sábado, 10 de agosto de 2013

Despachantes advierten riesgos por la nueva modalidad de importación

Despachantes de Aduana del país advirtieron ayer sobre los riesgos de la aplicación de la nueva Resolución Ministerial 566 emitida por el Ministerio de Economía y Finanzas, el 22 de julio pasado.

El presidente de la Cámara Regional de Despachantes de Aduana de Santa Cruz, Jorge Henrich Costas, advirtió que la “Importación de Mercancías de Manera Directa”, sin la intervención del Agente Profesional Despachante de Aduana o una Agencia Despachante de Aduana pone en riesgo las normas internacionales del comercio exterior.

La Resolución 566 señala que “los importadores -sean personas naturales o jurídicas- podrán realizar sus despachos aduaneros de forma directa sin la intervención del Agente Profesional Despachante de Aduana o una Agencia Despachante de Aduana”.

“Esto nos ha sorprendido” dijo Henrich Costas, al explicar que “en sus aspectos operativos -la Resolución- revaloriza al Despachante de Aduana como auxiliar de la función pública aduanera, pero no con carácter obligatorio en la cadena logística del comercio exterior y aduanas”.

Para el presidente de este sector empresarial, la Resolución 566 afectará seriamente a las Agencias Despachantes de Aduana que no estén técnicamente preparadas y alineadas con un comportamiento profesional y ético.

“Sugerimos como objetivo principal construir y concienciar a todos los Despachantes de Aduana al apego, respeto y cumplimiento de las disposiciones que rigen esta actividad, dejando de lado intermediarios que encarecen las mercancías -por una errónea evaluación de beneficios- y más aún, ponen en alto riesgo el prestigio de la empresa, pudiendo llegar a descalificarla ante la Aduana” sostuvo.

RIESGOS

Los riesgos de la nueva determinación son altamente previsibles y se aguarda que el procedimiento aduanero pueda ser adecuadamente reglamentado y normado a fin de prevenir inconvenientes como: la sobresaturación del Sistema Aduanero Automatizado (Sidunea), por el previsible incremento de la cantidad de usuarios que ingresen, pudiendo “abrirse” a más de 15.000 importadores.

La sobrecarga del trabajo en los técnicos aduaneros para atender y revisar las declaraciones no realizadas por expertos, demandará más tiempo, esfuerzo y cantidad de funcionarios en la Aduana.

Otros riesgos son: el mayor número de fiscalizaciones a través de controles diferidos inmediatos aumentarán el riesgo por defraudación. La no habitualidad del contribuyente, la falta de espacio y comodidad en las aduanas interiores y de frontera por un posible incremento de declarantes y tramitadores; la abundancia de tramitadores (“intermediación”) por cuenta propia, también generarán problemas.

Para Henrich, la preocupación en torno a los desafíos de la disposición tiene que ver con “una mayor y mejor educación, capacitación para el sector, así como la adaptación a los cambios tecnológicos”.

Henrich advirtió que “en la era virtual es una realidad que una porción creciente del comercio internacional realiza transacciones con dinero plástico o de forma virtual, haciendo aún más difícil la labor de fiscalización y control”.

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