¿En qué actividades económicas está el Gobierno? ¿Qué espacios deja al sector privado? La respuesta es que compite en los ocho grandes sectores económicos que antes eran de dominio exclusivo del sector privado.
Su intervención responde a regular precios que eviten la especulación, facilitar el apoyo a los productores rurales, iniciar el camino hacia la industrialización, nacionalización de sectores estratégicos.
El Instituto Nacional de Estadística organiza en 11 grandes sectores a las actividades económicas que aportan al Producto Interno Bruto (PIB). El Gobierno, a través de las 28 empresas públicas y nacionalizadas, está en ocho de ellas.
“Si bien en este momento hay señales de que el Gobierno va a empezar a competir con el sector privado, creemos que toda competencia es sana siempre y cuando esté en base a reglas bien claras”, manifestó el primer vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), el empresario cochabambino Fernando Antezana.
“El Gobierno quiere tener empresas que le permitan producir en algunos rubros; inclusive controlar precios. Tener empresas estratégicas que compitan en el mercado. Respetamos esas políticas, son reglas del juego”, apuntó.
Sin embargo, “hay que salir de este falso debate entre público-privado. ‘Público’ hace algunos años era mala palabra y ‘privado’ era una maravilla y ahora se invierte el péndulo. Todos nos volvemos estatistas un tiempo y otro pro sector privado. Hay que buscarle algún equilibrio”, aseguró el director de Maestrías para el Desarrollo UCB-MpD, Gonzalo Chávez.
En este regreso del péndulo, el Gobierno de alguna manera ha estado arrinconando al sector privado, opinó Chávez. “Probablemente a futuro se compensen las cosas” sostuvo, en función a la definición e implementación de políticas públicas para todos los sectores productivos y empresariales.
La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) fue la primera en incursionar en el mercado para evitar especulación en precios del aceite, arroz, harina, carne y pollo, el 2007. Tiene tiendas y silos para proveer de granos. Los productores reciben semillas y mejores precios. Compite con el sector exportador oleaginoso.
En minería, Comibol está a cargo de las nacionalizadas. El Gobierno avanza en los proyectos de industrialización del litio, cobre. También está la siderúrgica del Mutún. Es un sector estratégico, al igual que el de hidrocarburos, donde está la corporación YPFB; y servicios con Entel.
Con los programas del Banco de Desarrollo Productivo intervienen en facilitar el acceso al crédito a sectores productivos que nunca lo tuvieron, a través de la banca tradicional.
La competencia para el sector privado está en el sector industrial. Azúcar, cemento, lácteos, cajas de cartón, papel reciclado y cemento, son industrias estatales que están en plena construcción. Su objetivo es ampliar la producción agrícola, proveer de embalajes a sectores productivos y tener materia prima para el programa de vivienda.
En turismo no ingresó, pero apoya con créditos del BDP.
La preocupación es que las empresas privadas que producen lo mismo que los públicos no tengan las mismas “facilidades que se les otorgaría a las estatales”, sostuvo Antezana, aunque subrayó que “hasta ahora no se tiene esa señal”.
A menos de una semana de su posesión, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Antonia Rodríguez, indicó que se reforzarán los proyectos de intervención del Estado.
Aún falta calidad para la revolución productiva
Falta intervención de calidad del Estado para que avance la revolución productiva, aseguró el economista Gonzalo Chávez.
“Aún no veo, es la intervención de calidad del Estado; acciones en coordinación del sector público y privado y no sólo de control y sometimiento. La complementariedad, la asociatividad público privada, la búsqueda de escalas eficientes entre ambos y la mayor participación de los productores en las tomas de decisiones (...) es un desafío”, subrayó.
El Gobierno, en su primera gestión estuvo dedicado al manejo tradicional de la política pública, al diseño institucional de las políticas públicas, a los cambios en las nuevas leyes, a la macroeconomía, enumeró Chávez.
Espera que en la segunda gestión del MAS, “realmente empezar de abajo hacia arriba la revolución productiva” y, “probablemente, esa intervención de calidad, que es la cualitativa, viene del poder local, regional, municipal”, planteó.
Sin embargo, se precisa una política industrial que permita identificar a los sectores competitivos de la economía boliviana, que generen alto empleo, valor agregado. Los emprendedores, productores artesanales, pequeñas empresas, necesitan no sólo de acceso al crédito. Infraestructura caminera que les permita llegar a los centros de consumo en el mercado interno es una prioridad; también la productiva que apoye a la exportación.
“Creo que el Gobierno tiene que saber qué sectores tienen un enorme potencial de sostenibilidad, que van a hacer innovaciones tecnológicas, que van a potenciar sus trabajos. Ellos son los primeros que hay que apoyar; y tener cuidado de que algunas organizaciones sociales provoquen rentismo, precisó.
Entrevista
“La gran empresa tiene que aprender a compartir, no el dinero, sino el trabajo”
Antonia Rodríguez Medrano, ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Nació en el cantón Duraznos, provincia Linares de Potosí. De niña ayudó en el cuidado de animales; a los 11 años tuvo que empezar a trabajar como empleada doméstica cuidando el bebé de una profesora en Caiza D. En la década de 1970 llegó a La Paz. Vive 30 años en El Alto. Tiene tres hijos. Aprendió a elaborar artesanías que recuperaban aspectos culturales. La experiencia la amplió a 39 organizaciones que dieron paso a la Asociación Señor de Mayo en 1989. Las mujeres aprendieron a organizarse, producir y exportar con calidad, sostuvo en entrevista con La Razón. Fue miembro del Tribunal de Honor y Directora de la Cámara de Exportadores de La Paz. Desde 1995 es parte del MAS. “La invitación del Presidente fue en segundos. A un coronel, el soldado obedece de inmediato”.
¿Qué es lo más difícil que visualiza para su gestión?
Es una tarea que es difícil, pero también va a ser fácil, porque lo que se va a hacer es unir a las tres instancias: empresa pequeña, mediana y grande; tenemos que aprender a querernos entre los tres hermanos para empujar el carro hacia el mismo lado, a través de dialogar, conversar y sensibilizarnos ambos lados. También hay que hacer crecer más empresas, porque hay más familias que necesitan trabajo.
¿Diálogo?
Puede que haya algunos obstáculos que vamos a comprender, pero creo que con el diálogo podemos tratar de unir nuestros criterios.
¿Hay alguna prioridad en temas para empresarios y productores del área rural?
A los productores se los respeta, como la naturaleza que nos da la Pachamama, su producción de alimentos mantiene a la ciudad; se tiene que mejorar la calidad de producción con responsabilidad.
Las microempresas se tienen que fortalecer siendo transparentes, participativos y no descuidarnos del medio ambiente. Hay que planificar con mucha responsabilidad su actividad para que no afecte al medio ambiente.
La mediana empresa va pujando con mucha energía y responsabilidad, mano a mano con nuestros pequeños productores.
La grande nos necesita y la necesitamos. Si bien tiene dinero ahora, tiene que aprender a compartir, no el dinero, sino el trabajo, la responsabilidad, la producción y la comercialización. Muchas veces dice que nos está ayudando y ahora tiene que demostrarlo.
¿Por qué el Gobierno incursiona en sectores económicos?
Se tienen que fortalecer. Si ellos (privados) no quisieron reconocer a nuestro Presidente fue porque no estaban informados de cuál era la estrategia de este cambio que es tan amable de darles oportunidades; nunca lo ha negado para ninguno de los grandes, medianos ni pequeños. Lo que hemos hecho desde el Gobierno ha sido valorar mucho más el empuje del chiquitito.
¿Su experiencia, cómo la trasladará al ministerio?
Tenemos que tratar que las instancias en las que se trabaja ahora podamos facilitarlas. Y tener una gran promoción, porque el mercado es grande; es la parte que falta, hay que trabajar juntos. Los viceministerios son mis brazos; si mis manos no se mueven, estaremos parados.
Su intervención responde a regular precios que eviten la especulación, facilitar el apoyo a los productores rurales, iniciar el camino hacia la industrialización, nacionalización de sectores estratégicos.
El Instituto Nacional de Estadística organiza en 11 grandes sectores a las actividades económicas que aportan al Producto Interno Bruto (PIB). El Gobierno, a través de las 28 empresas públicas y nacionalizadas, está en ocho de ellas.
“Si bien en este momento hay señales de que el Gobierno va a empezar a competir con el sector privado, creemos que toda competencia es sana siempre y cuando esté en base a reglas bien claras”, manifestó el primer vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), el empresario cochabambino Fernando Antezana.
“El Gobierno quiere tener empresas que le permitan producir en algunos rubros; inclusive controlar precios. Tener empresas estratégicas que compitan en el mercado. Respetamos esas políticas, son reglas del juego”, apuntó.
Sin embargo, “hay que salir de este falso debate entre público-privado. ‘Público’ hace algunos años era mala palabra y ‘privado’ era una maravilla y ahora se invierte el péndulo. Todos nos volvemos estatistas un tiempo y otro pro sector privado. Hay que buscarle algún equilibrio”, aseguró el director de Maestrías para el Desarrollo UCB-MpD, Gonzalo Chávez.
En este regreso del péndulo, el Gobierno de alguna manera ha estado arrinconando al sector privado, opinó Chávez. “Probablemente a futuro se compensen las cosas” sostuvo, en función a la definición e implementación de políticas públicas para todos los sectores productivos y empresariales.
La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) fue la primera en incursionar en el mercado para evitar especulación en precios del aceite, arroz, harina, carne y pollo, el 2007. Tiene tiendas y silos para proveer de granos. Los productores reciben semillas y mejores precios. Compite con el sector exportador oleaginoso.
En minería, Comibol está a cargo de las nacionalizadas. El Gobierno avanza en los proyectos de industrialización del litio, cobre. También está la siderúrgica del Mutún. Es un sector estratégico, al igual que el de hidrocarburos, donde está la corporación YPFB; y servicios con Entel.
Con los programas del Banco de Desarrollo Productivo intervienen en facilitar el acceso al crédito a sectores productivos que nunca lo tuvieron, a través de la banca tradicional.
La competencia para el sector privado está en el sector industrial. Azúcar, cemento, lácteos, cajas de cartón, papel reciclado y cemento, son industrias estatales que están en plena construcción. Su objetivo es ampliar la producción agrícola, proveer de embalajes a sectores productivos y tener materia prima para el programa de vivienda.
En turismo no ingresó, pero apoya con créditos del BDP.
La preocupación es que las empresas privadas que producen lo mismo que los públicos no tengan las mismas “facilidades que se les otorgaría a las estatales”, sostuvo Antezana, aunque subrayó que “hasta ahora no se tiene esa señal”.
A menos de una semana de su posesión, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Antonia Rodríguez, indicó que se reforzarán los proyectos de intervención del Estado.
Aún falta calidad para la revolución productiva
Falta intervención de calidad del Estado para que avance la revolución productiva, aseguró el economista Gonzalo Chávez.
“Aún no veo, es la intervención de calidad del Estado; acciones en coordinación del sector público y privado y no sólo de control y sometimiento. La complementariedad, la asociatividad público privada, la búsqueda de escalas eficientes entre ambos y la mayor participación de los productores en las tomas de decisiones (...) es un desafío”, subrayó.
El Gobierno, en su primera gestión estuvo dedicado al manejo tradicional de la política pública, al diseño institucional de las políticas públicas, a los cambios en las nuevas leyes, a la macroeconomía, enumeró Chávez.
Espera que en la segunda gestión del MAS, “realmente empezar de abajo hacia arriba la revolución productiva” y, “probablemente, esa intervención de calidad, que es la cualitativa, viene del poder local, regional, municipal”, planteó.
Sin embargo, se precisa una política industrial que permita identificar a los sectores competitivos de la economía boliviana, que generen alto empleo, valor agregado. Los emprendedores, productores artesanales, pequeñas empresas, necesitan no sólo de acceso al crédito. Infraestructura caminera que les permita llegar a los centros de consumo en el mercado interno es una prioridad; también la productiva que apoye a la exportación.
“Creo que el Gobierno tiene que saber qué sectores tienen un enorme potencial de sostenibilidad, que van a hacer innovaciones tecnológicas, que van a potenciar sus trabajos. Ellos son los primeros que hay que apoyar; y tener cuidado de que algunas organizaciones sociales provoquen rentismo, precisó.
Entrevista
“La gran empresa tiene que aprender a compartir, no el dinero, sino el trabajo”
Antonia Rodríguez Medrano, ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Nació en el cantón Duraznos, provincia Linares de Potosí. De niña ayudó en el cuidado de animales; a los 11 años tuvo que empezar a trabajar como empleada doméstica cuidando el bebé de una profesora en Caiza D. En la década de 1970 llegó a La Paz. Vive 30 años en El Alto. Tiene tres hijos. Aprendió a elaborar artesanías que recuperaban aspectos culturales. La experiencia la amplió a 39 organizaciones que dieron paso a la Asociación Señor de Mayo en 1989. Las mujeres aprendieron a organizarse, producir y exportar con calidad, sostuvo en entrevista con La Razón. Fue miembro del Tribunal de Honor y Directora de la Cámara de Exportadores de La Paz. Desde 1995 es parte del MAS. “La invitación del Presidente fue en segundos. A un coronel, el soldado obedece de inmediato”.
¿Qué es lo más difícil que visualiza para su gestión?
Es una tarea que es difícil, pero también va a ser fácil, porque lo que se va a hacer es unir a las tres instancias: empresa pequeña, mediana y grande; tenemos que aprender a querernos entre los tres hermanos para empujar el carro hacia el mismo lado, a través de dialogar, conversar y sensibilizarnos ambos lados. También hay que hacer crecer más empresas, porque hay más familias que necesitan trabajo.
¿Diálogo?
Puede que haya algunos obstáculos que vamos a comprender, pero creo que con el diálogo podemos tratar de unir nuestros criterios.
¿Hay alguna prioridad en temas para empresarios y productores del área rural?
A los productores se los respeta, como la naturaleza que nos da la Pachamama, su producción de alimentos mantiene a la ciudad; se tiene que mejorar la calidad de producción con responsabilidad.
Las microempresas se tienen que fortalecer siendo transparentes, participativos y no descuidarnos del medio ambiente. Hay que planificar con mucha responsabilidad su actividad para que no afecte al medio ambiente.
La mediana empresa va pujando con mucha energía y responsabilidad, mano a mano con nuestros pequeños productores.
La grande nos necesita y la necesitamos. Si bien tiene dinero ahora, tiene que aprender a compartir, no el dinero, sino el trabajo, la responsabilidad, la producción y la comercialización. Muchas veces dice que nos está ayudando y ahora tiene que demostrarlo.
¿Por qué el Gobierno incursiona en sectores económicos?
Se tienen que fortalecer. Si ellos (privados) no quisieron reconocer a nuestro Presidente fue porque no estaban informados de cuál era la estrategia de este cambio que es tan amable de darles oportunidades; nunca lo ha negado para ninguno de los grandes, medianos ni pequeños. Lo que hemos hecho desde el Gobierno ha sido valorar mucho más el empuje del chiquitito.
¿Su experiencia, cómo la trasladará al ministerio?
Tenemos que tratar que las instancias en las que se trabaja ahora podamos facilitarlas. Y tener una gran promoción, porque el mercado es grande; es la parte que falta, hay que trabajar juntos. Los viceministerios son mis brazos; si mis manos no se mueven, estaremos parados.
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