“Desde el punto de vista económico, como pasa en cuanto volumen poblacional, La Paz ya no tiene el peso específico que tenía tiempo atrás”, sostiene Nilo Candia, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas.
De haber aportado el 30% del Producto Interno Bruto nacional en los años 60, hoy el departamento da menos del 27%; y de ser el primer departamento en términos poblacionales, prácticamente durante todo el periodo republicano, en la actualidad -según datos del censo 2012- es el segundo después de Santa Cruz, que también es líder en términos económicos.
¿Hacia dónde va La Paz en lo económico? Candia, junto a René Martínez, analista de Jubileo, y Enrique Velazco, director del Instituto de Asistencia Social Económica y Tecnológica (Inaset), reflexionan en torno a esta interrogante y sugieren al menos cuatro “acciones clave” para apuntalar el rumbo de la economía paceña de cara al futuro mediato, pero también inmediato: impulsar la industria y la agropecuaria, captar capitales privados, obtener mayores recursos estatales y consolidar la interconexión carretera.
“En gran medida La Paz tiene una dinámica económica que gira alrededor de la sede de Gobierno (burocracia estatal, movimiento político, diplomático, servicios, banca, etc.). Esto puede alcanzar para dinamizar la economía de la urbe, de la ciudad capital, pero no la de todo el departamento”, sostiene Martínez.
Aproximadamente el 70% del PIB paceño corresponde al comercio y al sector servicios; mientras que sólo el 19% a la industria. Este último dato deja entrever que sectores que generan dinámica económica, valor agregado, empleo e impuestos “están muy descuidados”, afirma Candia.
Asignaturas pendientes
Se podría decir entonces, como refiere Velazco, que en la actualidad La Paz mira a su futuro y a su desarrollo “sin norte claro”. O, como sostiene Candia, que la economía departamental “no está respondiendo en la lógica de desarrollo futuro”.
Pero todo esto, advierten los especialistas, puede cambiarse, teniendo un objetivo definido y generando condiciones para el crecimiento. En ese sentido, aparte de impulsar la industria, una tarea fundamental es la de fortalecer el aparato productivo, con énfasis especial en el sector agropecuario.
Martínez considera que las tareas prioritarias en esa senda son: resolver las problemáticas de propiedad comunitaria de la tierra y la tecnificación, porque la actual agricultura en el occidente es precaria.
Además, es necesario “impulsar la agroindustria, ya que de esa manera generará importantes excedentes económicos que ayudarán a dinamizar la economía departamental”, afirma.
Al respecto, el especialista Adolfo Valdez considera que se puede apostar a producir artículos orgánicos o ecológicos, que vayan dirigidos a “nichos específicos de mercado”, estrategia que ayudará a la competitividad y que puede, además, permitir una diferenciación con la oferta que hacen no sólo otros departamentos, sino también otros países.
Redistribución
Si de hablar de la economía local se trata, algo importante son los recursos estatales. El departamento de La Paz, que tiene 2,3 millones de habitantes, tiene para este año un presupuesto de 940 millones de bolivianos, mientras que Tarija tiene en sus cuentas 3.923 millones de bolivianos, provenientes de sus reservas hidrocarburíferas, para sus poco más de 391 mil habitantes.
“El desafío para La Paz -sostiene Martínez- está en el pacto fiscal, lograr que se haga una distribución de recursos un poco más justa para que el departamento no quede tan rezagado”.
Pero también se debe captar capitales nacionales y extranjeros, y para esto, según los consultados, es necesario contar cuanto antes con una ley de inversiones y luego generar un aparato en función de ello.
Velazco afirma que en la actualidad La Paz se caracteriza por tener una institucionalidad bastante “antiproductiva” y “antiemprendedora”. Por ello, el primer desafío en esa materia es revertir esa realidad, para “constituirnos en un departamento amigable a las inversiones”.
¿Pero cuál es la urgencia de poner en marcha estas cuatro medidas u otras que ayuden a diversificar la fuente de ingresos? Candia resume: “En La Paz se ha estado invirtiendo en los últimos años aproximadamente entre 300 y 400 millones de dólares. La Paz para generar crecimiento necesita por lo menos triplicar esa cifra, y desde el punto de vista público es impensable que ello ocurra. Por lo tanto se quiere del apoyo del sector privado”.
Velazco añade un elemento que, en su criterio, contribuirá a tener éxito en la transformación de la economía paceña: “El departamento no puede imaginar su desarrollo productivo sin considerar cómo involucrar a sus municipios”.
“En la medida en que como departamento no generemos esa visión de desarrollo conjunta a la que puedan sumarse las expectativas del conjunto de los municipios paceños, todo será un esfuerzo bien intencionado, pero que lamentablemente no generará los resultados y los impactos que queremos y necesitamos en el cambio de la matriz productiva”, concluye.
Puntos de vista
nilo candia Investigador del IIE-UMSA La Paz concentra aproximadamente el 70% de su población en el área urbana, y sólo alrededor del 30% en el área rural. Si vemos el comportamiento de los últimos censos, esta situación aparentemente no se va a revertir y eso genera problemas estructurales. Al concentrarse tanta población en el área metropolitana se descuida el aparato productivo.
Quienes migran del área rural, obviamente se trasladan a la ciudad a engrosar el ejército del sector terciario, que no es de alta calidad.
Enrique velazco Director de Inaset Si uno ve los resultados del Pacto por La Paz, el mismo hecho de poner la búsqueda de petróleo en el norte o el desarrollo de la minería por delante de la industrialización y la generación de empleo son rasgos que nos muestran una visión errada del desarrollo. Una visión de desarrollo no precisamente preocupada por crear una institucionalidad adecuada para atraer capitales, generar respeto a las inversiones, pero sobre todo el concepto mismo de qué tipo de desarrollo se quiere.
RENÉ MARTÍNEZ Analista de Jubileo La Gobernación es uno de los principales actores para invertir en los diferentes departamentos, pero el detalle es que en La Paz hay una limitante: no tiene suficientes recursos como Gobernación. Tiene menos que los demás departamentos. En la distribución de los recursos La Paz ha sido uno de los menos favorecidos. El desafío para La Paz está en el pacto fiscal; en sí, lograr que se haga una distribución de recursos un poco mejor para que La Paz no quede tan rezagada al respecto.
“La Paz se caracteriza por tener una institucionalidad bastante antiproductiva y antiemprendedora”.
“En gran medida el departamento tiene una dinámica económica que gira alrededor de la sede de Gobierno”.
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