Un cruce de acusaciones se produjo ayer entre las cementeras Soboce y el Grupo Cementos de Chihuahua por la venta, por parte de ésta última, del 47,02% de la empresa.
El 18 de agosto, Chihuahua vendió el porcentaje mencionado a la empresa peruana Consorcio Cementero del Sur, que además es propietaria del Grupo Gloria, que produce lácteos y administra en Bolivia la empresa PIL. Este consorcio vende en Bolivia el cemento Yura, por lo que se puede considerar como un competidor de Soboce en el mercado local. Ahí radica la preocupación de Soboce por la venta de las acciones, dijeron observadores locales. Tras el anuncio de la venta de las acciones, Soboce emitió el domingo un comunicado en el que declara su molestia por la venta. Señaló que: “Soboce ha estado negociando los últimos meses la compra de las acciones del Grupo de Cementos Chihuahua (GCC)”. En ese proceso, “tomó conocimiento de que GCC tenía otros interesados”. Apelando a su derecho de “adquisición preferente”, dice Soboce, hizo una oferta por las acciones de esa empresa mexicana. “Ahora, como ha sido informado desde Lima y México, el grupo cementero mexicano ha anunciado la venta de su participación en Soboce al Consorcio Cementero del Sur SA del Perú, incumpliendo el acuerdo de accionistas suscrito”.
Ese comunicado menciona que Soboce recurrirá a un arbitraje internacional y que “tiene una tradición de cumplimiento de la ley y de los acuerdos que suscribe, y considera que existen todos los fundamentos para reclamar a la empresa mexicana GCC por el incumplimiento de un acuerdo válido”. Ayer, en respuesta a esa versión, Chihuahua negó que haya violado el acuerdo.
“Dejamos en claro que se respetó el Acuerdo de Accionistas suscrito entre Chihuahua y Soboce en todos sus aspectos y en particular en lo referente al derecho de adquisición preferente otorgado a favor de la compañía CIMSA-Soboce.
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