El conflicto sostenido entre los trabajadores de la fábrica de calzados Manaco y la administración de esta empresa no logró ayer ningún avance en su cuarto día de huelga, que incluye un ayuno voluntario de los obreros.
La gerente de la empresa, Mónica Mier, confirmó anoche que se les extendió una invitación a los representantes del sindicato de trabajadores, sin haber obtenido ninguna respuesta ni a las propuestas ni a un posible nuevo encuentro. En la última carta, según Mier, se les invita a los trabajadores a formar comisiones para discutir los puntos en los que presuntamente se violaron leyes o derechos laborales para solucionarlos.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de Manaco, Marco Siles, respondió que estaba en una reunión, pero que atendería a este medio más tarde. Sin embargo, ello no ocurrió pese a las insistentes llamadas.
El conflicto se originó tras la decisión de la empresa de cerrar una curtiembre de su propiedad, lo que, según los trabajadores ocasionó despidos. Manaco, por su parte, explicó que la medida es potestad exclusiva de la administración y que los empleados fueron reubicados, algunos incluso en mejores condiciones.
Los trabajadores, además, lograron un pronunciamiento favorable de la Dirección de Trabajo, que determinó que la huelga de los obreros se hallaba en los marcos legales.
Manaco y la Cámara de Industria indicaron que la oficina estatal no puede objetar decisiones administrativas.
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