Un dramático cambio normativo mundial surgió luego del fatídico 9/11 (ataque a las Torres Gemelas), generándose acciones a fin de garantizar un comercio más seguro para los Estados y los ciudadanos ante las amenazas de los nuevos enemigos globales como el tráfico de armas y las sustancias controladas y, a partir de ello, el terrorismo con toda su nefasta manifestación.
La Organización Mundial de Aduanas (OMA) creó un marco de normas para la seguridad y facilitación del comercio (Marco SAFE) con varias directrices y dos pilares fundamentales, el de Aduana–Aduana y Aduana–Empresa, impulsando una alianza sinérgica por medio de programas como el operador económico autorizado (OEA) hacia un mejor flujo de mercancías en toda la cadena logística -desde el exportador hasta el importador-, estando diseñado para las compañías comprometidas con el cumplimiento de la normativa aduanera y que den confiabilidad a la cadena de suministros internacionales.
Bolivia a la vanguardia
La Aduana se adhirió al marco SAFE el 2005 y con el D.S. 1443, del 19/12/2012, se incorporó al Reglamento de la Ley General de Aduanas a efectos de asegurar la cadena logística establecida en el marco SAFE de la Organización Mundial de Aduanas – OMA, la Aduana establecerá la reglamentación del operador económico autorizado.
Bolivia pasó a colocarse a la vanguardia en ciertos campos normativos del comercio exterior y ese debe ser nuestro horizonte, más aún si el futuro al que aspiramos para nuestros hijos es un desafío que tiene como primer elemento la agenda 2025, siendo el camino para combatir la pobreza incrementar la producción y las exportaciones no tradicionales, con el gran reto de alimentarnos mejor, además de alimentar más al mundo.
La Organización Mundial del Comercio (OMC), por su parte, generó también normas que postulan, entre otras, la facilitación del comercio instando a la liberalización de ciertas actividades controladas por los organismos aduaneros estatales sin tomar en cuenta para su éxito aspectos fundamentales como la cultura tributaria, idiosincrasia, educación y otros, generando corrientes de rechazo en la zona latinoamericana, al postularse ello como elementos incondicionales en la negociación de tratados de libre comercio siendo resistidos en Bolivia por su cariz neoliberal y por no tomar en cuenta las opiniones, fundamentos y criterios de cada uno de los países.
En Bolivia, con el fortalecimiento de nuestra Aduana Nacional y la constante actualización de los componentes de la cadena logística de suministro, vemos una cierta seguridad en el manejo del comercio exterior fortalecido además por la creación de carreras universitarias y de técnicos superiores, que permiten la profesionalización y capacitación continua de los actores que, adicionado a la experiencia acumulada, ayudará a consumar el anhelado cambio para mejorar.
Cambios dramáticos
Pero no todo lo que brilla es oro. Hace algo más de un año, con la Ley 317, se incorporó a la normativa aduanera cambios importantes como la posibilidad del despacho directo para los importadores; el incremento a 200.000 UFV de tributos aduaneros omitidos, para considerar al contrabando como delito; y el abandono de mercancías con renuncia de disposición sobre las mercancías, a favor del Estado. Asimismo, con la Ley 445, se modificaron las reglas relacionadas con los exámenes de suficiencia para postular a la licencia de despachante de aduana, limitando su validez a cinco años, normándose que su renovación sea previo examen de suficiencia, determinándose además que las personas que ya contaban con dicha licencia (indefinida) igual deban renovarla en función del reglamento a ser dictado dentro de los 180 días a partir de la publicación del decreto reglamentario.
Lamentablemente, tales cambios no hacen sino vislumbrar una situación de inseguridad jurídica antes que una real mejora en el servicio, el que teniendo ya normas de regulación con toda seguridad ha dado buenos resultados, no otra cosa se deduce cuando se observan los buenos resultados recaudatorios.
El eslogan de la ANB -“Porque Bolivia Importa y Exporta”- es importante, como importante será que para que el país produzca, exporte más y genere divisas para sustentar la creciente importación, que como actores privados -los Agentes Despachantes de Aduana- podamos aportar a ello con nuestro saber, sumándonos al de otros agentes económicos hacia el engrandecimiento de una patria nueva donde todos puedan disfrutar de una mejor calidad de vida
PERFIL
Ámbito profesional
Hans Hartmann es abogado con maestría en Administración de Negocios. Diplomado en Comercio Exterior y Aduanas. Agente Despachante de Aduana. Presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduanas (CNDA); ex presidente, vicepresidente, secretario y miembro del Tribunal de Honor de la CRDA-SC; ex presidente, vicepresidente, tesorero y secretario del IBCE, hoy asesor; gerente general de la agencia despachante de aduana ACHES S.R.L.
Las frases
“Bolivia pasó a colocarse a la vanguardia en ciertos campos normativos del comercio exterior y ese debe ser nuestro horizonte, más aún si aspiramos un mejor futuro para nuestros hijos”
“Es importante que el país produzca y exporte más, y genere divisas. Como actores privados -los Agentes Despachantes de Aduana- podemos aportar con nuestro saber ”
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