miércoles, 7 de septiembre de 2016

Fanacim acentúa la seguridad y diversifica su producción



La Fábrica Nacional de Cilindros Metálicos (Fanacim), una empresa que ingresó al mercado con sus garrafas para gas licuado de petróleo (GLP) cumple 14 años de vida, tiempo en el cual no sólo se ha consolidado en la vanguardia de su rubro, sino que, además, ha diversificado su producción.

Así, actualmente, a sus garrafas tradicionales (la estándar de 10 kilogramos y las industriales de 45), se suman los extintores, las carretillas y, desde hace unos meses, el servicio de corte de planchas de acero, mediante una máquina de sistema láser.

Según el gerente general, Roberto Canelas, la empresa comenzó con un servicio de recalificación de garrafas, pero con el tiempo incursionó en la fabricación de lo que hasta ahora es su producto estrella: la garrafa comercial.

En 2010, aprovechando que el principio de fabricación era el mismo, avanzó a los extintores.

Además, como se contaba con todo el equipo de metal mecánica, desde hace dos años, Fanacim fabrica también carretillas, y se tienen también otros proyectos.

Lo último de Fanacim es el servicio de corte láser, mediante una máquina especializada y computarizada para el corte de acero.

Pese a la diversificación, Fanacim seguirá produciendo garrafas, pues si bien el sistema de gas natural le restó ventas, el Gerente entiende que aún hay mucha oportunidad, considerando la gran cantidad de garrafas viejas en el mercado, lo cual, además, se constituye en un enorme riesgo para la seguridad de la población. Por ello, la demanda de Fanacim es que se aplique una mejor recalificación de las garrafas que distribuyen los camiones de gas y que el Gobierno establezca condiciones que favorezcan a la industria nacional y que haya mayor control de productos extranjeros, que no siempre reúnen las condiciones básicas de seguridad. Se calcula que hay 6 millones de garrafas que circulan en el mercado, de las cuales la mitad está en malas condiciones.

En Fanacim, cada garrafa debe soportar la presión mínima y es sometida a 700 grados de temperatura, lo que hace que cada cilindro parezca fabricado en una sola pieza. Finalmente, cada garrafa se llena de aire para verificar fugas.

Además, la empresa cambió la vieja técnica de pintura líquida por la electrostática, más amigable con el medio ambiente, menos riesgosa para el trabajador y con un acabado de mayor calidad. Sólo cuando se pasa todo este proceso, Ibnorca aplica su sello de calidad metálico en cada garrafa.

Hasta aquí, Fanacim cumple. Es una pena que en el sistema actual de venta de gas, el cliente tenga que dar una garrafa nueva al carro repartidor y le entreguen una vieja. Urge la recalificación.



"Las garrafas pasan pruebas de seguridad y están avaladas por Ibnorca"



CORTE LÁSER

El último servicio que Fanacim pone en consideración de sus clientes es una máquina de sistema láser para el corte de planchas de acero, de hasta 18 milímetros de grosor, u otros metales.

Se trata de una máquina computarizada en la que, además de cortes llanos, se pueden hacer diseños arquitectónicos, de modo que los interesados sólo tienen que pasar por la empresa con su diseño para lograr un corte preciso y rápido en su plancha.

Según el Gerente de Fanacim, se trata de una máquina de procedencia italiana y es la única empresa en Bolivia que cuenta con este sistema.



LA EMPRESA

Roberto Canelas, gerente general de Fanacim.

La Fábrica Nacional de Cilindros Metálicos (Fanacim) es una sociedad anónima que llega a todo el país, y tiene tiendas distribuidoras en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Cuenta con 145 empleados en Cochabamba y unos 160 a nivel nacional, aunque en este último caso son más de nivel comercial y administrativo.

Su materia prima es acero, laminado en caliente, proveniente de Argentina.

Las válvulas, que originalmente se compraban de Perú y de Chile, actualmente se adquieren de Argus, una empresa cruceña.

Produce 30 mil garrafas mensuales de las de 10 kilogramos y alrededor de 1.500 extintores.

También tiene la capacidad para unas 15 mil garrafas de recalificación.

Actualmente, es una de las dos únicas empresas en Bolivia dedicadas a la fabricación de garrafas, y prácticamente ha tomado el timón del rubro.


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