La creación de las empresas comunitarias será una nueva forma de generar el desarrollo económico en sectores vulnerables de la población donde las organizaciones sociales o juntas vecinales conforman cooperativas o entidades sin fines de lucro que no reciben apoyo del Estado ni del sector privado.
En ese marco, se presentó ante el Parlamento un proyecto de ley que plantea la creación de estas empresas comunitarias en Bolivia, propuesta que es impulsada por la Superintendencia de Empresas.
El objetivo principal para la creación de las empresas comunitarias es “reconocer la naturaleza ancestral de las empresas comunitarias incorporándolas al ámbito de la economía nacional a través de la formalización ágil y expedita así como el fomento en su constitución y el incentivo en el ámbito tributario administrativo y de comercialización”.
En Bolivia existen un millón seiscientas mil empresas de las cuales 32 mil gozan de algunos “derechos económicos” como firmar contratos, pueden acceder a créditos de la banca, exportan su producción, sus trabajadores gozan del sistema de seguridad social. También según la entidad reguladora 31.166 están registradas legalmente.
La mayoría de estas empresas se encuentran en los departamentos del eje central del país y especialmente en el departamento de La Paz.
Al respecto, el superintendente de Empresas, Rolando Morales, esta propuesta está orientada especialmente a las organizaciones económicas campesinas que funcionan de forma eficiente en las comunidades rurales pero que no gozan de todos los derechos de los agentes económicos.
“Además estas organizaciones están inscritas como organizaciones civiles sin fines de lucro lo que les impide por ejemplo dar facturas y si no dan facturas no pueden realizar negocios de cierta envergadura, tampoco son sujetos de crédito”, afirmó Morales.
Buscan reconocimiento
En ese sentido, con la creación de las empresas comunitarias lo que se pretende es que esas organizaciones obtengan ese reconocimiento y puedan convertirse en grandes entidades productivas.
También se busca que las instituciones que funcionan como organizaciones no gubernamentales o las cooperativas puedan igualmente transformarse empresas productivas para beneficiar de forma directa a sus integrantes.
“Es importante que la gran cantidad de empresas pequeñas o microempresas, las que están organizadas en torno a movimientos sociales puedan crecer para mejorar la situación económica de los que conforman estos grupos, como también para impulsar el desarrollo económico de Bolivia”.
De la misma manera, con la creación de las empresas comunitarias fortalecerá en gran manera la producción para el mercado interno e incluso se incrementarán las exportaciones.
El Superintendente de Empresas reconoció que en el país existen una serie de restricciones legales, procedimentales y hasta sociales que impiden el crecimiento de una empresa lo que se traduce en el bajo nivel de desarrollo económico en el país.
En ese marco, se presentó ante el Parlamento un proyecto de ley que plantea la creación de estas empresas comunitarias en Bolivia, propuesta que es impulsada por la Superintendencia de Empresas.
El objetivo principal para la creación de las empresas comunitarias es “reconocer la naturaleza ancestral de las empresas comunitarias incorporándolas al ámbito de la economía nacional a través de la formalización ágil y expedita así como el fomento en su constitución y el incentivo en el ámbito tributario administrativo y de comercialización”.
En Bolivia existen un millón seiscientas mil empresas de las cuales 32 mil gozan de algunos “derechos económicos” como firmar contratos, pueden acceder a créditos de la banca, exportan su producción, sus trabajadores gozan del sistema de seguridad social. También según la entidad reguladora 31.166 están registradas legalmente.
La mayoría de estas empresas se encuentran en los departamentos del eje central del país y especialmente en el departamento de La Paz.
Al respecto, el superintendente de Empresas, Rolando Morales, esta propuesta está orientada especialmente a las organizaciones económicas campesinas que funcionan de forma eficiente en las comunidades rurales pero que no gozan de todos los derechos de los agentes económicos.
“Además estas organizaciones están inscritas como organizaciones civiles sin fines de lucro lo que les impide por ejemplo dar facturas y si no dan facturas no pueden realizar negocios de cierta envergadura, tampoco son sujetos de crédito”, afirmó Morales.
Buscan reconocimiento
En ese sentido, con la creación de las empresas comunitarias lo que se pretende es que esas organizaciones obtengan ese reconocimiento y puedan convertirse en grandes entidades productivas.
También se busca que las instituciones que funcionan como organizaciones no gubernamentales o las cooperativas puedan igualmente transformarse empresas productivas para beneficiar de forma directa a sus integrantes.
“Es importante que la gran cantidad de empresas pequeñas o microempresas, las que están organizadas en torno a movimientos sociales puedan crecer para mejorar la situación económica de los que conforman estos grupos, como también para impulsar el desarrollo económico de Bolivia”.
De la misma manera, con la creación de las empresas comunitarias fortalecerá en gran manera la producción para el mercado interno e incluso se incrementarán las exportaciones.
El Superintendente de Empresas reconoció que en el país existen una serie de restricciones legales, procedimentales y hasta sociales que impiden el crecimiento de una empresa lo que se traduce en el bajo nivel de desarrollo económico en el país.
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