Tiene una textura 10 veces superior al acero. Se trata del spectra de haneywell, un blindaje opaco utilizado para vehículos especiales que transportan valores. Es una de las propuestas de Armor, una fábrica boliviana instalada en La Paz y que además cuenta con plantas en Panamá, Costa Rica y Paraguay.
Además de estos equipos, la empresa Brinks Bolivia posee cámaras de vigilancia y de monitoreo en calidad High Definition (HD) tanto en sistemas digitales (IP) como analógicos que se combinan con sistemas de seguridad en telefonía, rastreo satelital y transporte de valores.
Víctor Hugo Antelo, gerente nacional de tecnología de Brinks, aseveró que en sus equipos manejan un 60% sistema analógico y el restante 40% con IP. Se benefician con una cartera de más de 300 clientes a nivel nacional. Cuentan con cámaras CCTV de la línea Hikvisión, Epcom, Acti, DSC, entre otras. Su precio va desde los $us 200 en adelante. Antelo sugirió un análisis de los riesgos antes de implementar cualquier sistema en una empresa. Por su parte, los vehículos de Armor están elaborados con vidrios laminados de policarbonato, poliuretano y polivinil butiral (PVB) que cumplen los niveles de resistencia balística. Así lo aseguró Luis Antonio Cariaga, gerente de esta firma, que se dedica a la manufactura de chalecos antibalas. Los respalda el dictamen balístico de aprobación de la Policía
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