Representantes de empresas chinas llegan, con frecuencia bimensual, a El Alto para ofrecer la producción de sus empresas y concretar los negocios. Pero también, hay alteños que hacen el recorrido inverso.
Grandes inversiones. Según explicó un vendedor de tela de procedencia china, las personas que hacen importaciones directas, sin intermediarios, deben realizar una fuerte inversión.
Los boletos aéreos cuestan 2.800 dólares. Deben pagar impuestos de salida al exterior y tasas aeroportuarias, además de su estadía en China.
Por otro lado, contrata un traductor quien percibe 50 dólares diarios por su trabajo.
El importador debe permanecer en esa nación asiática cuando menos por espacio de dos semanas para concertar el pedido, los diseños, los modelos y asegurar la modalidad de envío al país.
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