Según la versión, este grupo de empleados que percibe salarios que fluctúan entre los tres y ocho mil bolivianos -aunque varios ejecutivos recibían sueldos entre 20.000 y 60.000 bolivianos- no conocen la suerte que correrán, debido a que se habló de que sólo los obreros pasarán a la nueva Empresa Pública Nacional Textil (Enatex).
“Nadie habló con nosotros, ni Marcos Iberkleid (presidente de la compañía) ni la ministra de Desarrollo Productivo (Teresa Morales)”, dijo el empleado de la fábrica. “Por ello nos estamos organizando para hacer prevalecer nuestros derechos”, añadió.
En la planta central, en el quinto piso de la fábrica, trabajan cerca de 300 administrativos y otros 100 están distribuidos en las otras cuatro plantas de la empresa.
Ametex afrontó dificultades en sus exportaciones y finanzas desde 2008, cuando Bolivia dejó de ser parte de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA, por su traducción al inglés) y los aranceles de exportación a Estados Unidos subieron.
El viernes se informó que Enatex utilizará las instalaciones, la maquinaria y el personal de la empresa que cerró por falta de mercados para exportar sus productos.
“Los mercados de los países de la región, como Venezuela y Argentina, no pudieron reemplazar al mercado estadounidense. Desde entonces la situación llegó hasta el momento actual de parar la producción”, dijo Iberkleid a la red ERBOL.
El funcionario con el que habló Página Siete dijo que existe preocupación por el “borrón y cuenta nueva” con el que los obreros ingresarán a la Enatex.
“Con esta figura, los trabajadores ingresan a la empresa pública y pierden su antigüedad, y con ello los bonos que legalmente recibían por ese concepto”, expresó. El Gobierno anunció el viernes que los trabajadores de las cinco plantas de Ametex -Universaltex, Matex, Mex, Ilasa y Batt- serán contratados por el Estado.
Despedida
El viernes por la tarde, Iberkleid se despidió de sus trabajadores “visiblemente conmovido”, según la versión recogida de la fábrica, aunque no aclaró la futura situación laboral de los trabajadores.
“Se limitó a decir que muchos de nosotros pasaremos a la nueva empresa y que esperaría que el Gobierno no la politice”, dijo el funcionario.
El informante comentó las horas de angustia que pasaron los trabajadores la semana pasada durante las negociaciones.
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