El presidente de los Empresarios Privados de Cochabamba, Javier Bellot, dijo que este extremo no ha logrado ser resuelto por los concesionarios privados de los puertos chilenos.
PAROS Y HUELGAS
Recordó que en los últimos años se registró en Chile alrededor de 140 días de paros acumulados por problemas nacionales y temas aduaneros, lo que agrava las pésimas condiciones existentes en cuanto a la seguridad del comercio exterior del país, lo que impide el flujo de exportaciones de bienes perecederos.
El empresario y dirigente del sector apuntó que Cochabamba tiene vocación de producción de bienes perecederos, pero que lamentablemente las condiciones que ofrecen los puertos chilenos no se acomodan a las necesidades del sector.
Señaló que 30% de las exportaciones de Cochabamba son frutas, pero que los embarques optan –ante esa difícil situación– por vías argentinas.
Estas declaraciones contrastan con lo señalado por el canciller chileno en La Haya, Roberto Ampuero, quien dijo que su país favorece el movimiento comercial y que el puerto de Arica “está prácticamente al servicio de Bolivia”.
Un video difundido por la cancillería chilena en julio de 2016 para informar sobre la contramemoria presentada ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ante la Haya, por el tema marítimo, indica que Bolivia goza de beneficios tarifarios en los puertos chilenos e incluso de gratuidad con lo que ningún otro país ni siquiera Chile cuentan.
“En el mundo, el 20% de los países carecen de litoral, Bolivia es uno de los que tiene mayores facilidades y privilegios para acceder al mar. Cuenta con el más amplio y libre tránsito comercial a través de los puertos chilenos asegurando el acceso de Bolivia al océano Pacífico. Carga tránsito sin costo, Bolivia cuenta con un plazo de 12 meses para almacenar gratis su carga en tránsito”, señala el video.
SEGURIDAD
“La certidumbre y seguridad del servicio son vitales para las empresas nacionales que buscan exportar por puertos del Pacífico, pero en los últimos años las terminales chilenas provocaron retrasos y perjuicios a las mercancías bolivianas”, insistió Bellot.
En este escenario, la administración de una terminal con acceso soberano al mar podría brindar certeza a la producción y a la cadena logística de la que es parte.
Bellot dijo que un puerto soberano implica seguridad del servicio, control del flujo de carga y la ejecución de una estrategia acorde a la producción nacional y la demanda internacional.
Consideró que la certidumbre y seguridad de un servicio aduanero se sustenta en que nunca va a suspender operaciones. Esto es vital para las empresas que buscan expandir su oferta a través de puertos del Pacífico y cumplir sus contratos de acuerdo con los términos pactados con los compradores.
SOBERANÍA
En ese ámbito, afirmó que al acceder Bolivia un puerto soberano implicaría tres aspectos para las exportaciones nacionales, y por ende al sector privado.
“Nosotros consideramos que un puerto con soberanía supone tres aspectos, que son, certidumbre, administración del flujo de carga de entrada y salida, y el desarrollo de estructura logística acorde a la producción nacional”, explicó.
Evaluó que en este momento los puertos de Iquique y Arica, es decir casi toda la primera región del vecino país, fueron declarados zona franca y, por lo tanto, todo lo que llega y sale constituye una fuente para el contrabando, actividad vulnera nuestras fronteras.
Señaló que todo lo que viene de Asia y de otras regiones, llega directamente hasta los puertos transandinos. Ingresan las mercancías en una zona franca y cualquier interesado una vez en poder de los bienes tiene toda la frontera para transponerla en la forma que considere.
“El hecho es que no se puede controlar el flujo de carga, lo que representa un problema”, señaló.
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