La producción manufacturera de textiles bolivianos, se ve amenazada ante la ola de importaciones legales y de contrabando de prendas de vestir procedentes de países como Perú, Chile, Brasil o China.
En el propósito de conocer el movimiento económico del sector gremial, un equipo de prensa de EL DIARIO, realizó un recorrido por el populoso mercado de la concurrida zona Uyustus, para conocer los problemas que enfrentan los productores bolivianos a la hora de enfrentar un mercado agresivo, donde el contrabando y la competencia desleal, socaban la industria nacional.
“Lo que pedimos al Gobierno es apoyo y protección para la industria boliviana y nuestros productos. Aquí nosotros debemos competir con la ropa nueva que es internada desde Argentina, Chile, Perú e incluso de China, con tanta competencia nosotros ya no vendemos nuestro producto o debemos bajar los precios”, se quejó el dirigente gremial Rodolfo Guarachi, de la organización “16 de Julio”.
A la par del crecimiento de las microempresas de confección de ropa, también creció el comercio gremial que agrupa a miles de comerciantes. Guarachi reveló que sólo en su organización, existen más de 150 afiliados dedicados al comercio de prendas de vestir manufacturada en el país.
“Aquí se vende ropa nueva industria boliviana y de buena calidad que no tiene nada que envidiar a otros productos, lamentablemente tenemos que competir con los comerciantes que traen ropa argentina, chilena, brasileña, panameña y peruana, eso nos afecta mucho porque para vender tenemos que bajar nuestros precios” dijo el comerciante.
Este medio hizo una tabla de precios que reveló las diferencias. Por ejemplo un pantalón de industria argentina o chilena cuesta Bs 230, en tanto que uno de industria nacional esta en Bs 170, la situación es similar en el caso del comercio de camisas, poleras, chompas, blusas, chamarras y muchos otros productos manufacturados.
“Vendemos así para competir y ganar en algo a la ropa importada”, se quejo Julia Choque comerciante gremial de la calle Uyustus.
La diferencia de más de 25% hace que los productores bolivianos se encuentren en desventaja a la hora de competir con los precios a pesar de la calidad de la industria nacional.
“Hay mucha ropa de industria nacional a la que le cambian las etiquetas y marcas para sacarlas del país y venderlas como manufacturas argentinas. Ese es el caso de los pantalones blue jeens wrangler que son confeccionados en Cochabamba, pero que son bien vendidos en Paraguay o el norte de Argentina”, reveló Rafael Quisbert comerciante gremialista.
Consultados sobre el movimiento económico que genera el rubro de la manufactura boliviana, el dirigente y los comerciantes entrevistados, no se animaron a dar una cifra, empero se calcula que son cientos de miles de dólares los que manejan el comercio gremial a la par de la generación de fuentes de empleo en el sector de la mediana y microempresa.
EFECTOS
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Guillermo Pou Mont, advirtió que el ingreso de productos textiles chinos al país tiene un efecto “devastador” en la producción nacional, incluso más severo que la venta de ropa usada.
“El producto chino está afectando muchísimo a las medianas y pequeñas industrias que son las que producen y cubren el requerimiento de prendas textiles del mercado boliviano y tienen mucha dificultad para competir con el producto chino que es sustancialmente más barato”, dijo.
Evidentemente en el mercado de la Uyustus se pudo comporbar que por ejemplo las chompas de lana de alpaca o llama se venden hasta en 70 bolivianos, en tanto que la ropa de procedencia china y sintética esta más caro, tal como señala Paulina Flores una ocasional vendedora.
En ese contexto Pou Mont advirtió también que la industria boliviana y la fala de fomento ponen en riesgo la generación de fuentes de empleo “porque las industrias al no encontrar mercado prescinden de la mano de obra”.
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