Las puertas de los baños no se pueden cerrar porque las rodillas de los usuarios sobresalen por lo menos unos ocho centímetros hacia la parte externa.
Asimismo, los urinarios tienen una altura por encima de lo regular, en por lo menos 10 centímetros, y a los obreros no les es muy útil.
Las calaminas que protegen el techo del ambiente de los trabajadores están mal colocadas y ellos aseguran que “llueve más adentro que afuera”.
En cuanto a la limpieza de los ambientes, los obreros afirman que solo se ordena los ambientes de los ejecutivos y no los de ellos.
El grupo de trabajadores bolivianos pide que la Jefatura Departamental de Trabajo realice una inspección al lugar para verificar estas deficiencias.
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