Henrry Ugarte Aguilera - El Deber
Debe ser uno de los empresarios de perfil más bajo en el país, pero su sagacidad y visión para invertir lo encumbran como uno de los más importantes. Es potosino, vivió en Tarija por más de cuatro décadas y desde hace casi un lustro se afincó en Santa Cruz, una región donde concentra la mayor parte de su patrimonio. Sin embargo, considera irrelevante hablar de dinero. Solo por dar una pista de su cadena de negocios exitosos, basta citar las múltiples tiendas Fair Play, una marca registrada que copa el país con ropa deportiva de alta calidad.
¿Cómo se produce su llegada a Santa Cruz, en qué circunstancia?
A Santa Cruz llegué el año 1978 y en los años 80 despegué como distribuidor de artículos deportivos. En aquella época conseguí hacer negocios con diferentes clientes como Luis Núñez, Ladislao Jiménez y otros reconocidos en el medio como Andrés Gallardo. Con ellos comenzamos a trabajar
¿Y qué vino después, considerando que hasta se ha metido en la industria azucarera?
Nos formalizamos y comenzamos a crecer. En el caso concreto de la incursión en el proyecto sucroalcoholero Aguaí, a través de algunos amigos, hicimos contacto con el ingeniero Pili (Cristóbal) Roda, con el que después de tan solo dos reuniones logramos concretar la alianza para invertir y construir el ingenio Aguaí.
¿Cómo es que así de rápido se concretó semejante inversión de $us 150 millones sin siquiera conocer el rubro de la industria azucarera?
Desde un principio que conocí a Pili Roda creí en él, no solo por sus antecedentes de hombre de trabajo y de empresario exitoso en Santa Cruz y Bolivia. Es verdad que no tenía ninguna experiencia en la cadena productiva de la caña, el alcohol y el azúcar, pero creí en el proyecto y me metí. Además, creo mucho en las oportunidades y posibilidades que se brindan en el país para invertir y crecer.
¿En algún momento, antes de invertir tan fuerte en Bolivia no se le pasó por la cabeza apostar por ir a otro país?
No. Soy boliviano y como tal creo en el país. A esta altura de la vida todos saben que ir a otro país es complicado, pero sobre todo está claro que uno no es nada en otro país. Hace cuatro años que vivo en Santa Cruz trabajando en el proyecto Aguaí; aquí estoy viviendo una etapa linda de mi vida compartiendo responsabilidades con varios empresarios y generando fuentes de empleos y oportunidades para gran cantidad de personas.
Y Santa Cruz..., ¿por qué?
Por lo que acabo de decir, por las oportunidades y la seriedad del empresariado cruceño. Hice mi familia y mi patrimonio desde Tarija y en su momento pude haber ido a otras regiones como La Paz o Cochabamba, por ejemplo, pero también influyó mi salud porque tengo presión alta y no puedo estar muchos días en la altura; de todas maneras le confieso que desde el primer día que conocí Santa Cruz me gustó.
Cambiemos de tema. ¿Cómo se origina lo que muchos ahora llaman el ‘imperio’ Fair Play?
Comenzamos vendiendo zapatos y como dije anteriormente de la época nos formalizamos para crecer y alcanzar el liderazgo en prendas deportivas.
¿Cuántas tiendas Fair Play tiene en el país?
Al momento contamos con 33 puntos de venta en la misma cantidad de locales y la mayoría de ellos están ubicados en Santa Cruz. Para este año tenemos proyectado abrir otros cuatro locales para seguir cubriendo la necesidad del consumidor de prendas deportivas. Después de Santa Cruz, el orden donde hay más tiendas Fair Play es La Paz, Cochabamba, Sucre y Tarija.
¿Cuántas fuentes de empleos aporta la cadena Fair Play?
Más de 250 empleos directos, sin incluir el aporte de mi esposa, mis hijas, mis yernos y un sobrino; en Fair Play trabajamos toda la familia.
¿Cómo se gestó el negocio de asociarse y representar a grandes firmas, considerando el tamaño del mercado y los precios en Bolivia?
Es muy interesante. Fair Play nació solo con la venta de zapatos, pero en 1982 nos diversificamos en prendas deportivas importando la marca Topper de Argentina. De ahí nos abrimos mercado con otras marcas importantes como Adidas, en 1988, con Puma, en 1992, y con Nike, en 2003.
¿Cuántas marcas de prestigio internacional abarcan en Fair Play?
Son siete marcas internacionales: Adidas, Nike, Puma, Reebok, Topper, Umbro y Converse. La semana pasada hemos firmado un contrato en Estados Unidos para representar y distribuir de forma exclusiva en Bolivia Hush Puppies.
¿Cómo manejan el tema de los auspicios a deportistas y clubes de fútbol?
Hemos auspiciado y seguimos apoyando por lo menos a media docena de clubes de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija. También apoyamos a muchos deportistas, sobre todo juveniles. Somos pioneros en el patrocinio a los deportistas. Ahora mismo todavía estamos vinculados a los clubes Oriente Petrolero y Blooming. Les damos un monto en efectivo y otro poco en indumentaria.
¿En qué sectores más tiene inversiones?
En el rubro de la construcción, por ejemplo.
Formamos parte de la construcción de los consultorios de la Clínica Niño Jesús. También participo en el Mall Ventura, que está en el cuarto anillo y Equipetrol, y que va a ‘revolucionar’ el sistema comercial y de diversión cuando se concluya. La experiencia de ser líder en la comercialización de ropa deportiva nos va a permitir aportar nuevas ideas y oportunidades
PERFIL
Ismael Maldonado Acebo - Empresario
VICEPRESIDENTE DE AGUAÍ
Una vida a puro negocio
Nació en la provincia Nor Chichas de Potosí y vivió 48 años en Tarija. Dice que no terminó sus estudios porque priorizó los negocios. Es comerciante y empresario desde 1978. Es casado y tiene cuatro hijas mujeres. Dos de ellas comandan Fair Play: una es gerenta general y otra, asesora jurídica. Hace cuatro años vive en Santa Cruz, pero constantemente visita Tarija. Acaba de incursionar en la industria sucroalcoholera.
Que buen Ejemplo a seguir...
ResponderBorrarQue alegría encontrar esta publicación me trae grandes recuerdos de cuando era niña y mi papá trabajaba con el, en mí marco grandes ideas que desde entonces lo recuerdo y recuerdo cada palabra de motivación y de superación. Simplemente digno de admirar y de imitar es el claro ejemplo de que para ser exitoso no hay excusas.
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