El Gobierno desestimó la concesión de incentivos a la inversión del sector privado, en el marco del diálogo productivo, para cuyo efecto se constituyeron seis mesas de trabajo, que se activaron desde hace más de un mes, aproximadamente.
En una de las mesas de diálogo, el ministro de Economía, Luis Arce, fue el encargado de transmitir esa decisión del Gobierno a los empresarios, hace tres semanas, quienes plantearon, entre otras demandas, la reglamentación de la Ley de Inversiones, que continúa sin la disposición complementaria.
Aparte, fueron abordados otros aspectos, vinculados con la administración tributaria y el régimen salarial vigente.
AGRESIVIDAD
Según pudo conocerse, Arce fue muy agresivo en las explicaciones que brindó a los dirigentes empresariales sobre la decisión de no atender los requerimientos del sector en materia de incentivos. Inclusive, de acuerdo a lo conocido en fuentes privadas, el ministro utilizó términos impropios para dirigirse a algunos empresarios, descalificando su rol en la economía nacional, lo que causó malestar en los directivos empresariales.
POSICIONES ENCONTRADAS
Sin referirse específicamente a este grave incidente, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, aludió indirectamente al hecho, al señalar:
“Ambas partes tenemos posiciones encontradas en ciertos temas, hemos consensuado muchos de ellos y en otros temas no, como es normal en un proceso como este, pero el avance nos debe dejar a todos una esperanza bastante justificada, en sentido de que podemos llegar a acuerdos y a esa complementariedad que tanta falta nos hace”, sostuvo.
Según las mismas fuentes, existirían avances en las mesas de trabajo sobre los temas de producción, exportaciones e industria. El tema salarial es considerado por los privados como una problemática transversal, que afecta el diálogo en todas las mesas de trabajo constituidas.
EVALUACIÓN
El presidente de la empresa privada explicó que este año se presenta complicada la situación económica y es por ello que se abrió un proceso de diálogo con el Gobierno.
Refiriéndose a las mesas de trabajo, dijo que, mediante el diálogo, los empresarios buscan llevar propuestas al Gobierno, cuando Bolivia transita un proceso recesivo desde hace algunos meses. “Esta situación está comenzando a golpearnos”, añadió.
SALARIOS
En los últimos 10 años, el Gobierno actuó a favor de los trabajadores asalariados, otorgándoles incrementos salariales por encima de la inflación. En promedio, el salario mínimo se ha establecido en Bs 928.00 en el referido período. A partir de este año, rige el salario mínimo nacional de Bs 1.805. En 2005 era de Bs 440.
Adicionalmente, los sectores productivos privados cuestionaron que los ajustes salariales no fueron otorgados en función de la productividad y sin una negociación tripartita, como lo recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
DESEMPLEO
En ese ámbito, el representante empresarial dijo que este año el nivel del desempleo se elevó de 3.3 al 4.4 por ciento, de la fuerza laboral del país. “Esta situación nos debe obligar a que definitivamente el diálogo productivo se transforme en acciones inmediatas de corto, mediano y largo plazo”.
En criterio de Nostas, “la coyuntura recesiva que afecta al país estaría poniendo en riesgo el empleo y la producción, lo que tendrá consecuencias en la economía nacional”, advirtió.
EVALUACIÓN
Nostas hizo una evaluación del avance de las mesas de trabajo con el Gobierno. “No podemos negar que existe un diálogo poco efectivo, pero no olvidemos que este es un proceso de diálogo y no de negociación”, aclaró.
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