De acuerdo con la Cámara Departamental de Industria, además de la falta de servicios, el contrabando y la carencia de mercados, el sector requiere de una política nacional clara de apoyo al sector. El Gobierno señala que las causas del estancamiento están en el carácter especulativo de los industriales. Las fábricas paceñas aportan con el 3,8 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) del país. El rubro más destacado en la región es alimentos
La industria paceña crece menos. En 2007, elevó su productividad en 6 por ciento, pero en 2008 sólo creció en 3,4 por ciento.
El presidente de la Cámara Departamental de Industria, Armando Gumucio, consideró que este descenso en los índices de crecimiento es el resultado de la falta de una política industrial clara, pues por el momento “no se observan políticas en profundidad para el sector industrial”.
Añadió que la falta de provisión de servicios (como el de gas, electricidad y agua), el contrabando, el comercio informal y la pérdida de mercados impiden un mayor crecimiento de la industria en el departamento de La Paz e incluso en algunos momentos llegó a paralizar el proceso productivo.
El viceministro de Gran Empresa, Eduardo Peinado, señaló, por su lado, como dificultades para la industria paceña la tendencia especulativa del sector, la extrema vulnerabilidad de la economía por los precios internacionales y la escasez de mano de obra calificada, que condicionan un entorno adverso para el desarrollo del área.
Gumucio insistió en que no hay políticas gubernamentales dirigidas al rubro, con excepción del Plan Nacional de Desarrollo, que enuncia que los excedentes de los sectores estratégicos de la economía se volcarán a los ramos productivos generadores de empleo. “Esta línea estratégica no ha aterrizado en un plan concreto”.
En La Paz, en 2008, de acuerdo con datos de Fundempresa citados por la Cámara Departamental de Industria, había 1.298 industrias registradas.
Los rubros desarrollados de mayor importancia son: alimentos, con 22 por ciento; bebidas y tabacos, también con 22 por ciento; minerales no metálicos, con 15 por ciento; textiles y cuero, con 12 por ciento, y madera, con 7 por ciento. El aporte que genera la industria en el departamento en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) del país es de 3,8 por ciento, mientras que el aporte nacional del sector llega al 17 por ciento.
Según Gumucio, algo más del 24 por ciento de la población ocupada en el departamento se encuentra vinculada a la industria, es decir que esta rama ocupa a unas 220.000 personas. De acuerdo con Peinado, el principal atractivo del departamento para las inversiones es su ubicación geográfica, la variedad de sus pisos ecológicos y la población joven dispuesta a generar emprendimientos.
Gumucio reclamó precisamente una urgente inyección de inversiones para garantizar la provisión de gas natural, energía eléctrica y agua, a la vez una mejora de la infraestructura de transporte como también un financiamiento adecuado para el crecimiento y desarrollo tecnológico.
“Debemos mantener la demanda agregada en el mercado interno y luchar contra el contrabando y obviamente contar con una política de comercio exterior que posibilite un mejor y garantizado acceso de nuestros productos al mercado internacional”. El analista económico Julio Alvarado señaló que las condiciones para el surgimiento de la industria en el departamento de La Paz se hacen cada vez más difíciles debido a que la capital, por ser la sede del Gobierno, se encuentra atestada de movilizaciones que le restan la seguridad jurídica y hacen que muchas industrias decidan establecerse en otro punto del país, con preferencia en Santa Cruz.
Por otro lado, considera que hay una total ausencia de políticas locales que partan de las alcaldías y de la Prefectura. El contrabando y la pérdida de mercados también afectan a la industria de La Paz, porque ese espacio se caracteriza por desarrollar en primer nivel la industria textil y ese rubro es el más golpeado.
Según Alvarado, si bien no se puede impulsar la mayor formación de industrias, el Gobierno debe fomentar las que ya existen a través de políticas que incentiven su permanencia y una mayor producción.
Un ejemplo de apoyo y que se puede imitar es la norma aprobada recientemente en la ciudad de El Alto que libera de impuestos por un tiempo prudente a las industrias que se establezcan en esa urbe.
Las exportaciones industriales del departamento suben en 24,7 por ciento
En un balance general sobre las exportaciones del departamento, el Gobierno asegura que en 2008 las exportaciones alcanzaron los 405,2 millones de dólares, monto superior en 31,5 por ciento al registrado en similar período de 2007, cuando llegó a 373,7 millones de dólares. Dicho crecimiento se explica por la variación positiva de 24,7 por ciento que registraron las exportaciones de productos de la industria manufacturera.
El presidente de la Cámara Departamental de Industria, Armando Gumucio, señaló que está claro que la inversión nacional registra niveles por debajo de las necesidades de expansión del aparato productivo, precisamente porque no hay una política industrial clara.
La oferta exportable del departamento de La Paz está concentrada en los textiles y sus confecciones, joyería, madera, manufacturas de madera y de cuero, calzados, café y cacao.
De acuerdo con Gumucio, todas las exportaciones no tradicionales y de manufacturas que hace el país y por ende el departamento provienen del sector industrial. Estos productos tienen sus mercados en Estados Unidos, Venezuela, Perú, Chile, Unión Europea y Japón, principalmente.
Adicionalmente, dijo, la ubicación geográfica del departamento de La Paz da a la actividad industrial un potencial interesante, por el acceso a los mercados ubicados dentro de su área de influencia, que comprenden los departamentos de Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba, en el interior del país, así también a las regiones fronterizas de Tarapacá, en Chile, y Tacna, Arequipa y Cusco, en Perú, que en conjunto ofrecen un mercado de aproximadamente 4,5 millones de consumidores y acceso al océano Pacífico, ruta principal para el comercio internacional del país.
30 por ciento de la contaminación
De acuerdo con Edwin Alvarado, coordinador de Capacitación y Comunicación de la Liga del Medio Ambiente (Lidema), las industrias, como fuentes fijas, son responsables del 30 por ciento de la contaminación que se produce en el departamento de La Paz.
Alvarado señaló que, si bien no produce la mayor parte de la polución, pues el 70 por ciento del daño ambiental aún responde del parque automotor, es aconsejable comenzar a prevenir los efectos de la actividad industrial aún incipiente en la ciudad.
Indicó que de algún modo el óxido nitroso y el dióxido de carbono, que despiden las fuentes móviles, son los mismos gases que arrojan las fijas, por lo tanto los efectos también serán similares.
Las fábricas “tercerizan” la producción
De acuerdo con el analista económico Julio Alvarado, las industrias paceñas se dieron a la tarea de “tercerizar” la producción debido a la carga social que implica mantener personal estable.
Alvarado explicó que el nuevo sistema laboral imperante en el país, aunque protege al trabajador, hace que la situación de los empleos sea cada vez más precaria.
Las industrias, explicó, proceden a subcontratar empresas más pequeñas para tareas de producción y para que, además, asuman la carga social, que es muy alta. “Esta situación desmejora la calidad del empleo y requiere urgentemente políticas dirigidas al área”. Según Alvarado, este tema debe ser parte de la discusión para encontrar soluciones.
Los datos
En el departamento de La Paz hay 1.298 industrias en pleno funcionamiento.
El rubro de alimentos alcanza el 22 por ciento, al igual que el de bebidas y tabaco.
Los minerales no metálicos llegan al 15 por ciento; los textiles y cuero, al 12 por ciento.
Y la madera alcanza el 7 por ciento, el resto está en un 22 por ciento.
El crecimiento del sector experimentado en 2008 fue del 3,4 por ciento.
A diferencia de 2007, cuando llegó a 6 por ciento de crecimiento.
El aporte de la industria paceña al PIB nacional está en el orden del 3,8 por ciento.
Algo más del 24 por ciento de la población ocupada está en el sector industrial.
El departamento de La Paz es atractivo para la inversión debido a su ubicación geográfica.
El Plan Nacional de Desarrollo plantea ciertas ventajas, pero aún no aterriza en un plan concreto.
La industria paceña crece menos. En 2007, elevó su productividad en 6 por ciento, pero en 2008 sólo creció en 3,4 por ciento.
El presidente de la Cámara Departamental de Industria, Armando Gumucio, consideró que este descenso en los índices de crecimiento es el resultado de la falta de una política industrial clara, pues por el momento “no se observan políticas en profundidad para el sector industrial”.
Añadió que la falta de provisión de servicios (como el de gas, electricidad y agua), el contrabando, el comercio informal y la pérdida de mercados impiden un mayor crecimiento de la industria en el departamento de La Paz e incluso en algunos momentos llegó a paralizar el proceso productivo.
El viceministro de Gran Empresa, Eduardo Peinado, señaló, por su lado, como dificultades para la industria paceña la tendencia especulativa del sector, la extrema vulnerabilidad de la economía por los precios internacionales y la escasez de mano de obra calificada, que condicionan un entorno adverso para el desarrollo del área.
Gumucio insistió en que no hay políticas gubernamentales dirigidas al rubro, con excepción del Plan Nacional de Desarrollo, que enuncia que los excedentes de los sectores estratégicos de la economía se volcarán a los ramos productivos generadores de empleo. “Esta línea estratégica no ha aterrizado en un plan concreto”.
En La Paz, en 2008, de acuerdo con datos de Fundempresa citados por la Cámara Departamental de Industria, había 1.298 industrias registradas.
Los rubros desarrollados de mayor importancia son: alimentos, con 22 por ciento; bebidas y tabacos, también con 22 por ciento; minerales no metálicos, con 15 por ciento; textiles y cuero, con 12 por ciento, y madera, con 7 por ciento. El aporte que genera la industria en el departamento en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) del país es de 3,8 por ciento, mientras que el aporte nacional del sector llega al 17 por ciento.
Según Gumucio, algo más del 24 por ciento de la población ocupada en el departamento se encuentra vinculada a la industria, es decir que esta rama ocupa a unas 220.000 personas. De acuerdo con Peinado, el principal atractivo del departamento para las inversiones es su ubicación geográfica, la variedad de sus pisos ecológicos y la población joven dispuesta a generar emprendimientos.
Gumucio reclamó precisamente una urgente inyección de inversiones para garantizar la provisión de gas natural, energía eléctrica y agua, a la vez una mejora de la infraestructura de transporte como también un financiamiento adecuado para el crecimiento y desarrollo tecnológico.
“Debemos mantener la demanda agregada en el mercado interno y luchar contra el contrabando y obviamente contar con una política de comercio exterior que posibilite un mejor y garantizado acceso de nuestros productos al mercado internacional”. El analista económico Julio Alvarado señaló que las condiciones para el surgimiento de la industria en el departamento de La Paz se hacen cada vez más difíciles debido a que la capital, por ser la sede del Gobierno, se encuentra atestada de movilizaciones que le restan la seguridad jurídica y hacen que muchas industrias decidan establecerse en otro punto del país, con preferencia en Santa Cruz.
Por otro lado, considera que hay una total ausencia de políticas locales que partan de las alcaldías y de la Prefectura. El contrabando y la pérdida de mercados también afectan a la industria de La Paz, porque ese espacio se caracteriza por desarrollar en primer nivel la industria textil y ese rubro es el más golpeado.
Según Alvarado, si bien no se puede impulsar la mayor formación de industrias, el Gobierno debe fomentar las que ya existen a través de políticas que incentiven su permanencia y una mayor producción.
Un ejemplo de apoyo y que se puede imitar es la norma aprobada recientemente en la ciudad de El Alto que libera de impuestos por un tiempo prudente a las industrias que se establezcan en esa urbe.
Las exportaciones industriales del departamento suben en 24,7 por ciento
En un balance general sobre las exportaciones del departamento, el Gobierno asegura que en 2008 las exportaciones alcanzaron los 405,2 millones de dólares, monto superior en 31,5 por ciento al registrado en similar período de 2007, cuando llegó a 373,7 millones de dólares. Dicho crecimiento se explica por la variación positiva de 24,7 por ciento que registraron las exportaciones de productos de la industria manufacturera.
El presidente de la Cámara Departamental de Industria, Armando Gumucio, señaló que está claro que la inversión nacional registra niveles por debajo de las necesidades de expansión del aparato productivo, precisamente porque no hay una política industrial clara.
La oferta exportable del departamento de La Paz está concentrada en los textiles y sus confecciones, joyería, madera, manufacturas de madera y de cuero, calzados, café y cacao.
De acuerdo con Gumucio, todas las exportaciones no tradicionales y de manufacturas que hace el país y por ende el departamento provienen del sector industrial. Estos productos tienen sus mercados en Estados Unidos, Venezuela, Perú, Chile, Unión Europea y Japón, principalmente.
Adicionalmente, dijo, la ubicación geográfica del departamento de La Paz da a la actividad industrial un potencial interesante, por el acceso a los mercados ubicados dentro de su área de influencia, que comprenden los departamentos de Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba, en el interior del país, así también a las regiones fronterizas de Tarapacá, en Chile, y Tacna, Arequipa y Cusco, en Perú, que en conjunto ofrecen un mercado de aproximadamente 4,5 millones de consumidores y acceso al océano Pacífico, ruta principal para el comercio internacional del país.
30 por ciento de la contaminación
De acuerdo con Edwin Alvarado, coordinador de Capacitación y Comunicación de la Liga del Medio Ambiente (Lidema), las industrias, como fuentes fijas, son responsables del 30 por ciento de la contaminación que se produce en el departamento de La Paz.
Alvarado señaló que, si bien no produce la mayor parte de la polución, pues el 70 por ciento del daño ambiental aún responde del parque automotor, es aconsejable comenzar a prevenir los efectos de la actividad industrial aún incipiente en la ciudad.
Indicó que de algún modo el óxido nitroso y el dióxido de carbono, que despiden las fuentes móviles, son los mismos gases que arrojan las fijas, por lo tanto los efectos también serán similares.
Las fábricas “tercerizan” la producción
De acuerdo con el analista económico Julio Alvarado, las industrias paceñas se dieron a la tarea de “tercerizar” la producción debido a la carga social que implica mantener personal estable.
Alvarado explicó que el nuevo sistema laboral imperante en el país, aunque protege al trabajador, hace que la situación de los empleos sea cada vez más precaria.
Las industrias, explicó, proceden a subcontratar empresas más pequeñas para tareas de producción y para que, además, asuman la carga social, que es muy alta. “Esta situación desmejora la calidad del empleo y requiere urgentemente políticas dirigidas al área”. Según Alvarado, este tema debe ser parte de la discusión para encontrar soluciones.
Los datos
En el departamento de La Paz hay 1.298 industrias en pleno funcionamiento.
El rubro de alimentos alcanza el 22 por ciento, al igual que el de bebidas y tabaco.
Los minerales no metálicos llegan al 15 por ciento; los textiles y cuero, al 12 por ciento.
Y la madera alcanza el 7 por ciento, el resto está en un 22 por ciento.
El crecimiento del sector experimentado en 2008 fue del 3,4 por ciento.
A diferencia de 2007, cuando llegó a 6 por ciento de crecimiento.
El aporte de la industria paceña al PIB nacional está en el orden del 3,8 por ciento.
Algo más del 24 por ciento de la población ocupada está en el sector industrial.
El departamento de La Paz es atractivo para la inversión debido a su ubicación geográfica.
El Plan Nacional de Desarrollo plantea ciertas ventajas, pero aún no aterriza en un plan concreto.
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