Martín levanta la bandera roja cada vez que los vehículos que circulan por la carretera que une a Cochabamba con el Valle Alto deben detenerse para dar paso a una de las volquetas de la empresa Harzone que construye la doble vía hacia Paracaya.
Cerca de él, un trabajador de nacionalidad china opera una máquina de la empresa. Se dirige a uno de sus compañeros, aparentemente en su idioma, y se aproxima a un grupo de obreros que asfalta parte de este tramo.
Este trabajador, de nacionalidad china, es uno de los cientos de extranjeros que ha encontrado en Bolivia una oportunidad laboral, en este caso en Cochabamba, en Harzone.
Según una investigación realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), aproximadamente 100 empresas chinas, en diferentes rubros, trabajan en Bolivia.
El secretario de Relaciones de la Central Obrera Departamental (COD) de Cochabamba, Víctor Córdova, y el secretario General de la Federación de Constructores, afirmaron que las empresas chinas no cumplen la Ley General del Trabajo y emplean más personal extranjero de lo que permite la norma.
El artículo 3 de esta ley señala que las empresas, nacionales o extranjeras, deben tener como máximo un 15 por ciento de personal extranjero. La denuncia de los dirigentes apunta a que en las compañías chinas hay aproximadamente 35 por ciento de trabajadores de otras nacionalidades.
Obreros bolivianos que trabajan en Harzone señalaron que en esa empresa, al menos el 35 por ciento de los trabajadores es chino.
Por su parte, el jefe de Control y Seguimiento de la obra, de Harzone, Luis Solís, señaló que la empresa tiene unos 200 trabajadores que están siendo empleados en la construcción de la carretera, entre ingenieros, técnicos, administrativos, choferes y obreros.
En cuanto al personal extranjero, Solís apuntó que la empresa cumple lo establecido por la ley y tiene en su plantel a 30 trabajadores chinos.
“La mayor parte son técnicos especializados en diferentes áreas, tanto en drenajes, carreteras y hormigones, entre algunos”.
Solís señaló que la mayor parte de los obreros bolivianos proviene de la zona (Tolata, Arbieto y Punata).
En relación a la denuncia de los trabajadores, de que hay un mayor porcentaje de extranjeros en las empresas chinas, el jefe departamental del Trabajo, David Avircata, afirmó que en las inspecciones que realizaron no pudieron verificar este extremo.
Cuando visitaron las empresas chinas Harzone y Sinohydro, y la ecuatoriana Villacreces Andrade, los representantes de las mismas les demostraron, mediante sus planillas, que el personal extranjero no sobrepasaba el 15 por ciento del total de empleados.
Sin embargo, Avircata reconoció que con dos inspectores de la Jefatura Departamental del Trabajo no se puede verificar con precisión la cantidad de trabajadores chinos en todos los tramos que construye la empresa Harzone.
“En la inspección que realizamos, junto con Migración, se verificó que no había más del 15 por ciento , por las planillas, pero no sabemos si efectivamente hay solo esa cantidad”.
Avircata señaló que si encuentran un trabajador extranjero que exceda ese porcentaje, la empresa es sancionada económicamente, “pero no se puede botar al trabajador, porque esa es tarea de Migración”.
¿CUÁNTOS HAY?
En marzo de 2015, el embajador chino afirmó que había "aproximadamente 2.000 ciudadanos chinos en Bolivia, trabajando en minería, construcción y otros ámbitos".
El 22 de octubre de 2016, el consejero Económico y Comercial de China en Bolivia, Yao Ming, informó que en el país había más de 50 empresas chinas instaladas, pero que “eso solo era el comienzo”.
En esa oportunidad, el representante chino aseguró, según la Agencia de Noticias Fides, que la presencia de las empresas chinas en Bolivia permitía una transferencia tecnológica, el mejoramiento de obras e infraestructura y la generación de fuentes de empleo para los bolivianos.
La investigadora del CEDLA Silvia Molina señaló que si bien no es posible conocer el número preciso de las empresas chinas en Bolivia, “es evidente que la cantidad está en crecimiento y se diversifican los sectores en los que tienen presencia”.
Molina explicó que en una primera etapa, hasta el año 2015 se veían principalmente grandes empresas, la mayor parte filiales de las mayores corporaciones estatales chinas y que empezaron a tener presencia en las principales licitaciones, adjudicación de proyectos, acuerdos de estudios en rubros vinculados a carreteras, puentes, ferrocarriles, centrales hidroeléctricas, telecomunicaciones (satélite) e importantes proyectos industriales.
La investigadora recordó que el representante de la Cámara Chino Bolivia señalaba que en 2015 se contaba con 35 empresas trabajando en su mayoría en el sector de infraestructura, y a finales del 2016 estarían al menos 100 empresas, lo que muestra un cambio de panorama en el que por una parte se tiene la presencia de las mayores corporaciones vinculadas al Estado chino y la presencia de empresas más pequeñas, muchas de las cuales serían privadas.
Las empresas chinas también cuentan con concesiones petroleras, principalmente en el norte amazónico boliviano (departamentos de La Paz, Beni y Pando), y se encuentran en la etapa de exploración.
Molina agregó que un importante sector de presencia china es el minero. “El año 2015 se anunció que estaba en marcha la conformación de una Cámara Minera China – Bolivia. En ese momento se hablaba de 10 empresas en importantes proyectos estatales del sector, principalmente industriales. Sin embargo, parecería que la presencia de empresas chinas en minería es mucho mayor, cuentan con concesiones mineras y estarían vinculadas a la exploración y explotación. A finales de 2016, el embajador chino señalaba que en este sector las empresas que llegaron de su país a Bolivia para explotar minerales “son privadas”.
LOS PROYECTOS
La investigadora del CEDLA señaló que en el país, las empresas chinas se han adjudicado más de 25 proyectos en diferentes rubros estratégicos: carreteras, hidroeléctricas, ferrovías e industrias que en conjunto superan los 2.000 millones de dólares.
Molina afirmó que es necesario diferenciar la situación de los proyectos. Por una parte están los que no cuentan con financiamiento chino y han sido adjudicados a empresas chinas, varios de los cuales han tenido procesos complejos en diferentes aspectos que han llevado a la rescisión de contratos, y otros presentan importantes retrasos en relación a los plazos previstos inicialmente
de entrega.
Entre los más destacados están los dos tramos del ferrocarril Montero Bulo Bulo que llevó a rescindir contratos con dos empresas chinas.
Por otra parte están, según la investigadora, los proyectos anunciados con crédito chino.
Primero está en ejecución la carretera Rurrenabaque Riberalta, en marcha. El paquete de financiamiento a proyectos acordados en el viaje del vicepresidente Álvaro García Linera a China en octubre de 2015, que en primera instancia alcanzaría a 7.500 millones de dólares con la posibilidad de llegar a 10.000 millones, se encuentra en negociación de financiamiento. Algunos de los proyectos ya han sido adjudicados a empresas chinas, pero los contratos solo entrarían en vigencia cuando el crédito que se negocia de manera individual para cada proyecto se consolide. De este paquete, la negociación más avanzada está destinada a la construcción de la carretera Boyuibe–Charagua, adjudicada en 2015 a la China Railway. Otros casos en los que también se adjudicaron a empresas chinas, el Gobierno no ha proporcionado información, entre estos, el Proyecto Siderúrgico de El Mutún, la Ampliación del Aeropuerto de Santa Cruz o la Central Hidroeléctrica Rositas.
TRES OBRAS
EN CERCADO
La empresa china Vicstar construyó tres obras en Cochabamba, los pasos a desnivel de la avenida 6 de Agosto (Barrientos y República) y el Distribuidor de la avenida Beijing y Blanco Galindo.
El secretario de Infraestructura del Municipio de Cochabamba, Carlos Abasto, señaló que cuando ingresó la actual gestión de la Alcaldía, las obras ya se estaban construyendo, pero con bastantes dificultades, por lo que tuvieron que hacer ajustes y modificaciones en el diseño.
La autoridad manifestó que después de una primera etapa en la que se identificaron las dificultades, lograron encaminar las obras y “se concluyeron en forma satisfactoria”.
Para garantizar la calidad de los trabajos, el Municipio de Cochabamba realizó pruebas de estática y dinámica en los puentes que construyó la empresa china Vicstar.
VIADUCTO
Una sola empresa (consorcio chino) se presentó a la licitación para realizar los trabajos de mantenimiento del Viaducto de la avenida Melchor Pérez de Olguín y Blanco Galindo, informó Abasto.
El funcionario de la Alcaldía señaló que la siguiente etapa es la firma del contrato con esta empresa, toda vez que el consorcio presentó la documentación requerida.
Para ejecutar una obra en el puente Panamericana, la Alcaldía de Cochabamba lanzó una licitación a la que se presentaron una empresa boliviana y una china. La nacional ganó y se hizo cargo de colocar los anclajes y tirantes en la infraestructura.
TRAMO PARACAYA
La empresa china Harzone realiza la ampliación de la carretera hacia el Valle Alto, desde el puente de Santa Veracruz hasta el cruce Paracaya, que hacen un total de 38.6 kilómetros, informó el jefe de Control y Seguimiento de la obra, Luis Solís.
Esta carretera tiene asfaltado en dos vías (una de ida y otra de vuelta), y lo que está haciendo la empresa es la ampliación en otros dos carriles, además de colocar una capa de refuerzo sobre la que existe.
El avance en la obra, en lo que se refiere a los cortes, es de aproximadamente 80 por ciento , y en el total, hasta diciembre de 2016, de alrededor de 37 por ciento .
La empresa tiene un plazo definitivo de entrega hasta mayo de 2018.
Harzone empezó el trabajo en junio de 2015, y Solís afirmó que desde esa fecha no sucedieron accidentes graves. Calcula que hay como máximo dos incidentes cada semestre, “los cuales son atendidos en el hospital de Tolata, o en la Caja Nacional, cuando se trata de atención especializada”.
Recomendó a los conductores que circulan por la carretera al Valle Alto respetar la señalización que se tiene a lo largo de los 38.6 kilómetros y que tomen en cuenta las indicaciones de los banderilleros, para disminuir la velocidad o detenerse.
Un banderillero sufrió la fractura de su muñeca, hace un mes, cuando el conductor de un camión no hizo caso de la señalización y golpeó al obrero.
Obras en el país
* Algunas de las obras que construyen las empresas chinas en Bolivia, según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, son la carretera San Ignacio-Puerto Ganadero y el puente San Buenaventura-Rurrenabaque.
* Otras obras son la carretera Comarapa-La Siberia (carretera antigua entre Santa Cruz y Cochabamba), el puente de la doble vía Yapacaní-Ichilo, los puentes Beni II y Madre de Dios, la doble vía Caracollo- Confital Tramo 1 y dos tramos de la ferrovía Bulo Bulo-Montero (contratos rescindidos).
* En Cochabamba está el Proyecto múltiple Misicuni, en sociedad con una empresa mexicana, la Central Hidroeléctrica San José y la doble vía Ichilo-Ivirgarzama.
Las desventajas
* La investigadora del CEDLA Silvia Molina asegura que la magnitud de los contratos hace inviable, automáticamente, la posible participación de empresas nacionales, con las consecuencias en términos de empleo evidentes.
* Al mismo tiempo, señala Molina, las condiciones de contratación han sufrido permanentes cambios como el “llave en mano que incluye la elaboración de estudios de preinversión”, “financiamiento del proponente”, “invitaciones directas” que debilitan aún más la institucionalidad del país y la toma de decisiones autónoma e independiente (magnitud del proyecto, oportunidad de la inversión, condiciones de la inversión) sobre proyectos que se supone son estratégicos para el país.
Los salarios
* Trabajadores de dos empresas chinas y ejecutivos de las mismas coincidieron al afirmar que los sueldos que se pagan van desde los 1.805 bolivianos (mínimo nacional) hasta 10 mil bolivianos, en caso de los obreros, capataces, choferes y operarios.
* Los obreros permanecen en sus puestos de trabajo un promedio de 10 horas, entre las siete de la mañana hasta las seis de la tarde, con una pausa de una hora al mediodía para almorzar y descansar.
* La queja de los trabajadores de la empresa Harzone, que construye la doble vía a Paracaya, puntualiza que los empleados chinos ganan el triple que los bolivianos.