De Marcelo Claure tal vez se escucha en Bolivia más por el club de fútbol que preside desde hace un par de temporadas, Bolívar, que por la empresa que fundó hace 15 años: BrightStar. Es un personaje reconocido por su sagacidad para los negocios, que se codea con la élite mundial. Es millonario y pregona sencillez, trabajo duro e inventiva.
- ¿Cuál es la última incursión de BrightStar en el negocio de los celulares?
- Hemos firmado contrato para actuar como agente de recompra. Cuando un cliente quiere el último modelo, deja el antiguo en parte de pago y se le extiende un crédito. El usado se lo vende en mercados donde el nivel económico no permite comprar la versión más nueva.
- ¿Y adónde apunta?
- Queremos seguir creciendo. Nuestra facturación actual es de 8.000 millones de dólares. Queremos romper la barrera de los 10.000 millones de dólares. Somos una de las 500 empresas más grandes del mundo, sin ser una empresa pública o que cotice en la bolsa.
- ¿El impacto del smartphone es favorable o contraproducente para la cadena de servicios que ofrece tu empresa?
- Le cae muy bien, porque vemos un crecimiento de la industria. Es que la tecnología cambia tan rápido que todos aspiramos al último modelo, sin importar nuestros ingresos. Hoy día el smartphone es el acompañante en nuestras vidas, porque ahí tenemos la cámara, manejamos nuestros mensajes de texto, nuestros contactos, etc. En tres años, por ejemplo, en América Latina pasamos de un 25% a un 40% de ventas en smartphones. En Estados Unidos el porcentaje llega al 90%. En Europa es el 80%. El smartphone es fantástico para nosotros porque ha creado un ‘boom’ en la cantidad de teléfonos que podemos vender y mientras más caro es el aparato mayor será nuestra ganancia.
- ¿Y por qué no cotiza en la Bolsa de Valores?
- Preferimos el mercado de los bonos. Tenemos 450 millones de dólares en bonos. Las acciones son controladas aún por dos dueños: mi familia y un fondo de inversiones de Nueva York. No queremos que nos pase lo de Facebook. Como la empresa no tiene necesidad de financiamiento externo, todavía no cotizamos en las bolsas. Veremos en el futuro.
- ¿A qué se debió tu presencia en la VI Cumbre de las Américas, este año en Colombia?
- Fui invitado al foro de empresarios y expusimos ante presidentes de los países del continente. Habló Shakira sobre su fundación, yo sobre los problemas de educación en América Latina y el empresario mexicano Ricardo Salinas sobre microfinanzas.
- A propósito, ¿cuál es tu visión de la educación en Bolivia?
- Que debemos cambiar todo. No puede ser que en Bolivia sigamos enseñando a los niños con métodos arcaicos, cuando no se contaba con Internet. Ahora el libro más importante se llama Google. No puede ser que no tengamos computadoras conectadas a la Internet. El mundo ha cambiado, es un mundo global y debemos aprovechar la tecnología para combinarla con la educación y que nuestros jóvenes puedan ser competitivos.
En el pasado, si eras un niño pobre tu acceso a la información se limitaba al libro que podías encontrar en la biblioteca de un pueblo minero. Hoy en día la información a la que tienes acceso es la misma que la que puede conseguir un niño de Europa o Nueva York. La Internet democratiza el conocimiento. Pero en Bolivia estamos preparando a los chicos del siglo XXI con herramientas del siglo XX. Entonces, jamás vamos a salir adelante.
- En esos foros, ¿qué te preguntan de Bolivia?
- Quieren saber de Evo, el presidente boliviano más conocido, si es verdad que es indígena, si es cierto que no fue a la universidad. Preguntan de lo bien que está Bolivia en la parte económica. La percepción ha cambiado hacia el lado positivo. La gente tiene curiosidad, porque soy el primer boliviano en el Foro Económico de Davos y pasa igual en el grupo G100, de las 100 empresas más importantes del mundo. Algunos no saben ni dónde queda Bolivia, creen que en Asia.
- ¿Cómo es una jornada diaria tuya?
- Me levanto a las 5:30. Hago una hora de gimnasio y empiezo con las llamadas, porque a las 6:000 en Miami ya es mediodía en Europa y anochece en Australia. Así me pongo en contacto con los gerentes. Mi jornada concluye cerca de las 23:00 con un evento social, o una cena. Los sábados y domingos los dedico a mi familia.
- ¿Qué enseñanza te deja el éxito que has conseguido?
- Que todos podemos. Quisiera que otros bolivianos repliquen lo que hicimos con BrightStar, empujados por algo tan básico como trabajo serio y organizado, con metas claras. En la vida todos debemos tener una visión definida de qué queremos ser. No solo se triunfa en los negocios, se puede triunfar como ama de casa. Pero hay que amar lo que uno hace, hay que ser feliz en lo que uno trabaja.
- ¿Sos fanático de la tecnología?
- En mi maletín siempre cargo el Iphone, Ipad, Blackberry... Para ser el vendedor más grande del mundo debo entender la tecnología, vivirla.
Su perfil
Experto en ciencias y finanzas
Marcelo Claure Bedoya nació en La Paz, tiene 44 años. Es hijo de un geólogo y diplomático, por lo que vivió en varios países.
En Santa Cruz estuvo durante una gestión escolar y suele visitar a sus excompañeros del Colegio Americano.
Jugaba baloncesto y en el fútbol era arquero. Se fue a Estados Unidos, donde obtuvo la Licenciatura en Ciencias, especializado en Economía y finanzas.
Ser socio de Jennifer López en un negocio de tiendas le abrió amistades en el mundo artístico latino, como Pitbull y Marc Anthony, que lo saludan en su cuenta Twitter. Leer y navegar son sus pasatiempos.
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