“Mientras los países vecinos han adoptado devaluaciones en sus paridades cambiarias, nosotros no sabemos en qué entorno cambiario nos vamos a mover”, dijo el presidente de este sector, Guillermo Pou Munt. Entretanto, el expresidente de la Asociación de Bancos Privados (Asoban) Kurt Koenigfest, anticipó que en esta gestión el Gobierno mantendrá la política cambiaria.
LA REGIÓN
Ante la mirada pasiva del Gobierno sobre los cambios que realizan los países vecino, en opinión del sector esta situación les resta competitividad a las exportaciones especialmente denominadas no tradicionales (sin gas ni minerales). Según sus representantes el tipo de cambio congelado desde diciembre de 2011 desincentiva esas actividades y más bien alienta el ingreso de productos, abaratando las importaciones en claro desmedro de la industria nacional.
SACRIFICIO
Durante estos años los empresarios exportadores resignaron sus demandas en este tema. El mismo Pou Munt dijo hace algún tiempo atrás que buscaban contribuir –no sin sacrificio– al modelo económico gubernamental. Los sectores privados dicen que, por lo menos hasta fin de año, no habrá cambios en la cotización del boliviano respecto a la divisa estadounidense.
FORTALEZA
Los especialistas en economía señalan que si bien el billete boliviano está fuerte frente al dólar estadounidense, el valor de la moneda nacional bajó en los últimos años. Otro indicador que apoya este argumento es el incremento que registró la Unidad de Fomento a la Vivienda (UFV).
La relación de la moneda boliviana frente a la UFV muestra que en la economía nacional hay cambios, y que la inflación alienta esos cambios, ya que devalúa el valor de la moneda nacional.
CONVERSATORIO
El lunes pasado en oportunidad de un conversatorio organizado por la firma de abogados Ferrere en torno a la Ley de Conciliación y Arbitraje, Andrés Cerisola, asociado de dicho buffet de especialistas, preguntó a los invitados, entre ellos empresarios de la banca y exportaciones, si habría la posibilidad de que el Gobierno modifique el tipo de cambio y ajuste un poco hacia arriba la tasa de inflación. La respuesta de los invitados, en especial del expresidente de Asoban, Kurt Koeningsfest y el presidente de la Caneb, Guillermo Pou Munt, fue poco esperanzadora. Ambos indicaron que no vislumbraban posibilidad alguna de que las autoridades nacionales modifiquen el régimen cambiario por lo menos hasta fin de año. Cerisola dijo que “una moneda de un país pegada al dólar era renunciar a su soberanía”.
CUESTIONAMIENTO
En el conversatorio se advirtió un cierto cuestionamiento a la posición del Gobierno en ese campo, al indicar que las autoridades nacionales restarían importancia al sector privado y principalmente al sector exportador. El representante de la Caneb informó que cada primero de enero se reúnen con autoridades del sector financiero y en la última cita observaron que no hay posibilidad de modificar el tipo de cambio. En el último reporte de política monetaria, el Banco Central confirmó esa determinación.
Las exportaciones se encarecen al no flexibilizar el tipo de cambio, pero en retiradas oportunidades las autoridades indicaron que no se modificaría la paridad cambiaria.
VECINDARIO
Los países vecinos devaluaron su moneda con el objetivo de ayudar a su sector exportador. La crisis económica mundial desaceleró las compras.
CRISIS 2008
El período de desaceleración mundial, a partir de 2008, obligó a todas las economías a devaluar su moneda, para alentar las ventas; mientras Bolivia hizo lo contrario, fijó un tipo de cambio más bien administrado con una mínima banda de flotación.
Desde finales de 2011, el tipo de cambio de fijó en 6,96 bolivianos para la compra y 6,86 para la venta. Desde este año a la fecha no varió y continuará así hasta fines de gestión, apreciaron los privados.
A principios de este año, las autoridades económicas se reunieron en para evaluar el comportamiento de la economía y consideraron innecesario modificar el tipo de cambio anclado en esa paridad.
CONTRABANDO
Uno de los efectos directos de la devaluación de las monedas vecinas es la importación, tanto vía legal o contrabando, de productos extranjeros. Ante esta situación, los ilícitos aduaneros se ven estimulados por la competitividad de los productos que ofrecen las naciones vecinas. Ivo Blazevic, ejecutivo de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), señaló su preocupación al indicar que las pérdidas por el contrabando de bebidas suman millones de dólares. Estos, cuyos recursos no ingresan al Estado por la evasión fiscal.
ESTUDIO
Un reciente estudio de Euromonitor, financiado por la CBN, demostró que anualmente la pérdida para los productores locales y el Gobierno supera $us 100 millones anuales por evasión de tributos, además de falsificaciones y adulteraciones de bebidas alcohólicas. Las pérdidas ascienden a $us 54 millones para el sector de bebidas y $us 24 millones que afectan específicamente a la cervecera paceña.
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