Crucero Jeans y G7 son dos empresas dedicadas a la confección de jeans en Santa Cruz. Ahora cuentan con locales propios y adecuados para el trabajo de costura, gracias al apoyo de Usaid (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) que financia el Programa de Productividad y Competitividad Bolivia, a través de la empresa Apóstrofre.
Crucero Jeans es una empresa conformada por cuatro hermanos de la familia Choque. El nombre de la sociedad es el del pueblo en el que nacieron en Oruro (Crucero). Crecieron en La Paz y hace 10 años apostaron por Santa Cruz para triunfar, ahora como empresarios.
Esta empresa comenzó siendo sólo un taller de costura. Durante varios años trabajaron en ambientes alquilados, en cuartos incómodos con cuatro o cinco máquinas cada uno, con instalaciones eléctricas inadecuadas y en hacinamiento con los empleados. Ahora tienen local propio en la zona Primero de Mayo.
Benito Choque cuenta que él y sus hermanos fueron ayudantes de costura desde que eran adolescentes. Ahora son dueños. Confeccionan en promedio alrededor de seis mil prendas al mes, entre pantalones, capris y chamarras.
“Lo fuerte es el mercado venezolano, donde se vende de a poco”, dice Choque asegurando que exportan alrededor de cuatro mil piezas, el resto se comercializa en el mercado interno nacional.
G7 también se dedica a la confección de jeans. A diferencia de Crucero, que tiene cuatro años como sociedad, esta empresa acaba de cumplir uno y se especializa en pantalones de varón en su marca “Bio Gas” haciendo alusión a temas ambientales.
La producción de G7 es de mil prendas por mes y su mercado es sólo el nacional.
“Producimos moda, nuestro producto está dedicado a la gente joven de Santa Cruz y de Bolivia. El sector que más consume está entre los 17 y los 30 años de edad”, señala Sergio Escalante, propietario de G7. Escalante es cruceño y su socio, Maclovio Choque, paceño. Ambos unieron sus potencialidades empresariales y formaron una sociedad que ya comienza a tener frutos en el Plan Tres Mil.
La producción de Crucero Jeans tiene como materia prima la tela china y los costos oscilan entre 50 y 60 bolivianos por unidad en el país. En el exterior, las prendas llegan a costar alrededor de 40 dólares. Mientras que G7 utiliza tela brasileña para su confección, sus nichos de mercado son otros y las ropas se comercializan hasta en 180 bolivianos.
En ambos casos tienen en promedio 30 trabajadores, depende de la época.
Actualmente, para el acabado de las prendas, Crucero Jeans implementa pinzas, decoloración y tachas, G7 se inclina por los desgastados y lijados. Crucero Jeans hace pedidos para bordados y G7 ya tiene la tecnología computarizada. El valor agregado se retribuye económicamente con mayores ingresos y oportunidad de crear más empleos.
Bolivia carece de la materia prima
Bolivia carece de materia prima textil sólo aporta con mano de obra.
Según confirman los representantes de algunas empresas textiles del país “se importa todo”.
“Muchas veces hemos traído hilo, los botones, los cierres, los accesorios de la prenda”, manifiesta Eulogio Marca, de Crucero Jeans, explicando que esta empresa importa el material desde China.
La empresa Crucero Jeans, según Eulogio Marca, importa mensualmente unos 10 mil metros de tela con un costo de 23 mil dólares aproximadamente, seis cajas de hilos con dos mil dólares y botones con tres mil dólares.
La empresa G7, para su producto de pantalones Bio Gas, importa tela brasileña. Pero, esto implica cumplir con determinadas exigencias como la nacionalización de insumos con un costo de entre el 15 y 20 por ciento de la cantidad que se importa.
Crucero Jeans realiza la importación directa, G7 lo hace a través de empresas importadoras y tiene esperanzas de que “algún día” se pueda contar con una empresa nacional de telas.
“Sería magnífico eso. Nos ayudaría bastante, porque nosotros sufrimos con lo que es la provisión de materia prima”, asegura Sergio Escalante de la empresa G7.
Sin embargo, ambos empresarios coinciden en señalar que la mano de obra nacional es calificada y la calidad de confección de las prendas “es mejor en comparación con otros países”.
Internet es la llave para la moda
Los diseñadores de las empresas textiles encuentran en internet la llave correcta para la moda, además de otros beneficios.
“Estoy siempre navegando en internet para tener idea de la moda que se está utilizando más allá de nuestras fronteras como Brasil y Europa”, dice el diseñador de G7, Arnold Villalpando.
Asegura que la competencia obliga a renovar los diseños constantemente y que este trabajo es diario porque las tendencias cambian.
“Son modelos diferentes, nuevos, efectos diferentes, actualmente están saliendo más los rotos y la bota más angosta”, explica.
Internet, además de moda, ofrece posibilidades de comunicación directa con los proveedores de insumos al otro lado del mundo.
Programa de apoyo
Desde hace un año (y hasta 2013) Usaid implementa el Programa de Productividad y Competitividad Bolivia. En pasados días se inauguraron dos nuevas empresas textiles en Santa Cruz gracias a la asistencia de Usaid a través de la empresa Apóstrofe.
Los alcances
Durante el primer año de implementación del programa de Usaid se beneficiaron 340
empresas en todo el país. De éstas, 70 tienen apoyo integral, desde temas de producción hasta asesoramiento en comercialización y manejo de mercados. En un año el programa ha conseguido un millón de dólares en ventas de empresas bolivianas.
El asesoramiento
Las consultorías en Crucero Jeans han permitido tener un mejor control de inventario y administración de recursos. En G7 trabajan en créditos, un problema para esa empresa fue la inversión que hicieron en la construcción de sus instalaciones quedando con poco presupuesto para insumos.
hola me podrian dar el numero de telefono de los contactos de estaS DOS EMPRESSAS GRACIAS PUEDE MANDARME LA INFO A CUPONES@HOTMAIL.COM
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