El drama económico y social en el sector forestal maderero se prolonga y no se vislumbra una solución a corto plazo en la producción y menos en la exportación. El último año un 15% (2.400) de las unidades productivas que procesaban madera en el país cerraron sus puertas y al quinto mes de 2013 este grupo de productos y sus manufacturas es el de peor desempeño en las ventas al exterior.
De acuerdo con datos proporcionados por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), hasta el año pasado operaban en el país 16.000 unidades productivas en el procesamiento de la madera.
Hoy, además del porcentaje que cerró sus puertas, hay una buena cantidad de inversiones paradas y otro tanto de empresarios, técnicos y mano de obra calificada optaron por migrar a otro sector o, simplemente, diversifican sus actividades económicas.
La caída de la producción y las exportaciones viene del año pasado cuando se dio un bajón de $us 87 millones (2011) a $us 70 millones (2012). Entre enero y mayo de 2013 se exportó por un valor de $us 28 millones, frente a $us 31 millones, que se concretaron en similar periodo de 2012.
Encima, las importaciones de maderas y sus manufacturas crecieron considerablemente, al extremo de que hoy la balanza comercial forestal está en contra del país por $us 6 millones.
Dramática realidad
Un recorrido por los tres municipios de la provincia Velasco (San Ignacio, San Miguel y San Rafael), además de las comunidades de Santa Rosa y Santa Ana, que monte adentro tienen inversiones, permitió comprobar la dramática situación de la mitad de los 40 aserraderos que hay en la zona.
Por un lado, están los empresarios que tienen inversiones en infraestructura y maquinaria parada que oscilan entre $us 200.000 y $us 500.000, y, por el otro, los operarios, en su mayoría mano de obra calificada, que ante la falta de materia prima ha terminado engrosando las filas de los mototaxistas citadinos.
El presidente de la Asociación de Aserraderos de San Ignacio de Velasco, Luis Fernando Jiménez, grafica el drama resumiendo las causas en tres puntos: la caída de los mercados externos, la transición cabal hacia la Ley Forestal que por largos meses derivó en excesos, y las grandes restricciones a créditos financieros.
Hasta antes de la caída en picada, la relación de la cadena productiva de la madera en los 40 aserraderos de la provincia Velasco, entre ellos dos grandes empresas, generaba un promedio de 60 empleos directos y alrededor del triple de indirectos por la implicancia del transporte y personal de apoyo logístico.
Andrés Saucedo, propietario del aserradero San Juan, ubicado en San Miguel, es más duro en sus críticas cuando apunta a la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), que no solo “endureció y priorizó los controles en esta provincia, sino que también aumentó la burocracia en los trámites para cortar, aserrar y procesar manufacturas”.
Jorge Oxa, del aserradero Yolapesco, coincide con las quejas de Saucedo y va más allá cuando denuncia persecución por parte de los técnicos de la ABT que, supuestamente, “vigilan los talleres día y noche, los fines de semana y los feriados.
Pavel Salvatierra, presidente de una de las pocas Asociaciones Sociales del Lugar (ASL) que quedan en la zona, cuenta que hacen un aprovechamiento sostenible de las áreas asignadas, pero todavía tienen un sinnúmero de trabas para la provisión y exportación.
Preocupación y control
Al subgobernador de la provincia Velasco, Mario Aguirre, le preocupa la caída del sector forestal. Según su apreciación, muchos especialistas en madera se han ido a otros lugares y, lo que es peor, se siente la merma en el movimiento económico y el desempleo.
El director de la ABT, Cliver Rocha, dice que ha aplicado la Ley Forestal para acabar con la ilegalidad y todavía sigue en el proceso de formalización de la economía de la madera
Cifras
7,3
Millones de dólares
Es el valor de las exportaciones de madera a EEUU hasta mayo.
90.000
Empleos directos
Generaba hasta 2012 la cadena de la madera a escala nacional.
Detalles de un sector golpeado
REGISTRO DE LAS ASL
En 2005 había alrededor de 120 Asociaciones Sociales del Lugar (ASL), pero hasta la fecha solo quedan 18 en todo el país.
Manejo de concesiones
Las ASL son agrupaciones de usuarios tradicionales de las áreas forestales municipales.
Grandes zonas madereras
En Santa Cruz, además de Velasco, Guarayos y Ñúflo de Chávez producen en gran cantidad.
Guarayos, en problemas
En la zona este del departamento hay alrededor de 35 aserraderos; en San Julián también extraen recursos forestales.
Sospechas sectoriales
En la provincia Velasco sospechan que la ABT no aplica la misma rigurosidad en el control en zonas afines al MAS.
Descargo institucional de ABT
Cliver Rocha lo niega y dice que la ley se aplica a todos por igual.
Construcción sin problemas
Los constructores no se hacen problema. Si no hay madera o está cara, optan por el fierro y los armazones prefabricados.
Barracas con provisión
En barracas y aserraderos de la ciudad la provisión de materia prima se ha normalizado.
Liquidación de materia prima
En la ABT hay madera para la construcción y para carpinteros; rematan los stocks decomisados.
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