Bolivia no produce papel y el que se consume en el mercado interno lo importa de al menos nueve naciones. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el país compró, a julio de este año, 58,6 millones de kilos de este material en todas sus variedades y formas, lo que equivale a 57,7 millones de dólares.
Los datos del INE también dan cuenta de que en ese periodo se adquirió aproximadamente 120 tipos de papel y cartones. Entre estos se encuentran material para prensa en bobinas, rollos, hojas con diferente gramaje, calca, autoadesivos, engomados, revestidos con plástico, bolsas, sacos y otros.
Estos productos son internados de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Países Bajos, Perú y Suecia. Con el material importado, las librerías u otro tipo de empresas bolivianas se dedican a fabricar productos terminados, es decir, cuadernos, hojas de diferentes tamaños o se lo utiliza para publicaciones.
Una de estas compañías, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó que el material de escritorio y escolar que produce es consumido en el mercado interno. El Gobierno estima que lo mismo sucede con el resto de papel que ingresa al país.
Los problemas
En el último tiempo, algunos de los proveedores enfrentaron problemas de producción, principalmente por la falta de gas natural.
Es el caso de Chile, país en el que, en mayo pasado, la papelera Concepción cerró temporalmente y dejó de producir papel periódico. Este hecho, según reportes de prensa de ese país, se debe a la crisis energética que enfrenta la vecina nación.
La industria chilena tiene como fuente de energía el gas natural que le vende Argentina, pero este último también atraviesa problemas para abastecer su mercado interno.
Este factor derivó en que las otras compañías que producen ese mismo material, que son Inforsa y Norske Skog Bío Bío aumenten su capacidad de producción y también el tiempo para hacer los pedidos.
En el caso de la primera, su oficina regional en Bolivia informó que están atendiendo la demanda de sus clientes, pero el requerimiento debe ser hecho con anticipación.
Se explicó que antes se podía entregar el producto con un requerimiento de 15 días, pero este término se triplicó.
Esta empresa afirma que están produciendo al 100 por ciento de su capacidad y se aseguró que no tienen problemas en la provisión de energía para el procesamiento del producto.
La papelera Tucuman de Argentina también enfrenta contratiempos por la falta de gas. Así por lo menos lo señalan algunos importadores bolivianos que compran a esta empresa papel periódico.
Otros materiales
En cuanto a los pliegos de escritorio, escolar, entre otros, una de las empresas del país que importa el material y se dedica a elaborar productos terminados, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó que hay una crisis de producción de papel en Brasil y Argentina, países de donde trae el producto.
“Las fábricas (dijo la administradora) nos da cupos. Es difícil hoy en día comprar sin que se haga un previo pedido y no siempre cubren las necesidades que tenemos. Hay que tener suerte o ser un cliente constante”.
Según su explicación, esta crisis de producción se debe en parte a la falta de gas natural para el funcionamiento de las fábricas, ello en el caso de Argentina.
Respecto de Brasil la situación es diferente. La información que se tiene es que como algunas industrias de Europa, que se dedicaban a la producción de papel, cerraron, ahora demandan el producto de esa nación vecina, cuyos fabricantes “prefieren” vender sus sobrantes a las naciones europeas.
Este hecho, según se dijo, afectó el aprovisionamiento para las empresas bolivianas y esto a su vez trajo como efecto la disminución en la producción de insumos para el mercado interno.
Bolivia también importa cartón y en gran escala, pues en el país sólo hay una empresa dedicada a esta fabricación, que es La Papelera. Sin embargo esta compañía no quiso dar detalles de su producción. El Gobierno proyecta la consolidación de la industria en este rubro.
La empresa estatal
Precisamente para dejar de depender del papel importado e impulsar la industria nacional, el Gobierno creó, mediante Decreto Supremo 29255, la Empresa Pública Nacional Estratégica Papeles de Bolivia (Papelbol).
El aporte del Estado en esta empresa será de 162,3 millones de bolivianos y será instalada en el Trópico de Cochabamba. Además de producir el papel se encargará de comercializarlo.
Según información del Ministerio de Producción y Microempresa, los productos que elaborará esta fábrica son: papel periódico (utilizado por los medios de comunicación escritos); material para la impresión y escritura y el papel para embalaje.
Una de las grandes importadoras de papel explicó ven con buenos ojos que se pueda instalar una industria que produzca papel, siempre y cuando sea competitiva en cuanto a la calidad.
Se dijo que en la medida en que el producto sea competitivo y a un menor precio, eso repercutirá en la baja del precio de los cuadernos, del material de escritorio, entre otros.
La materia prima es la celulosa y se extrae de los árboles
La celulosa o pulpa es la materia prima para la fabricación del papel y se obtiene de la trituración de los árboles y de la mezcla de ésta con componentes químicos.
Los troncos que llegan a la planta, así como el aserrín o restos de los árboles son introducidos en una máquina que lo destroza y lo convierte en astilla (chips).
Esta materia es introducida a un digestor, que tiene la forma de tanque. En esta máquina, las astillas son cocidas a una alta temperatura y presión con una sustancia denominada licor blanco (solución compuesta por sulfuro de sodio e hidróxido de sodio). En la medida que las astillas avanzan hacia la parte baja del digestor se van transformando en pasta de celulosa.
Al final de la cocción, además de esta mezcla se genera un residuo denominado licor negro, que está compuesto por el licor blanco mezclado con la lignina (capa del árbol) y otras sustancias de la madera, que luego es procesado en otra área de la planta.
Al llegar a la parte inferior de la maquinaria, la pasta de celulosa es sometida a un lavado a altas temperaturas. Luego, pasa por un estanque de soplado, cuya función es reducir bruscamente la presión para liberar las fibras que aún permanecen compactas.
La pasta filtrada y lavada constituye lo que se denomina celulosa cruda o celulosa sin blanquear, líquida. Esta pasta de celulosa tiene aún un contenido importante de lignina, que le da una tonalidad café, similar al color natural de la madera.
Con esta materia prima ya es posible fabricar el papel. Sin embargo para que adquiera el tono blanco se le deben agregar diferentes productos químicos, como el dióxido de cloro, el oxígeno y el peróxido de hidrógeno (H2O2-agua oxigenada).
Papelbol está en construcción
La construcción de la Empresa Nacional Estratégica de Bolivia (Papelbol), creada mediante Decreto Supremo 29255, arrancará la primera semana de enero sobre un terreno de 20 hectáreas, a orillas del río Chapare, colindante con el puente Alfonso Gumucio Reyes. Para dar inicio a la edificación, el presidente Evo Morales colocó la piedra fundamental el 8 de diciembre.
La inversión asciende a 20 millones de dólares financiados por el Tesoro General de la Nación (TGN). La compañía brasileña D"andrea Agrimport tendrá a su cargo la provisión e instalación de la maquinaria, así como la capacitación del personal. Según lo comprometido por el representante de esta empresa, Roberto Falasene, en 14 meses Papelbol podrá entrar en total funcionamiento.
El Gobierno prevé que Papelbol cubrirá el 70 por ciento de la demanda interna y reducirá las importaciones.
Según datos del Ministerio de Producción y Microempresa, el proyecto para la planta contempla la instalación de dos sub plantas, que funcionarán en cadena. La primera frabricará celulosa o pulpa (materia prima para la elaboración del papel). Este material será suministrado a una segunda infraestructura que procesará los pliegos.
Se prevé que el primer año habrá una producción de 3.780 toneladas de material para periódico; 2.835 toneladas de papel de embalaje y 2.835 toneladas de papel escritura. Para el segundo año se estima que la fabricación subirá a 7.560 toneladas en el caso del primero, 5.670 toneladas para el segundo y 5.670 toneladas para el tercero. En el tercer año la producción será de 15.120, 11.340 y 11.340 toneladas, respectivamente.
También será implementado un sistema para la producción a partir del reciclaje. Según datos del proyecto, existe una generación de papel en desuso de 78,8 toneladas por día en cuatro ciudades principales: La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, con lo que se podría tener un producto terminado de hasta 100 toneladas. En forma paralela, el Gobierno pretende instalar en Oruro una fábrica de cartón denominada Cartónbol, con una inversión de 4 millones de dólares.
Los datos del INE también dan cuenta de que en ese periodo se adquirió aproximadamente 120 tipos de papel y cartones. Entre estos se encuentran material para prensa en bobinas, rollos, hojas con diferente gramaje, calca, autoadesivos, engomados, revestidos con plástico, bolsas, sacos y otros.
Estos productos son internados de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Países Bajos, Perú y Suecia. Con el material importado, las librerías u otro tipo de empresas bolivianas se dedican a fabricar productos terminados, es decir, cuadernos, hojas de diferentes tamaños o se lo utiliza para publicaciones.
Una de estas compañías, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó que el material de escritorio y escolar que produce es consumido en el mercado interno. El Gobierno estima que lo mismo sucede con el resto de papel que ingresa al país.
Los problemas
En el último tiempo, algunos de los proveedores enfrentaron problemas de producción, principalmente por la falta de gas natural.
Es el caso de Chile, país en el que, en mayo pasado, la papelera Concepción cerró temporalmente y dejó de producir papel periódico. Este hecho, según reportes de prensa de ese país, se debe a la crisis energética que enfrenta la vecina nación.
La industria chilena tiene como fuente de energía el gas natural que le vende Argentina, pero este último también atraviesa problemas para abastecer su mercado interno.
Este factor derivó en que las otras compañías que producen ese mismo material, que son Inforsa y Norske Skog Bío Bío aumenten su capacidad de producción y también el tiempo para hacer los pedidos.
En el caso de la primera, su oficina regional en Bolivia informó que están atendiendo la demanda de sus clientes, pero el requerimiento debe ser hecho con anticipación.
Se explicó que antes se podía entregar el producto con un requerimiento de 15 días, pero este término se triplicó.
Esta empresa afirma que están produciendo al 100 por ciento de su capacidad y se aseguró que no tienen problemas en la provisión de energía para el procesamiento del producto.
La papelera Tucuman de Argentina también enfrenta contratiempos por la falta de gas. Así por lo menos lo señalan algunos importadores bolivianos que compran a esta empresa papel periódico.
Otros materiales
En cuanto a los pliegos de escritorio, escolar, entre otros, una de las empresas del país que importa el material y se dedica a elaborar productos terminados, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó que hay una crisis de producción de papel en Brasil y Argentina, países de donde trae el producto.
“Las fábricas (dijo la administradora) nos da cupos. Es difícil hoy en día comprar sin que se haga un previo pedido y no siempre cubren las necesidades que tenemos. Hay que tener suerte o ser un cliente constante”.
Según su explicación, esta crisis de producción se debe en parte a la falta de gas natural para el funcionamiento de las fábricas, ello en el caso de Argentina.
Respecto de Brasil la situación es diferente. La información que se tiene es que como algunas industrias de Europa, que se dedicaban a la producción de papel, cerraron, ahora demandan el producto de esa nación vecina, cuyos fabricantes “prefieren” vender sus sobrantes a las naciones europeas.
Este hecho, según se dijo, afectó el aprovisionamiento para las empresas bolivianas y esto a su vez trajo como efecto la disminución en la producción de insumos para el mercado interno.
Bolivia también importa cartón y en gran escala, pues en el país sólo hay una empresa dedicada a esta fabricación, que es La Papelera. Sin embargo esta compañía no quiso dar detalles de su producción. El Gobierno proyecta la consolidación de la industria en este rubro.
La empresa estatal
Precisamente para dejar de depender del papel importado e impulsar la industria nacional, el Gobierno creó, mediante Decreto Supremo 29255, la Empresa Pública Nacional Estratégica Papeles de Bolivia (Papelbol).
El aporte del Estado en esta empresa será de 162,3 millones de bolivianos y será instalada en el Trópico de Cochabamba. Además de producir el papel se encargará de comercializarlo.
Según información del Ministerio de Producción y Microempresa, los productos que elaborará esta fábrica son: papel periódico (utilizado por los medios de comunicación escritos); material para la impresión y escritura y el papel para embalaje.
Una de las grandes importadoras de papel explicó ven con buenos ojos que se pueda instalar una industria que produzca papel, siempre y cuando sea competitiva en cuanto a la calidad.
Se dijo que en la medida en que el producto sea competitivo y a un menor precio, eso repercutirá en la baja del precio de los cuadernos, del material de escritorio, entre otros.
La materia prima es la celulosa y se extrae de los árboles
La celulosa o pulpa es la materia prima para la fabricación del papel y se obtiene de la trituración de los árboles y de la mezcla de ésta con componentes químicos.
Los troncos que llegan a la planta, así como el aserrín o restos de los árboles son introducidos en una máquina que lo destroza y lo convierte en astilla (chips).
Esta materia es introducida a un digestor, que tiene la forma de tanque. En esta máquina, las astillas son cocidas a una alta temperatura y presión con una sustancia denominada licor blanco (solución compuesta por sulfuro de sodio e hidróxido de sodio). En la medida que las astillas avanzan hacia la parte baja del digestor se van transformando en pasta de celulosa.
Al final de la cocción, además de esta mezcla se genera un residuo denominado licor negro, que está compuesto por el licor blanco mezclado con la lignina (capa del árbol) y otras sustancias de la madera, que luego es procesado en otra área de la planta.
Al llegar a la parte inferior de la maquinaria, la pasta de celulosa es sometida a un lavado a altas temperaturas. Luego, pasa por un estanque de soplado, cuya función es reducir bruscamente la presión para liberar las fibras que aún permanecen compactas.
La pasta filtrada y lavada constituye lo que se denomina celulosa cruda o celulosa sin blanquear, líquida. Esta pasta de celulosa tiene aún un contenido importante de lignina, que le da una tonalidad café, similar al color natural de la madera.
Con esta materia prima ya es posible fabricar el papel. Sin embargo para que adquiera el tono blanco se le deben agregar diferentes productos químicos, como el dióxido de cloro, el oxígeno y el peróxido de hidrógeno (H2O2-agua oxigenada).
Papelbol está en construcción
La construcción de la Empresa Nacional Estratégica de Bolivia (Papelbol), creada mediante Decreto Supremo 29255, arrancará la primera semana de enero sobre un terreno de 20 hectáreas, a orillas del río Chapare, colindante con el puente Alfonso Gumucio Reyes. Para dar inicio a la edificación, el presidente Evo Morales colocó la piedra fundamental el 8 de diciembre.
La inversión asciende a 20 millones de dólares financiados por el Tesoro General de la Nación (TGN). La compañía brasileña D"andrea Agrimport tendrá a su cargo la provisión e instalación de la maquinaria, así como la capacitación del personal. Según lo comprometido por el representante de esta empresa, Roberto Falasene, en 14 meses Papelbol podrá entrar en total funcionamiento.
El Gobierno prevé que Papelbol cubrirá el 70 por ciento de la demanda interna y reducirá las importaciones.
Según datos del Ministerio de Producción y Microempresa, el proyecto para la planta contempla la instalación de dos sub plantas, que funcionarán en cadena. La primera frabricará celulosa o pulpa (materia prima para la elaboración del papel). Este material será suministrado a una segunda infraestructura que procesará los pliegos.
Se prevé que el primer año habrá una producción de 3.780 toneladas de material para periódico; 2.835 toneladas de papel de embalaje y 2.835 toneladas de papel escritura. Para el segundo año se estima que la fabricación subirá a 7.560 toneladas en el caso del primero, 5.670 toneladas para el segundo y 5.670 toneladas para el tercero. En el tercer año la producción será de 15.120, 11.340 y 11.340 toneladas, respectivamente.
También será implementado un sistema para la producción a partir del reciclaje. Según datos del proyecto, existe una generación de papel en desuso de 78,8 toneladas por día en cuatro ciudades principales: La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, con lo que se podría tener un producto terminado de hasta 100 toneladas. En forma paralela, el Gobierno pretende instalar en Oruro una fábrica de cartón denominada Cartónbol, con una inversión de 4 millones de dólares.
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