Excepto La Paz y El Alto, el paro nacional de 48 horas decretado por la Confederación de Panificadores de Bolivia se ha visto debilitado por la oferta de los productores no afiliados y de los privados que han mantenido sin interrupción el abastecimiento en Cochabamba, Potosí, Oruro, Chuquisaca y Beni.
El sector sindicalizado protesta desde la anterior semana porque el Gobierno puso fin a la subvención de la harina de trigo, principal ingredidente para la producción de pan de batalla, alimento esencial en la mesa de la mayoría de la gente.
Además, el Ejecutivo resiste un alza en el precio por unidad de 10 centavos.
“Nuestra medida está siendo contundente en lo que se refiere a todos nuestros afiliados que recibían la harina subvencionada de Emapa. En otros departamentos, sólo un 30% la recibían”, declaró el presidente de la Conferación de Panificadores, Daniel Lamas.
En La Paz y El Alto, la medida, que se prolongará hasta hoy, afecta a todos los sectores, pese a que existe el producto especial en tiendas y supermercados, a un precio más caro que los 40 centavos de la marraqueta tradicional.
Filas en La Paz
Anoche, una fila de hasta 400 personas esperó por cuatro horas que llegara el pan ‘sarna’ que producen los soldados en 9 unidades militares. En pocas horas, el producto desaparecía de las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción Alimentaria (Emapa), que se hace cargo de la comercialización del pan a 40 centavos.
Es en el interior, como Cochabamba, Potosí, Oruro, Chuquisaca y Beni, donde el paro queda en discurso porque los panificadores libres y de producción privada se encargan de abastecer a la población.
El gerente de Emapa, Avelino Flores, anunció ayer que otras unidades militares de diferentes departamentos, también se preparan para producir pan de batalla.
Las juntas vecinales anunciaron que impulsarán la reación de ‘hornos vecinales’ para evitar que suba el precio.
El martes, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, anunció que mientras se mantenga el desabastecimiento, los militares se dedicarán al oficio, hasta en tres turnos al día.
Pan por peso
Tanto en el Gobierno como en los panificadores, madura la idea de que una vez se retome el diálogo, se pueda debatir la propuesta de vender el pan de batalla por peso. Necesitarán una nueva hoja de costos
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