Decreto 29460 promulgado recientemente por el Gobierno, vetaba la exportación de azúcar y se favorecía con arancel cero a la importación, la ministra de Desarrollo Rural, Susana Rivero, explicó que este producto no está entre los contemplados por la norma. Así como también las grasas y los aceites vegetales, de los que se abría a la importación pero no se restringía la exportación.
Rivero sostuvo que los únicos productos que el decreto supremo toma en cuenta son el arroz, el maíz, el trigo, la harina y las carnes de res y de pollo, para garantizar el abastecimiento interno. También informó de que en esta gestión el Estado invirtió $us 60 millones en el apoyo a la producción.
Al respecto, el gerente de la Cadex, Oswaldo Barriga, aplaudió la decisión del Gobierno y sostuvo que se espera que no sólo sean suspendidos el azúcar y las grasas y aceites vegetales sino también el 100% de los productos para evitar un perjuicio económico a su sector.
A su vez, Rivero explicó que no debe existir alarma entre los productores de soya, azúcar, aceites y mantecas, pues el decreto ‘nunca los contempló’. Sin embargo, el documento que fuentes gubernamentales proporcionaron a EL DEBER consideraba estos productos. / PR
Productos se encarecen en los mercados
En los mercados La Ramada, Abasto y Los Pozos ayer EL DEBER constató que hubo desabastecimiento de tomate. El producto no llegó desde los valles cruceños debido al corte del tráfico vehicular producto de la caída del puente en la comunidad de Puerto Rico, a 32 km de la capital cruceña, en la ruta antigua Santa Cruz-Cochabamba. El poco tomate que se podía encontrar costaba entre Bs 8 y 9 el kilo.
Otro producto que subió de precio por el mismo motivo fue la papa holandesa, que se elevó de Bs 24 a 34. Las verduras en general mantuvieron su precio.
El precio del aceite subió vertiginosamente. La primera quincena de febrero costaba Bs 11 el litro del aceite nacional, ayer estaba en Bs 14.
El incremento de los principales productos de la canasta familiar es un fenómeno que afecta a todos los departamentos. En Potosí, el jueves, decenas de pobladores salieron a las calles y saquearon dos mercados de la ciudad. Según El Potosí, los precios subieron un 51,6% en un año y dos meses, según cálculos efectuados con datos de precios de la Intendencia Municipal. Los abarrotes son los que presentan mayor alza. / PR
La factura del decreto gubernamental, que frena la exportación y libera de aranceles a la importación de algunos alimentos bolivianos, la comenzaron a pagar las empresas dedicadas a vender maíz, carne de pollo y de res a Perú, Argentina, Venezuela, Ecuador, Colombia y Panamá, porque se vieron obligadas a paralizar el 100% de sus envíos.
Ayer tres camiones que transportaban 60 toneladas de carne de pollo de la industria avícola IMBA con destino a Perú, tuvieron que retornar desde la ciudad de El Alto por la prohibición.
Sin embargo, la historia para IMBA, a decir de su presidente, Joaquín Siles, no termina ahí habida cuenta de que quedó frustrada la visita de una comisión sanitaria del Gobierno de Japón que iba a certificar la firma y con ello dar luz verde para ingresar al mercado nipón con marca propia. “A Perú exportamos hace 15 años a nuestras propias agencias. Con Japón, nos ha costado casi tres años en llegar a este nivel de auditoria final. Es una tremenda montaña de inversiones que quedan en suspenso”, indicó.
Por su lado, Fridosa, si bien confirmó la suspensión de sus exportaciones, no quiso entrar en detalles al hacer conocer que la próxima semana se pronunciará oficialmente.
No obstante, el director de la Cámara de Industrias Cárnicas, Eduardo León, confirmó que las firmas exportadoras (Fridosa y Frigor) cesaron sus ventas y que la medida de Gobierno pone en riesgo una inversión de $us 35 millones que el sector realizó en la adecuación a los estándares sanitarios internacionales y en la erradicación de la fiebre aftosa. Extraoficialmente se supo que Fridosa exporta a Perú un promedio de 20 toneladas mensuales de carne de hamburguesa.
La Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor) indicó, a través de su gerente, Mamerto Cortez, que seis empresas exportadoras le confirmaron que desde ayer dejaron de hacer sus envíos a Perú y que se pone en riesgo entre 50.000 y 60.000 toneladas.
El cálculo preliminar de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), da cuenta de que entre marzo y diciembre, el costo para el sector bordea los $us 50 millones.
Pero, en criterio del gerente de Cadex, Oswaldo Barriga, el tema de fondo es el golpe a la proyección de crecimiento de los mercados demandantes de productos bolivianos. De hecho, la carne de res tiene un perfil para alcanzar, en un corto plazo, los $us 1.000 millones en ventas, la carne de pollo $us 100 millones y el maíz $us 500 millones.
Más allá de las cifras frías, los ejecutivos de las empresas afectadas coincidieron en señalar que con el decreto que impide exportar se echa por la borda un trabajo de apertura de mercados que demora entre 1 y 5 años y una fuerte inversión económica.
El titular de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), Ricardo Alandia, y el titular de ADA, Julio Anglarill, lanzaron duras críticas a la medida del Gobierno a la que calificaron de ‘desacertada’ y que fue hecha por personas que no tienen ni idea de cómo funciona el sector productivo boliviano.
Respecto a la libre importación de maíz, carne de pollo y carne de res, la dirigencia sectorial desechó el proyecto habida cuenta de los altos precios en los países vecinos.
Rivero sostuvo que los únicos productos que el decreto supremo toma en cuenta son el arroz, el maíz, el trigo, la harina y las carnes de res y de pollo, para garantizar el abastecimiento interno. También informó de que en esta gestión el Estado invirtió $us 60 millones en el apoyo a la producción.
Al respecto, el gerente de la Cadex, Oswaldo Barriga, aplaudió la decisión del Gobierno y sostuvo que se espera que no sólo sean suspendidos el azúcar y las grasas y aceites vegetales sino también el 100% de los productos para evitar un perjuicio económico a su sector.
A su vez, Rivero explicó que no debe existir alarma entre los productores de soya, azúcar, aceites y mantecas, pues el decreto ‘nunca los contempló’. Sin embargo, el documento que fuentes gubernamentales proporcionaron a EL DEBER consideraba estos productos. / PR
Productos se encarecen en los mercados
En los mercados La Ramada, Abasto y Los Pozos ayer EL DEBER constató que hubo desabastecimiento de tomate. El producto no llegó desde los valles cruceños debido al corte del tráfico vehicular producto de la caída del puente en la comunidad de Puerto Rico, a 32 km de la capital cruceña, en la ruta antigua Santa Cruz-Cochabamba. El poco tomate que se podía encontrar costaba entre Bs 8 y 9 el kilo.
Otro producto que subió de precio por el mismo motivo fue la papa holandesa, que se elevó de Bs 24 a 34. Las verduras en general mantuvieron su precio.
El precio del aceite subió vertiginosamente. La primera quincena de febrero costaba Bs 11 el litro del aceite nacional, ayer estaba en Bs 14.
El incremento de los principales productos de la canasta familiar es un fenómeno que afecta a todos los departamentos. En Potosí, el jueves, decenas de pobladores salieron a las calles y saquearon dos mercados de la ciudad. Según El Potosí, los precios subieron un 51,6% en un año y dos meses, según cálculos efectuados con datos de precios de la Intendencia Municipal. Los abarrotes son los que presentan mayor alza. / PR
La factura del decreto gubernamental, que frena la exportación y libera de aranceles a la importación de algunos alimentos bolivianos, la comenzaron a pagar las empresas dedicadas a vender maíz, carne de pollo y de res a Perú, Argentina, Venezuela, Ecuador, Colombia y Panamá, porque se vieron obligadas a paralizar el 100% de sus envíos.
Ayer tres camiones que transportaban 60 toneladas de carne de pollo de la industria avícola IMBA con destino a Perú, tuvieron que retornar desde la ciudad de El Alto por la prohibición.
Sin embargo, la historia para IMBA, a decir de su presidente, Joaquín Siles, no termina ahí habida cuenta de que quedó frustrada la visita de una comisión sanitaria del Gobierno de Japón que iba a certificar la firma y con ello dar luz verde para ingresar al mercado nipón con marca propia. “A Perú exportamos hace 15 años a nuestras propias agencias. Con Japón, nos ha costado casi tres años en llegar a este nivel de auditoria final. Es una tremenda montaña de inversiones que quedan en suspenso”, indicó.
Por su lado, Fridosa, si bien confirmó la suspensión de sus exportaciones, no quiso entrar en detalles al hacer conocer que la próxima semana se pronunciará oficialmente.
No obstante, el director de la Cámara de Industrias Cárnicas, Eduardo León, confirmó que las firmas exportadoras (Fridosa y Frigor) cesaron sus ventas y que la medida de Gobierno pone en riesgo una inversión de $us 35 millones que el sector realizó en la adecuación a los estándares sanitarios internacionales y en la erradicación de la fiebre aftosa. Extraoficialmente se supo que Fridosa exporta a Perú un promedio de 20 toneladas mensuales de carne de hamburguesa.
La Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor) indicó, a través de su gerente, Mamerto Cortez, que seis empresas exportadoras le confirmaron que desde ayer dejaron de hacer sus envíos a Perú y que se pone en riesgo entre 50.000 y 60.000 toneladas.
El cálculo preliminar de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), da cuenta de que entre marzo y diciembre, el costo para el sector bordea los $us 50 millones.
Pero, en criterio del gerente de Cadex, Oswaldo Barriga, el tema de fondo es el golpe a la proyección de crecimiento de los mercados demandantes de productos bolivianos. De hecho, la carne de res tiene un perfil para alcanzar, en un corto plazo, los $us 1.000 millones en ventas, la carne de pollo $us 100 millones y el maíz $us 500 millones.
Más allá de las cifras frías, los ejecutivos de las empresas afectadas coincidieron en señalar que con el decreto que impide exportar se echa por la borda un trabajo de apertura de mercados que demora entre 1 y 5 años y una fuerte inversión económica.
El titular de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), Ricardo Alandia, y el titular de ADA, Julio Anglarill, lanzaron duras críticas a la medida del Gobierno a la que calificaron de ‘desacertada’ y que fue hecha por personas que no tienen ni idea de cómo funciona el sector productivo boliviano.
Respecto a la libre importación de maíz, carne de pollo y carne de res, la dirigencia sectorial desechó el proyecto habida cuenta de los altos precios en los países vecinos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario