Ambos sectores coinciden que hay al menos 10 necesidades urgentes que resolver en los cuatro puntos cardinales del territorio paceño.
La visión de desarrollo departamental de la Gobernación de La Paz para el 2020 es que será “eje integrador del país y de la región subcontinental”, en base a un “desarrollo económico productivo con equidad e inclusión basada en potenciales productivos territoriales”.
El área metropolitana, municipios de las provincias Murillo, Ingavi y Los Andes avanza, liderada por el municipio paceño, en una Estrategia de Desarrollo Local. “Entendiendo lo local como perspectiva metropolitana con inclusión territorial interna que incluye al área rural y urbana y supramunicipal, con posibilidades de vinculación económica de la subregión andina, es decir municipios del norte chileno y sur peruano”, señala el oficial mayor de Promoción Económica del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Ronal Pereira Peña.
Son sueños que provienen del siglo pasado. La realidad es otra. Falta “infraestructura caminera para promover el desarrollo económico productivo y turístico del norte paceño; implementación de un plan estratégico de desarrollo productivo, por cuanto existen planes pero ninguno se ejecutó”, compara en relación a una década pasada, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, Luis Urquizo Valdivia.
Vincular 85 municipios es el reto. Hoy se tiene una carretera de vinculación internacional bioceánica, una carretera asfaltada hacia la principal frontera turística, Copacabana, y otra comercial, al Desaguadero. Lo positivo en décadas: se iniciaron obras para llegar al norte con la carretera Santa Barbara-Quiquibey y se construye la doble vía La Paz-Oruro.
La falta de acceso a servicios (agua, electricidad, telecomunicaciones) y saneamiento básico ocupan el segundo lugar en la agenda económica y social de los municipios.
“El bajo crecimiento de la economía paceña y la débil generación de oportunidades de empleo” se refleja en la tasa de migración neta negativa de -2,6, advierte la Fundación Milenio. “Los paceños emigran en busca de mejores oportunidades”.
“El área rural del altiplano ejerce un rol importante en la seguridad alimentaria de la población mediante la provisión de productos: carne de llama, ovina y bovina, quinua, papa, chuño y hortalizas”, destaca el directo del CIPCA, Lorenzo Soliz, pero advierte que las necesidades de apoyo al desarrollo productivo y a las organizaciones de pequeños productores campesinos podrían “seguir potenciando la capacidad productiva”.
Planes de riego es una tarea pendiente para el altiplano, valles, yungas y amazonía paceña. En este aspecto, la difusión de saberes locales no logra que se integren al conocimiento.
El área rural es clave para el sector exportador, industrial y de comercio porque es el primer eslabón de las cadenas productivas de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, coinciden la Cámara Nacional de Industria y la Cámara de Exportadores (Camex) de La Paz.
“La informalidad, el flagelo del contrabando y menores condiciones para la atracción de inversiones” deben ser solucionados, enfatiza el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Óscar Calle Rojas.
Economía paceña en cifras
PIB
Según datos de Fundación Milenio el PIB per cápita de La Paz fue inferior al promedio nacional, con excepción de 1995 y 1996, y en el 2000 la diferencia fue superior a los $us 100 (de $us 1.683 a $us 1.548). Para el 2009 la brecha fue de $us 135.
Empresas
Registros de Industria, Comercio y Exportadores, La Paz reúne a más de 2.000 empresas formalmente registradas. 80 están en los Yungas; una decena de asociaciones de productores exportadores en el altiplano.
Actividades
Servicios financieros, administración pública (40%); industria manufacturera (16%), transportes y comunicaciones (15%) y agricultura (7%).
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