El Gobierno prepara un decreto para normar el porcentaje del incremento salarial en el sector privado, anunció el ministro de Trabajo, Wálter Delgadillo. La autoridad indicó que por ahora ya se sabe que el magisterio y los trabajadores de salud tienen un aumento del 10%; mientras que para los empleados del sector privado el tema aún sigue en estudio.
La autoridad afirmó que en este mes posiblemente se tenga una decisión, pues sostuvo que se trata de una situación que necesita ser estudiada con detenimiento. “Tenemos que ser, como se comprenderá, muy cuidadosos en esta cuestión, porque lo que se decida tiene efectos en la economía nacional, en los parámetros de los índices de precios del consumidor y en los de crecimiento”, apuntó.
Según el ministro, la decisión que tome el Poder Ejecutivo está marcada por la presión de dos tendencias: una que busca un incremento superior del 10%, representada por los trabajadores, y la otra, del sector empresarial, que pretende que no haya un incremento establecido por el Estado o que al menos la determinación nazca del consenso obrero-patronal.
En ese sentido -explicó-, el Gobierno está buscando un incremento salarial que represente un equilibrio entre estas dos tendencias.
El dirigente de la Federación de Empresarios de Bolivia (CEPB), Gabriel Dabdoub, preguntó: “¿Qué aumento puede haber si al final no se están dando soluciones a los temas de la inflación y de la oferta y la demanda?”.
En consecuencia, planteó que este tema tiene que ser resuelto en una negociación con los trabajadores, porque tiene que ser de acuerdo con las condiciones de las empresas. “Hay algunas que tienen la posibilidad de pagar incluso por encima del 10%, pero hay otras que no tienen las mismas condiciones económicas”, enfatizó.
Dabdoub sostuvo que el Gobierno, en vez de preocuparse por dar incrementos, tiene que pensar en el tema productivo. “Las soluciones tienen que ser a largo plazo, no coyunturales, que no sea una cuestión política electoral. Pedimos soluciones de fondo, no parches”, reclamó.
Para el presidente de la Federación de Empresarios de Potosí, Luis Emilio Valda, la determinación del Gobierno de fijar un incremento en el sector privado sería ilegal, pues sostuvo que el Tribunal Constitucional, el año pasado, a través de una sentencia, declaró ilegal la medida del Poder Ejecutivo de subir los salarios.
Por su parte, el ministro Delgadillo negó tal sentencia y dijo que solamente se trató de un recurso planteado ante el Tribunal Constitucional, pero hasta la fecha ese ente no se pronunció, por lo que el decreto supremo tiene vigencia, subrayó.
Asimismo, Napoleón Pacheco, director de la Fundación Milenio, entidad nacional dedicada al estudio de la economía boliviana, exhortó al Gobierno a reconocer que la inflación no es un problema de la policía ni de guardias municipales, tampoco el obligar a los vendedores a que coloquen los precios en las pizarras, sino que se trata de un problema del mercado internacional.
Asimismo, la Central Obrera Departamental (COD), que dirige Edwin Fernández, planteará su pliego petitorio a la Prefectura de Santa Cruz y también a la Federación de Empresarios, Pedirán un básico de Bs 1.000 para los trabajadores que ganan menos de ese monto y un incremento del 15% para los que ganan más de Bs 1.000.
Ayer, el Gobierno y la COB iniciaron las negociaciones del pliego único, en la ciudad de La Paz, en el que está el aumento salarial.
Hay un exceso de liquidez monetaria
Napoleón Pacheco / Dtor. Fundación Milenio
Un aumento salarial del 10% está por debajo de la inflación de 2007, que fue, según cifras oficiales, un 11,7%, lo que no compensa el total de la pérdida del poder adquisitivo. El probable incremento en ese orden puede resultar pequeño y no compensará la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, si es que la inflación sigue subiendo, como ha ido aconteciendo en enero y febrero.
El FMI estima una inflación promedio del 16% hasta fines de diciembre. Por eso, todos los factores que uno analiza, respecto a la inflación, muestran que este problema tiende a agravarse. Lo que el Gobierno debe hacer es, básicamente, cambiar la orientación de la política antiinflacionaria, porque en la medida que se logre estabilizar los precios, el incremento salarial propuesto para 2008 puede compensar las pérdidas que se puedan producir. Pero, si la orientación de las medidas económicas siguen manteniéndose, la inflación va a continuar.
Para empezar, se debe modificar el contenido de la política monetaria, que es expansiva. Este tipo de política significa una inyección de liquidez a la economía, lo que invalida el esfuerzo que hace el BCB para absorber liquidez colocando bonos. La emisión monetaria, desde hace dos años, está aumentando, en promedio, del 50 al 60%; hay un exceso de liquidez en la economía.
La autoridad afirmó que en este mes posiblemente se tenga una decisión, pues sostuvo que se trata de una situación que necesita ser estudiada con detenimiento. “Tenemos que ser, como se comprenderá, muy cuidadosos en esta cuestión, porque lo que se decida tiene efectos en la economía nacional, en los parámetros de los índices de precios del consumidor y en los de crecimiento”, apuntó.
Según el ministro, la decisión que tome el Poder Ejecutivo está marcada por la presión de dos tendencias: una que busca un incremento superior del 10%, representada por los trabajadores, y la otra, del sector empresarial, que pretende que no haya un incremento establecido por el Estado o que al menos la determinación nazca del consenso obrero-patronal.
En ese sentido -explicó-, el Gobierno está buscando un incremento salarial que represente un equilibrio entre estas dos tendencias.
El dirigente de la Federación de Empresarios de Bolivia (CEPB), Gabriel Dabdoub, preguntó: “¿Qué aumento puede haber si al final no se están dando soluciones a los temas de la inflación y de la oferta y la demanda?”.
En consecuencia, planteó que este tema tiene que ser resuelto en una negociación con los trabajadores, porque tiene que ser de acuerdo con las condiciones de las empresas. “Hay algunas que tienen la posibilidad de pagar incluso por encima del 10%, pero hay otras que no tienen las mismas condiciones económicas”, enfatizó.
Dabdoub sostuvo que el Gobierno, en vez de preocuparse por dar incrementos, tiene que pensar en el tema productivo. “Las soluciones tienen que ser a largo plazo, no coyunturales, que no sea una cuestión política electoral. Pedimos soluciones de fondo, no parches”, reclamó.
Para el presidente de la Federación de Empresarios de Potosí, Luis Emilio Valda, la determinación del Gobierno de fijar un incremento en el sector privado sería ilegal, pues sostuvo que el Tribunal Constitucional, el año pasado, a través de una sentencia, declaró ilegal la medida del Poder Ejecutivo de subir los salarios.
Por su parte, el ministro Delgadillo negó tal sentencia y dijo que solamente se trató de un recurso planteado ante el Tribunal Constitucional, pero hasta la fecha ese ente no se pronunció, por lo que el decreto supremo tiene vigencia, subrayó.
Asimismo, Napoleón Pacheco, director de la Fundación Milenio, entidad nacional dedicada al estudio de la economía boliviana, exhortó al Gobierno a reconocer que la inflación no es un problema de la policía ni de guardias municipales, tampoco el obligar a los vendedores a que coloquen los precios en las pizarras, sino que se trata de un problema del mercado internacional.
Asimismo, la Central Obrera Departamental (COD), que dirige Edwin Fernández, planteará su pliego petitorio a la Prefectura de Santa Cruz y también a la Federación de Empresarios, Pedirán un básico de Bs 1.000 para los trabajadores que ganan menos de ese monto y un incremento del 15% para los que ganan más de Bs 1.000.
Ayer, el Gobierno y la COB iniciaron las negociaciones del pliego único, en la ciudad de La Paz, en el que está el aumento salarial.
Hay un exceso de liquidez monetaria
Napoleón Pacheco / Dtor. Fundación Milenio
Un aumento salarial del 10% está por debajo de la inflación de 2007, que fue, según cifras oficiales, un 11,7%, lo que no compensa el total de la pérdida del poder adquisitivo. El probable incremento en ese orden puede resultar pequeño y no compensará la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, si es que la inflación sigue subiendo, como ha ido aconteciendo en enero y febrero.
El FMI estima una inflación promedio del 16% hasta fines de diciembre. Por eso, todos los factores que uno analiza, respecto a la inflación, muestran que este problema tiende a agravarse. Lo que el Gobierno debe hacer es, básicamente, cambiar la orientación de la política antiinflacionaria, porque en la medida que se logre estabilizar los precios, el incremento salarial propuesto para 2008 puede compensar las pérdidas que se puedan producir. Pero, si la orientación de las medidas económicas siguen manteniéndose, la inflación va a continuar.
Para empezar, se debe modificar el contenido de la política monetaria, que es expansiva. Este tipo de política significa una inyección de liquidez a la economía, lo que invalida el esfuerzo que hace el BCB para absorber liquidez colocando bonos. La emisión monetaria, desde hace dos años, está aumentando, en promedio, del 50 al 60%; hay un exceso de liquidez en la economía.
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