“La idea fue hacer exclusivamente una clínica traumatológica. Nos reunimos tres socios especialistas en traumatología, los doctores Adolfo Land, Jorge Carrasco y yo. Han pasado 20 años y es un orgullo que la Clínica del Sur siga creciendo”, expresó el doctor Jorge Callispieris.
La clínica se fundó el 10 de marzo de 1989; pero, como todo emprendimiento empresarial tiene una historia anterior que permitió cumplir un sueño.
Terminaba la década de los 70 y los traumatólogos decidieron invertir en el alquiler de la ex Clínica Aranda. Iba a ser por 10 años, pero no pudieron hacerlo. “Nos quedamos en los nueve, porque era la época de la UDP, cuando te traían la plata en bolsas y el alquiler era en dólares. No se podía aguantar”, recuerda.
El sueño se mantenía. Los planes continuaron con la elección de un terreno propio. No querían ser sólo una clínica de barrio, sostuvo Callispieris. “Compramos el terreno de la Calle 7 de Obrajes. Estamos en un lugar céntrico porque hay vías de acceso desde Miraflores, Sopocachi, hacia la zona Sur. Llegan de todo lado”.
El diseño de la clínica estaba proyectado para dos pisos con 34 camas. Luego ampliaron, adquirieron el terreno aledaño y construyeron otros siete pisos más.
“En los trámites con la Alcaldía no hubo problemas. Fue fácil porque todo era legal”, enfatiza.
Los primeros pacientes atendidos fueron dos nacimientos. Una niña y un niño a quienes buscaron para celebrar su aniversario. Lamentaron no encontrarlos. En los últimos nueve años atendieron a 11.922 pacientes ambulatorios. Iniciaron con una capacidad de 60 camas y ahora son 120. Todas con baño privado, puntualizó.
“Empezamos unas 15 personas y ahora son 120 empleados de la clínica; además están los especialistas y socios, el plantel médico de 50 profesionales. Somos más de 200”, detalla el doctor.
Callispieris explica que en sociedad con los ecografistas adquirieron un ecógrafo de última generación. “Nos conviene a ambos porque así se cuida y mantiene el equipo. No es sólo de la clínica, sino del médico”.
De esa forma, los especialistas cuentan con equipos modernos y de última tecnología para realizar los diagnósticos y la clínica puede atender las necesidades de los pacientes. Aclara que las facturas se entregan por separado. Con excepción del tomógrafo, el resto de los equipos fue adquirido en sociedad.
“En la parte administrativa, equipamiento estructural, físico y médico-quirúrgico nos seguimos preparando”, asegura.
Tener y dar todas las comodidades para un buen diagnóstico es la meta diaria. “Aunque sea una rayita, una fisurita, la encuentras. No se pasa nada con el nuevo tomógrafo”.
“Hemos salvado muchas vidas”, dice con serenidad.
El trabajo interno de control y administración no es suficiente para este centro médico. La normativa legal exige que las autoridades públicas del sector salud realicen controles permanentes a sus actividades y personal.
“Por ejemplo, cada seis meses nos evalúan en normas de bioseguridad, manejo de residuos sólidos, prevención de infecciones intrahospitalarias, el manejo de nuestra farmacia, etc. También somos controlados por Impuestos, el Sedes y otros. Hacemos un control estricto. Lo importante es contar con profesionales responsables”, puntualiza.
Control permanente
Objetivo • El Comité de Vigilancia Epidemiológica de la Clínica del Sur se creó el 5 de noviembre por Resolución Ministerial Nº 0855. Tiene como objetivo realizar un control integral al equipo multidisciplinario de la Clínica del Sur por el bienestar del paciente, de sus familiares y de la totalidad del personal.
Funciones • Los subcomités de Bioseguridad, Residuos, Infecciones intrahospitalarias y Análisis, cumplen con el mismo objetivo de control integral.
Punto de vista
“Es una dedicación exclusiva”
JORGE CALLISPIERIS, presidente del Directorio de la Clínica del Sur
Es el hotel que se tiene que administrar, o la farmacia; está el paciente y también el médico. Es una dedicación exclusiva. Funciona las 24 horas, los 365 días del año y no para nunca.
La Clínica del Sur fue fundada el 10 de marzo de 1989 por un grupo de médicos emprendedores de gran prestigio en sus respectivas especialidades, cuyo objetivo fue desarrollar un ambicioso proyecto centrado en construir una clínica de excelencia, con una fuerte vocación de vanguardia e innovación y con una preocupación constante por la calidad y la eficiencia en el cuidado médico. Por este motivo, desde su fundación ha recibido varias distinciones a la excelencia, tanto nacionales como internacionales. Ahora nos preparamos para las Bodas de Plata.
La clínica se fundó el 10 de marzo de 1989; pero, como todo emprendimiento empresarial tiene una historia anterior que permitió cumplir un sueño.
Terminaba la década de los 70 y los traumatólogos decidieron invertir en el alquiler de la ex Clínica Aranda. Iba a ser por 10 años, pero no pudieron hacerlo. “Nos quedamos en los nueve, porque era la época de la UDP, cuando te traían la plata en bolsas y el alquiler era en dólares. No se podía aguantar”, recuerda.
El sueño se mantenía. Los planes continuaron con la elección de un terreno propio. No querían ser sólo una clínica de barrio, sostuvo Callispieris. “Compramos el terreno de la Calle 7 de Obrajes. Estamos en un lugar céntrico porque hay vías de acceso desde Miraflores, Sopocachi, hacia la zona Sur. Llegan de todo lado”.
El diseño de la clínica estaba proyectado para dos pisos con 34 camas. Luego ampliaron, adquirieron el terreno aledaño y construyeron otros siete pisos más.
“En los trámites con la Alcaldía no hubo problemas. Fue fácil porque todo era legal”, enfatiza.
Los primeros pacientes atendidos fueron dos nacimientos. Una niña y un niño a quienes buscaron para celebrar su aniversario. Lamentaron no encontrarlos. En los últimos nueve años atendieron a 11.922 pacientes ambulatorios. Iniciaron con una capacidad de 60 camas y ahora son 120. Todas con baño privado, puntualizó.
“Empezamos unas 15 personas y ahora son 120 empleados de la clínica; además están los especialistas y socios, el plantel médico de 50 profesionales. Somos más de 200”, detalla el doctor.
Callispieris explica que en sociedad con los ecografistas adquirieron un ecógrafo de última generación. “Nos conviene a ambos porque así se cuida y mantiene el equipo. No es sólo de la clínica, sino del médico”.
De esa forma, los especialistas cuentan con equipos modernos y de última tecnología para realizar los diagnósticos y la clínica puede atender las necesidades de los pacientes. Aclara que las facturas se entregan por separado. Con excepción del tomógrafo, el resto de los equipos fue adquirido en sociedad.
“En la parte administrativa, equipamiento estructural, físico y médico-quirúrgico nos seguimos preparando”, asegura.
Tener y dar todas las comodidades para un buen diagnóstico es la meta diaria. “Aunque sea una rayita, una fisurita, la encuentras. No se pasa nada con el nuevo tomógrafo”.
“Hemos salvado muchas vidas”, dice con serenidad.
El trabajo interno de control y administración no es suficiente para este centro médico. La normativa legal exige que las autoridades públicas del sector salud realicen controles permanentes a sus actividades y personal.
“Por ejemplo, cada seis meses nos evalúan en normas de bioseguridad, manejo de residuos sólidos, prevención de infecciones intrahospitalarias, el manejo de nuestra farmacia, etc. También somos controlados por Impuestos, el Sedes y otros. Hacemos un control estricto. Lo importante es contar con profesionales responsables”, puntualiza.
Control permanente
Objetivo • El Comité de Vigilancia Epidemiológica de la Clínica del Sur se creó el 5 de noviembre por Resolución Ministerial Nº 0855. Tiene como objetivo realizar un control integral al equipo multidisciplinario de la Clínica del Sur por el bienestar del paciente, de sus familiares y de la totalidad del personal.
Funciones • Los subcomités de Bioseguridad, Residuos, Infecciones intrahospitalarias y Análisis, cumplen con el mismo objetivo de control integral.
Punto de vista
“Es una dedicación exclusiva”
JORGE CALLISPIERIS, presidente del Directorio de la Clínica del Sur
Es el hotel que se tiene que administrar, o la farmacia; está el paciente y también el médico. Es una dedicación exclusiva. Funciona las 24 horas, los 365 días del año y no para nunca.
La Clínica del Sur fue fundada el 10 de marzo de 1989 por un grupo de médicos emprendedores de gran prestigio en sus respectivas especialidades, cuyo objetivo fue desarrollar un ambicioso proyecto centrado en construir una clínica de excelencia, con una fuerte vocación de vanguardia e innovación y con una preocupación constante por la calidad y la eficiencia en el cuidado médico. Por este motivo, desde su fundación ha recibido varias distinciones a la excelencia, tanto nacionales como internacionales. Ahora nos preparamos para las Bodas de Plata.
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