Hasta fin de año, Bolivia proyecta mover alrededor de 2 millones de toneladas (t) de carga de exportación e importación por la Hidrovía Paraguay-Paraná, con la finalidad de fortalecer y potenciar el flujo comercial hacia el océano Atlántico.
Antonio Rocha, presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduanas (CNDA), informó que el tráfico comercial por el canal fluvial, que conecta a Bolivia con el Atlántico, representa más del 18% del total de las mercancías movidas anualmente por el país, ya sea por puertos chilenos e Ilo, en Perú.
Detalló que 2018 se cerró con un flujo comercial de exportación e importación por más de 5,2 millones de t, de los cuales 1,2 millones fueron transportados por la hidrovía (más del 18%).
“Por este canal se manejan básicamente cargas de volumen como acero, bovinas, granos (torta y aceite de soya), madera, clínker y cemento”, dijo.
Mencionó que el tráfico de carga fue creciendo gradualmente gracias a que los puertos Jennefer, Gravetal y Aguirre (en el canal Tamengo) obtuvieron categoría internacional y que con la habilitación de la zona primaria aduanera en puerto Jennefer se espera que se genere un tránsito mayor.
“Las expectativas son superar las 1,8 millones de toneladas o llegar a 2 millones de toneladas hasta fin de año”, refirió Rocha en declaraciones a Cambio.
Asimismo, informó que hasta mayo el flujo comercial superó las 4.500 t, cifra que hace alcanzable las proyecciones estimadas para esta gestión.
En materia de costos, Rocha afirmó que mover carga de exportación e importación por un canal fluvial es más económico con relación al transporte terreste y férreo, porque abarata los costos y se puede manejar mayores volúmenes de mercadería.
En ese contexto, recordó que a inicios de este año se recibió, en puerto Jennefer, la primera barcaza para exportar productos contenerizados, lo cual fue un hecho histórico para Bolivia.
“Se envió básicamente cemento y madera a la Argentina y Paraguay, y desde ese entonces los actores de comercio exterior hemos empezado a promover la hidrovía, para que haya una frecuencia en el atraco de navieras con contenedores”, dijo.
Comercio
En 2018, el puerto de Arica, en Chile, perdió 91.660 toneladas (t) de carga debido a la estrategia boliviana de diversificar sus puntos de ingreso y salida comercial, a fin de no depender “a plenitud” del muelle chileno, informó la Administración de Servicios Portuarios-Bolivia (ASP-B).
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