El Poder Ejecutivo emitió el viernes el Decreto 29463, por el cual amplía la venta de ropa usada en el país hasta el 1 de abril de 2008, y ratificó que la importación de estos productos está prohibida. Mientras tanto, los fabricantes de prendas nacionales anunciaron protestas esta semana contra esa determinación.
El comercio de ropa de segunda mano estaba prohibido desde el 1 de marzo de este año, de acuerdo con el Decreto Supremo 28761, del 21 de junio de 2006. Sin embargo, el viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Ramiro Uchani, explicó ayer que el Gobierno optó por extenderlo un poco más mientras se define una política estatal para ese sector.
“La nueva disposición nos permitirá darnos un plazo para ver los mecanismos específicos por los cuales los comerciantes de ropa usada puedan ingresar a una efectiva reconversión. Eso es lo que se ha convenido”.
Según la agencia ANF, el nuevo plazo obedece al compromiso que el ministro de Producción y Microempresa, Javier Hurtado, adquirió hace unos días con los comerciantes de prendería extranjera de extenderles el tiempo de venta.
En una entrevista con La Prensa, la semana pasada, el ministro Hurtado explicó que el Gobierno quiere aplicar una estrategia amplia, que permita que la mano de obra de los “ropavejeros” sea absorbida por la industria. Precisó que se requieren al menos cinco años para aplicar un nuevo plan.
Según la dirigencia de la ropa usada, en Bolivia suman unos 250 mil afiliados. El mes pasado, el Gobierno admitió que el plan de reconversión para ese sector falló porque, según sus datos, había otorgado créditos sólo al 1,4 por ciento los “ropavejeros”.
El presidente de los comerciantes de ropa usada, Wálter Mamani, demandó garantías del Ejecutivo para que este gremio cuente con empleo seguro. “En el decreto promulgado nos están dando 30 días más para la comercialización, hasta el 1 de abril. Pero estos 30 días (son) para trabajar con los confeccionistas para elaborar un diseño final (del Plan de Reconversión) a fin de dar solución definitiva a este conflicto”.
“Si mañana, el Gobierno da trabajo”, entonces “dejamos de vender ropa usada”.
Agregó que, mientras tanto, el Ministerio de Producción y Microempresa realizará un relevamiento de los stocks de la mercadería de segunda mano con la que se cuenta. “Será esa instancia la que decida si continuaremos importando o no”.
El presidente del Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina), Porfirio Quispe, expresó su molestia por el nuevo decreto. Dijo que su sector prepara movilizaciones y otras medidas que serán ejecutadas en los siguientes días en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Anticipó que, mañana, los afiliados a Codeina sostendrán un ampliado de emergencia en La Paz para definir las acciones.
El comercio de ropa de segunda mano estaba prohibido desde el 1 de marzo de este año, de acuerdo con el Decreto Supremo 28761, del 21 de junio de 2006. Sin embargo, el viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Ramiro Uchani, explicó ayer que el Gobierno optó por extenderlo un poco más mientras se define una política estatal para ese sector.
“La nueva disposición nos permitirá darnos un plazo para ver los mecanismos específicos por los cuales los comerciantes de ropa usada puedan ingresar a una efectiva reconversión. Eso es lo que se ha convenido”.
Según la agencia ANF, el nuevo plazo obedece al compromiso que el ministro de Producción y Microempresa, Javier Hurtado, adquirió hace unos días con los comerciantes de prendería extranjera de extenderles el tiempo de venta.
En una entrevista con La Prensa, la semana pasada, el ministro Hurtado explicó que el Gobierno quiere aplicar una estrategia amplia, que permita que la mano de obra de los “ropavejeros” sea absorbida por la industria. Precisó que se requieren al menos cinco años para aplicar un nuevo plan.
Según la dirigencia de la ropa usada, en Bolivia suman unos 250 mil afiliados. El mes pasado, el Gobierno admitió que el plan de reconversión para ese sector falló porque, según sus datos, había otorgado créditos sólo al 1,4 por ciento los “ropavejeros”.
El presidente de los comerciantes de ropa usada, Wálter Mamani, demandó garantías del Ejecutivo para que este gremio cuente con empleo seguro. “En el decreto promulgado nos están dando 30 días más para la comercialización, hasta el 1 de abril. Pero estos 30 días (son) para trabajar con los confeccionistas para elaborar un diseño final (del Plan de Reconversión) a fin de dar solución definitiva a este conflicto”.
“Si mañana, el Gobierno da trabajo”, entonces “dejamos de vender ropa usada”.
Agregó que, mientras tanto, el Ministerio de Producción y Microempresa realizará un relevamiento de los stocks de la mercadería de segunda mano con la que se cuenta. “Será esa instancia la que decida si continuaremos importando o no”.
El presidente del Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina), Porfirio Quispe, expresó su molestia por el nuevo decreto. Dijo que su sector prepara movilizaciones y otras medidas que serán ejecutadas en los siguientes días en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Anticipó que, mañana, los afiliados a Codeina sostendrán un ampliado de emergencia en La Paz para definir las acciones.
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