domingo, 24 de febrero de 2013

Jorge A. Mendieta Terceros: La importancia del despachante de aduana



Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre este profesional, cuya actividad se desarrolla en todas las latitudes del orbe, pero poco es lo que se conoce sobre la real dimensión de su cometido. Se afirma, y con justa razón, que el despachante de aduana constituye el nexo insustituible entre la actividad privada y la actividad pública, en su caso, el Estado, representado por la Aduana y la función del despachante, que excede los límites de lo simplemente orientativo, no puede actuar armónica y eficazmente, si no cuentan con su presencia.

Es así, que todas las legislaciones del mundo, bajo una forma u otra, consagran y regulan los alcances de su labor y los parámetros a los que deben sujetarse para un mejor ejercicio profesional y, en algunos casos, en otros países se les otorga el carácter de auténticos ministros de fe, con los que cuenta el Estado como punto y factor de apoyo en la temática del comercio exterior

El despachante de aduana
Perfilada su figura, es preciso concluir que la constante evolución de la mecánica regulatoria de las operaciones de importación y exportación, que en definitiva conforman el comercio exterior, y las avanzadas técnicas que ponen en práctica los sistemas aduaneros del mundo, exigen al despachante una permanente actualización.

Ello demuestra que sus actividades van mucho más allá de la simple calificación de ‘auxiliares de la función pública’, para convertirse en verdaderos expertos que actúan como elemento de enlace entre el comercio, la Aduana Nacional y áreas conexas, haciendo imprescindible su presencia que aparece convalidada, no solo por todo lo expresado, sino también por antecedentes históricos, que permiten inferir con fundamento que su idoneidad y vocación práctica son, sin duda, elementos insustituibles en las relaciones entre el ámbito comercial y el fisco, dentro de las regulaciones que prevé la ley.

Eslabón técnico es clave
Históricamente, esta profesión posee una larga existencia y, en los hechos, una gravitación que la ha constituido en el eslabón indispensable para hacer factibles las operaciones que configuran el intercambio comercial internacional. Pese a ello, fuera del área de su contenido específico, es decir el comercio, la industria y el campo aduanero, su rol no es conocido y con frecuencia se confunde y retacea su función y, habitualmente, no se comprende su participación en el logro de los fines comunitarios en los que activamente contribuye.

Responsabilidad
Debe también señalarse que la labor del despachante no es rutina, ni mucho menos, ella se inicia antes del despacho de las mercaderías con el aporte del consejo y orientación al exportador o industrial, para que los embarques, tanto en la importación como en la exportación, se efectúen en forma correcta.

Ello incluye la presentación y preparación de los documentos, mediante los cuales la Aduana ejerce sus funciones de contralor documental, percepción y fiscalización.

La índole de sus tareas y el propio carácter de auxiliar del fisco son las constantes de su responsabilidad, ya que, mediante su accionar y bajo su firma, se pone en marcha el aparato administrativo fiscal, cuyos mecanismos actúan bajo su impulso.

Inteligencia fiscal
Paralelamente a su capacidad para captar con rapidez y acierto los múltiples problemas que se le presentan, resulta esencial que se muestre ágil y dinámico en el planteamiento correcto de las soluciones que correspondan, dispensando igual cuidado a los legítimos intereses de sus mandantes y a los del fisco que, como se ha dicho, son concurrentes y no antagónicos.

No son comerciantes
Un despachante realiza en nombre de otros, ante el servicio aduanero, trámites y diligencias relativos a la importación, la exportación y demás operaciones aduaneras.

Es importante dejar en claro que aunque se ven sometidos en sus gestiones a la disciplina, estos trabajadores no revisten la condición de comerciantes, ya que los actos que realizan, tales como despachos, exportaciones, transbordos, rembarques y otros, son todas actividades vinculadas con la administración pública, y no actos a realizar por un comerciante.


Las frases
“Queda sentado, pues que el despachante de aduana es un técnico que debe conocer la Ley de Aduana”
“El comercio y la industria confían en la pericia y honorabilidad del despachante”
“Es importante aclarar que un despachante de aduana no tiene la condición de comerciante”



Perfil

Un experto técnico aduanero
Es licenciado en Comercio Exterior, Política y Administración Aduanera; licenciado en Ciencias y Artes Militares Terrestres; técnico superior en Comercio Exterior, Política y Administración Aduanera. En la Aduana fue administrador en: Aduana Interior Santa Cruz - Zona Franca Comercial e Industrial Santa Cruz G.I.T. (Warnes); Aduana Zona Franca Comercial e Industrial Winner y en la Aduana Interior Cochabamba.


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