El Gobierno calcula 12 meses para poder aplicar el programa de fortalecimiento productivo, acordado el viernes 20 con los comercializadores de ropa usada. En este lapso de tiempo continuará la venta de esa mercadería, actividad que debía concluir el martes 31, conforme a un convenio firmado hace un año.
La inminente continuidad de la venta de ropa usada en el país generó una protesta de los productores nacionales, que ayer marcharon en La Paz y prendieron fuego a prendas y a un ataúd frente al Palacio de Comunicaciones, donde se halla el Ministerio de Desarrollo Productivo.
La importación de ropa usada está prohibida por decreto desde abril del 2007 y la venta de esa mercadería debe concluir el 31 de marzo. La ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Patricia Ballivián, declaró ayer que los comerciantes de prendería de segunda mano deben vender ropa nacional, proceso que tomará por lo menos un año.
“Esos comerciantes ahora tienen que pasar a comercializar ropa nacional. Ésta es la voluntad de las partes, es un proceso y yo creo que en un plazo de 12 meses vamos a poder transformar. Es un plazo muy ambicioso, pero así hay que trazarse las metas”.
Ni Ballivián ni el viceministro de Microempresa, Ramiro Lizondo, han explicado si la venta de ropa usada continuará a partir del 1 de abril; sin embargo, los comercializadores de prendería usada afirmaron que en este lapso su actividad continuará.
En declaraciones a este medio el domingo, el presidente de la Comisión Departamental de Comercializadores de Ropa a Medio Uso, Félix Flores, explicó que esperan un decreto que amplíe el permiso de venta por un año, ya que hasta ahora no concluyó la transformación progresiva del sector, acordada el 2007.
La ampliación fue confirmada por el ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, que ayer señaló que no hacerlo provocaría un problema “gigantesco” que afectaría a muchas familias que se dedican a esta actividad. Consultado sobre si la ampliación tendrá un efecto, Aguirre manifestó que “va a afectar pero ahí tenemos que ver que ése es un problema gigantesco”.
La inminente continuidad de la venta de ropa usada en el país generó una protesta de los productores nacionales, que ayer marcharon en La Paz y prendieron fuego a prendas y a un ataúd frente al Palacio de Comunicaciones, donde se halla el Ministerio de Desarrollo Productivo.
La importación de ropa usada está prohibida por decreto desde abril del 2007 y la venta de esa mercadería debe concluir el 31 de marzo. La ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Patricia Ballivián, declaró ayer que los comerciantes de prendería de segunda mano deben vender ropa nacional, proceso que tomará por lo menos un año.
“Esos comerciantes ahora tienen que pasar a comercializar ropa nacional. Ésta es la voluntad de las partes, es un proceso y yo creo que en un plazo de 12 meses vamos a poder transformar. Es un plazo muy ambicioso, pero así hay que trazarse las metas”.
Ni Ballivián ni el viceministro de Microempresa, Ramiro Lizondo, han explicado si la venta de ropa usada continuará a partir del 1 de abril; sin embargo, los comercializadores de prendería usada afirmaron que en este lapso su actividad continuará.
En declaraciones a este medio el domingo, el presidente de la Comisión Departamental de Comercializadores de Ropa a Medio Uso, Félix Flores, explicó que esperan un decreto que amplíe el permiso de venta por un año, ya que hasta ahora no concluyó la transformación progresiva del sector, acordada el 2007.
La ampliación fue confirmada por el ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, que ayer señaló que no hacerlo provocaría un problema “gigantesco” que afectaría a muchas familias que se dedican a esta actividad. Consultado sobre si la ampliación tendrá un efecto, Aguirre manifestó que “va a afectar pero ahí tenemos que ver que ése es un problema gigantesco”.
“Uno de los efectos que más se siente en el nivel de ingreso y desempleo, y el hecho de que se suspenda en este momento el tema de la ropa usada podía haber afectado a una gran población.
Aguirre pidió comprensión a los sectores involucrados. “Es un período donde hay dificultades, tenemos que ir poniendo en orden poco a poco y obviamente la pretensión del Gobierno era suspender, pero queremos reconocer todavía este tipo de cosas”.
“El hecho de que se suspenda en este momento el tema de la ropa usada podía haber afectado a una gran población”.
Noel Aguirre , ministro de Planificación.
Noel Aguirre , ministro de Planificación.
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