros, electricistas, etc.) subiendo el costo de sus servicios. Lo mismo pasó en la industria del cemento, la importación de materiales de construcción, las ventas en ferreterías, todos ganaron y la industria cerámica no fue la excepción.

Se sabe que las fábricas bolivianas no sólo han estado trabajando a plena capacidad, sino que incluso algunas tuvieron que importar ciertos productos para atender la creciente demanda de sus clientes, aunque hubo otras que también se dieron a la tarea de exportar.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año 2000 Bolivia exportó 173.000 dólares en productos cerámicos para la construcción, incrementándose en el 2011 hasta 3,1 millones de dólares, siendo el principal vendedor Cochabamba con 1,7 millones; seguido de lejos por La Paz (740.124 dólares) y Santa Cruz (630.062 dólares). A julio de 2012, las exportaciones de productos cerámicos para construcción llegaron a 3,4 millones de dólares, superando a toda la gestión pasada.

Pero las importaciones crecieron también de 11,3 millones de dólares, en 2000, hasta un nuevo récord por 35,3 millones en 2011. El principal importador fue Santa Cruz con 18 millones, seguido por La Paz con 7,5 millones y después por Cochabamba y Oruro, cada uno con 4 millones. Hasta julio de 2012, las importaciones de tales productos suman ya 17,3 millones de dólares.

Así, el balance del sector, en materia de comercio exterior, resulta deficitario.

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